Kurt se plantó frente a la tienda de café. Un hombre que estaba saliendo lo empujó levemente ya que el joven se encontraba en su camino, a Kurt no le molesto para nada. Se balanceaba sobre sus talones, estaba esperando al hombre de la sonrisa seductora. Miraba en dentro de la tienda aunque Blaine ya le había dicho que aún no había llegado. Una mano tocó su hombro. Kurt volteó instantáneamente.
—Hola—saludó Blaine con un paraguas en la mano. Los cabellos de Blaine estaban peinados hacia atrás con suficiente gel para arreglar a un mono. Tenia un saco color beige que le llegaba a las rodillas, un pantalón negro y mocasines marrones. Kurt sonrió. —Lindo suéter—comentó el morocho mientras abría la puerta de la tienda.
—Muy puntual—dijo Kurt mirando su reloj. —Me aterra.
—Veo que te gusta la lluvia—rió Blaine mientras ambos entraban.
—No contaba con eso. En las noticias dijeron que no lloverá, de todos modos un poco de agua no hace mucho daño.
—Pero se arruina el peinado.
—Nada que no se pueda arreglar—respondió. Ambos se sentaron en una esquina junto a un gran ventanal. —Por cierto, hoy debo llegar antes de las doce así que me gustaría que esto fuese rápido, señor.
—Llámame Blaine, no tengo ochenta años y no soy ni tu abuelo ni tu padre, Kurt Hummel—dijo en tono de burla. Cruzó sus brazos y levantó una ceja. —¿Controlan tu tiempo, Kurt?
—Debo trabajar.
—¿En el restaurante?
—También soy niñero entre otras cosas.
—¿Que edad tienes?—preguntó Blaine inclinándose sobre la mesa.
—Diecinueve.
—¡Jesús! ¡Eres un niño! Y yo pensaba hacer cosas indecentes contigo...
—¿Cómo?
—Fue un chiste—dijo Blaine en tono serio, nada amistoso. —Entonces... ¿Tienes dudas sobre el empleo?
—¿Cuanto tiempo debo estar contigo?
—Tienes que estar disponible cuando sea. Podría llamarte en medio de un funeral o en plena orgía. ¿Entiendes?
Kurt sentía como el calor comenzaba a recorrer su rostro, aquel hombre hablaba sobre cosas indecentes para Kurt con cierta naturalidad.
—¿Te perturba que diga esas palabras?—preguntó Blaine obviamente notó que Kurt se había ruborizado. —¿Kurt?
—Lo siento mucho...—sacudió su cabeza y se levantó. —Estoy algo, verá, señor... Blaine—corrigió—Estoy un poco confundido pero no por usted, creo que me resulta fácil distraerme y toda la cosa, ¿Le molesta hablar mas tarde y quizás por teléfono?
—Cómo gustes tu. Pequeño—susurró Blaine. Kurt se ruborizó aún más.
—Gracias—Kurt rió nervioso.
—Tienes una linda sonrisa. Hasta parece sonrisa de bebé. Es como si solo tuvieras encías—comentó Blaine desesperado por iniciar nunca nueva conversación.
—Tengo que irme. Espero que comprendas. Tengo que trabajar.
—Kurt...—Blaine se levantó detrás del chico. Kurt le sonrió y volteó para marcharse. Blaine lo tomó rápidamente de la cintura atrayendolo hacia él. —Nuestra conversación seguirá dentro de mi auto rumbo a tu hogar.
Kurt se separó de él, nervioso. ¿Cómo podía Blaine actuar así con tanta naturalidad?
Minutos después ambos se encontraban en una camioneta negra conducida por Blaine. Kurt le dijo la dirección de su hogar y tomaron rumbo hacia allí.
—Kurt, muy pocas veces alguien me ha interesado como comienzas a hacerlo tu—decía Blaine sin despegar la vista del frente. —Así que... Me gustaría que aceptes el empleo así podrían conocerte a fondo.
—No me siento cómodo, Blaine.
—Debe ser por el asiento—dijo. Paró el coche en el siguiente semáforo y se inclino sobre Kurt acortando la distancia entre sus rostros. Kurt comenzó a respirar rápido, daba pequeñas bocanadas del aire que exalaba Blaine quien aún estaba inclinado sobre él tocando alguna parte del asiento. Ambos se miraban fijamente. El morocho hizo una expresión como si estuviese haciendo fuerza para algo, el asiento se tiró hacia atrás levemente.
—Listo—susurró Blaine. Kurt sintió un impulso, generalmente hacia que haga estupideces pero quizás esta vez valía realmente la pena.
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DADDY [KLAINE] (EN EDICIÓN)
FanfictionBlaine estaba decidido, quería a ese jovencito con él en todos los aspectos, no iba a dejarlo ir jamás.