Lentamente tomó el rostro de Blaine con sus manos y lo acercó más al suyo. Besó su labio superior.
—No tengo mucha experiencia en besos así, explícame la técnica antes que el semáforo se ponga verde—dijo Blaine.
Blaine apretó sus labios contra los del joven, él era rudo y tenia experiencia en hacer desear más y más mientras Kurt era mas sensible, tierno y no quería pasarse de la raya. Blaine metió una mano bajo el suéter verde del chico acariciando su tórax, abrió los ojos y le hecho una miraba al semáforo que automáticamente cambió a verde. Se separó bruscamente de Kurt y puso las manos al volante. Kurt respiró profundo, ¿Que acababa de hacer? ¿Tanto deseaba a Blaine? Vaciló, salió del auto y ni se molestó en cerrar la puerta. Volteó a ver a Blaine quien al parecer entendió que Kurt no se sentía para nada cómodo ahora. Lo dejó marcharse. Cerró la puerta y piso el acelerador. Kurt le había hecho sentir algo diferente. Algo único. Se imaginaba que el pequeño era muy inocente y quizás nunca había tenido una verdadera experiencia. Trató de volver a su hogar y aparentar normalidad, pero era imposible, el pequeño ya lo había vuelto loco.
Apenas llegó a casa entró corriendo a su habitación y se encerró como una adolescente. Marcó el numero de Kurt, lo pensó algunas veces pero estaba realmente desesperado por tener al niño con él.
—Lo siento, no puedo hablarte ahora, estoy trabajando, Blaine—dijo rápidamente Kurt desde el otro lado. Blaine se alejó el teléfono de la oreja y notó que aún no eran las doce. Sonrió, Kurt no quería hablar.
—Está bien—dijo por fin Blaine, estaba a punto de colgar. —Aún no son las doce—remató y colgó.
Se lanzó a su cama, tenía unas inmensas ganas de hablar con Kurt. Su celular sonó. Un mensaje. Miró la pantalla. Kurt.Lo siento, estoy algo nervioso. No quería mentirte pero me sería más fácil hablar por texto, Blaine.
Blaine le sonrió a la pantalla y le respondió.
Como desees, pequeño. Solo quería decirte que si estás libre después del trabajo paso por tu hogar y mantenemos una charla sobre el empleo. Solos y tranquilos tomando algún café. ¿Te parece?
Kurt le respondió instantáneamente.
Seguro. Ya sabes mi dirección y si no la recuerdas luego te la daré.
Blaine sonrió nuevamente. Anotó la dirección de Kurt en un papel antes que se le olvide, no quería perder la dirección del chico que lo traía loco.
Claro que recuerdo tu dirección, pequeño. ¿A que hora sales del trabajo?
Antes de las tres, quizás después. No sé, casi nunca es definitivo... Pero estaré en mi casa a las tres y media seguro.
Entonces a las tres y media será. Iré, hablaremos y tomaremos café. No habrá más sorpresas, pequeño.
No me llames pequeño, no soy un niño, daddy.
Blaine leyó el mensaje miles de veces. Daddy. Ahora estaba seguro que Kurt era solo para él.
Está bien, seré tu daddy, pero aún te llamare pequeño.
Pero sin mi consentimiento.
Bien, adiós. Pequeño.
Adiós, daddy.
Blaine tenía unas ganas tremendas de ir donde sea que este Kurt y hacerle tantas cosas pero recordó que aún era un niño y quizás, todavía virgen.
No debía enloquecer, Kurt parecía delicado, tan delicado como la porcelana. Tenia aire al chico que primero debe enamorarse alocadamente para ir al siguiente nivel, quizás por esa razón aún era virgen pero nada estaba confirmado. Blaine apenas sabía su nombre, su apellido, su edad y dirección sin embargo, nada, absolutamente nada se interpondría entre él y su delicado pequeño, Kurt.
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DADDY [KLAINE] (EN EDICIÓN)
Fiksi PenggemarBlaine estaba decidido, quería a ese jovencito con él en todos los aspectos, no iba a dejarlo ir jamás.