ESPOSA JOVEN 4ta TEMPORADA LA HISTORIA QUE NO TE CONTARON

CAPITULO 14: La maldad no termina

Pasaron varios minutos y Rüzgar estaba preocupado porque Elif no regresaba de la calle, y Devran ya venía en camino para recoger a la niña, así que no le quedó otra alternativa que decir la verdad a Zehra, quien no dejaba de preguntar dónde estaba su hermana.

Zehra: ¿Por qué tarda tanto Elif? En cinco minutos viene Devran a recogerla para llevarla a su último ensayo y ella no aparece. Voy a buscarla a la biblioteca.

Rüzgar: (nervioso y preocupado) Zehra, Elif no está en la biblioteca.

Zehra: ¿Qué? Y entonces ¿dónde está?

Rüzgar le conto todo lo ocurrido con Elif, Ali y el supuesto regalo sorpresa para Zehra.

Zehra: (muy preocupada) Pero ¿por qué dejaste que saliera? Además, yo conozco a Ali, y no la haría salir del colegio a escondidas.

Rüzgar: (llorando) Lo siento hermana. Si le pasa algo será mi culpa, no quiero que le ocurra nada malo.

Zehra: Tranquilo hermanito, mejor vamos a buscarla.

Pelin: Ustedes vayan y yo me quedaré por si Elif viene y les aviso.

Devran llegó al colegio y se encontró con Pelin, quien le dijo lo que pasó con Elif y al mismo tiempo llegaron Zehra y Rüzgar de la calle con la triste noticia de que la niña no aparecía por ninguna parte.

Mientras tanto, Firat llevó el camión a un edificio en ruinas en una zona despoblada de la ciudad, y en la puerta del lugar se encontraban Leyla y Suna, quienes esperaban que él trajera a sus víctimas.

Firat, quien realmente se llamaba Koray, era un viejo amigo y colega de Leyla. Se conocieron en la universidad y trabajaron juntos por un tiempo. Él había perdido su licencia para ejercer su profesión de enfermería por haber hecho mala práctica con los pacientes, además de robar medicina en varios hospitales y clínicas para su venta y uso ilegal. El hombre estaba en la ruina y por casualidades de la vida, se reencontró con Leyla, quien le ofreció dinero para tomar una falsa identidad y conseguir trabajo en el negocio de Devran y Ali, con el fin de que la mantuviera informada de sus movimientos y poder atacar en el momento preciso.

Koray: ¿Qué hago con ellos?

Leyla: Mételos a la bodega, y dame sus celulares.

Firat llevó a los dos chicos a la bodega del edificio y los dejó allí hasta nueva orden.

Por otro lado, toda la familia se había enterado de la desaparición de Elif y tampoco Ali y Firat el chofer daban señales de vida.

Melek: (llorando desconsoladamente) ¿Dónde está mi hija? ¿Quién se la llevó?

Zehra: (llorando) Mi hermanita, ¡pobrecita! Allah, protégela.

Devran: Tranquilas, yo la encontraré. A mi hija no le pasará nada.

Melek: Pero ¿dónde está Ali? Se supone que ella fue a encontrarse con él.

Zehra: Ali tampoco contesta el celular.

Devran: Ni Ali ni Firat contestan sus teléfonos, ¡ya deberían estar aquí!

Ellos llamaron a la policía y por supuesto, a Mirza, para que ayudara.

Mientras tanto en el edificio abandonado, Suna entró a la bodega donde se encontraban Ali y Elif, quienes estaban amarrados y amordazados.

Suna: (desamarrando el pañuelo que cubría la boca del chico) Hola Ali. ¿Cómo estás? Te dije que pronto tendrías noticias mías. (riendo sínicamente)

Ali: (muy enojado) Deja libre a Elif, tu problema es conmigo, NO CON ELLA.

Suna: Lo sé, pero ella no es asunto mío, Leyla fue la que quiso traerla. A mi quien me interesa eres tú. Te dije que tenías que volver a mi lado. Si no eres para mí, no eres para nadie, mucho menos para la estúpida de Zehra y te quedarás aquí conmigo.