Destinados al amor.

El sueño de Hanna

Solo quiero dormir. Lo último que vi fue el rostro concentrado de Dylan mientras conduce su Jeep.

-¿Cómo te llamas?- le pregunto al muchacho que está sentado frente a mí.

-Es un secreto.- dijo sin emoción.

-Yo me llamo Hanna- pone los ojos en blanco- Y hoy me toca guardia- me estiro un poco mas y entrecierro los ojos.

-Me llamo Dylan- Es un chico realmente apuesto, me llama mucho la atención.- ¿Por qué me hablas?

-¿Por qué no te hablaría?

-Ninguno de ustedes me ha hablado antes- se encoge de hombro- eres la primera que me habla.

-¡ah!- entiendo, mis hermanos dicen que no debemos a escuchar a ninguno de ellos, porque nuestros pecados volverán y seremos juzgados otra vez, pero estar en el muro es aburrido.

-¿Qué tienes en las manos?- bajo la mirada y veo mi mano y recuerdo que me lo dieron si estaba en problemas.

-Es un secreto- le sonrió. El también sonríe.- ¿Por qué estás ahí dentro?

-No lo recuerdo.- lo único que hago es asentir- Pero debe ser algo muy malo, para que siga atrapado en este lugar.-observa a su alrededor.

Estire un poco mis manos para tocar el muro.

-¡No lo hagas!- grita Dylan y me asusto guardando mis manos.

-Un curioso como tu, hizo lo mismo hace mucho tiempo y ahora esta en el infierno, por desobedecer las reglas de su señor.

-¿Quién es tu señor?

-No tengo un- pone sus manos en comillas.- "señor".

...

Algo me mueve muy bruscamente, casi me caigo del asiento- ¡¿Qué pasa?!- veo a Dylan algo agitado y me dice que casi atropella un perro, pero el animal esta bien. No recuerdo muy bien lo que soñé....Ahora solo intento volver a dormir, después de que Dylan me haya dicho "Te Amo", sus palabras me han hecho pensar. Esas 2 palabras, 5 letras dicen mucho mas de lo que cualquiera cree. Ya lo ha dicho antes, pero ahora cuando lo ha dicho mi reacción es diferente, solo quiero que las vuelva a decir.

...

-¡Dylan!- corro hacia el muro y Dylan está parado con entusiasmo.

-Amor-dice aliviado-¿Qué pasa?- pregunta acercándose al muro.

Acerco mi mano y la apoyo en el muro- ¡¿Qué haces Hanna?!- dice Dylan furioso.

-Solo tócala- veo como él acerca su mano y mantenemos nuestras manos así. Una corriente me lastima y me electrifica todo mi cuerpo. Dylan se asusta y la suelta. -¡No!-Grito- vuelve a mantenerla como estaba y ahora...-Wow estoy adentro.

-¿Qué has hecho Hanna?- dice Dylan mientras me mantiene abrazada. Estoy demasiado cansada para mantenerme en pie. Él se acuesta y me pone en sus brazos. Escucho mi nombre a los lejos, pero no puedo responder ni abrir los ojos. Este lugar es muy caliente y pesado. Tanto que no puedo alzar mis parpados. Respiro hondo y con toda mi fuerza aprieto la piedra que me dio G. Puedo respirar. Abro los ojos y veo a Dylan con sus ojos muy abiertos y sus brazos me agarran con mucha fuerza, veo como las lágrimas empiezan a salir.

-No Hanna- dice llorando- no debiste entrar- me acaricia mi mejilla. Aun no puedo moverme bien pero estoy cociente- No te mereces este lugar. No eres como yo.- me intento mover y sentarme.

-¡Hey!- digo a Dylan tocándolo. Es la primera vez que siento su piel. Es la primera vez que lo toco.- Ningún muro nos va a separar ahora.

-No Hanna. No debes estar aquí- me dice suave y  besa mi frente.

-Ya sé para qué sirve la piedra que me dio Gabriel.- le digo, cuando él me ve con cara de confusión- Podemos irnos de aquí- continuo- Ambos.

Él está confundido- Eres suave- me dice tocándome el rostro. Me reí. Ambos reímos.- Quiero besarte- sus ojos están clavados en mis labios y yo en los de él.

Él se acerca muy despacio observando mi rostro. Hasta que ambos cerramos los ojos y pude sentir sus labios acariciando los míos. Estoy perdida ni siquiera puedo pensar. No sabía qué era besar o bueno no lo recordaba. Todo lo que hay en la tierra me lo contó él, incluyendo lo que hacen las personas que se aman. Todos los días venia al muro y hablaba con Dylan, sin importarme las consecuencias y ahora menos. Ahora que estoy con él no me importa nada.

-¿Qué estamos haciendo?- me dice Dylan con entusiasmo.

-No sé.- sonrio

-Creía que nunca te tocaría o te besaría- me dio unos delicados piquitos- y que lo peor de ser un alma del infierno es no tenerte a mi lado.

-Ahora estoy aquí- digo mirándolo a los ojos.

-¿Qué vamos hacer ahora?- pregunta

-Escapar.

Ambos sonreímos.

***

¿Por qué corremos?- le pregunto

-ÉL nos va a matar- dice jalándome.

-¿Por qué?- digo mientras corremos sin dirección.

Se detiene un momento- Te amo- me agarra mis hombros- no lo olvides.

-No lo haré- le aseguro y beso sus labios- ¿Qué pasa?- pregunto, mientras él está preocupado.

Me vuelve a jalar y corremos. No entiendo que le pasa, hace un momento estábamos comiendo helado en la plaza...Nos detenemos y me cubre poniéndose delante de mí, no sé qué está pasando quiero mirar, pero él no me deja y me grita que me agache. Hago lo que dice. -Haz lo que quieras con migo- me mira con preocupación- no me interesa.- vuelve a mirar adelante-Pero a ella no la toques¡- y escucho un ruido que me ha dejado sorda, me duele la cabeza y veo como alguien corre...solo puedo ver su espalda y su negra cabellera. Miro y veo como él cae. Le dispararon en el pecho- ¡Evans!- Grite muy fuerte, no hay nadie a nuestro alrededor. Han matado a la persona que amo. Y no pude decírselo, por ultima vez que también lo amé.