Pues no sé por dónde comenzar. Casi no recuerdo mucho ahora que lo pienso.
Recuerdo haber conocido a Evans, cuando me tiró los libros. Recuerdo Nuestra ida a la playa, pero de ese día hay vagos momentos. Recuerdo... No, nada más se me viene a la mente.
Pero un par de lágrimas cuando le hablé de que no podía sentir y la sensación que de su tacto cuando me cargaba o me agarraba de la mano. Después nos fuimos en su ¿Jeep? ¿Qué sucede?
Ahora que lo pienso. La sensación de su tacto no es el mismo del día de la playa. O la trasmisión de su mirada como en la clase del viejo Jeremías. Sus ojos negros los recuerdo bien. Pero como me hacía sentir cuando estaba cerca de él es distinto ahora.
-oye Hanna....- me sacude Anna, haciendo recapacitar.
Me perdí en mis pensamientos. No le contaré de Evans, no quiero que haga un escándalo. -Nada- le sonrió- Lo de siempre- digo aburrida, para disimular.
Ese impulso de callar lo que realmente me pasa, está aun dentro de mí.
- Estas diferente- me dice tocando mi frente, para revisar mi temperatura y se toca ella misma para comprobarlo.
Pongo los ojos en blanco- no es nada- digo quitándole su mano de mi frente.
-¿Lo dirías de nuevo? - dice ella esperanzada. Sé a qué se refiere. Sonrió ampliamente y tomo su mano.
- Te amo Anna...y lamento no haberlo dicho antes.
Ella se limpia las lágrimas y asiente- no te preocupes hermosa.- me besa la frente.
-Oye dejaste mucho dinero- le digo antes que se vaya. Creí que no vendrías por lo menos un mes.
-Si...es que...tengo que resolver unos asuntos- alza una de sus cejas- No te desharás de mi tan fácilmente, jovencita.
-Bueno, tengo hambre - le digo seria.
-Bratt traerá comida- alza las manos- ese idiota tampoco puede vivir sin mí - se va y cierra la puerta.
Rápidamente voy a la ventana y me estiro un poco para alcanzar la ventana de "Oye", pero antes de llegar a la ventana se abre y caigo en el espacio que separa las casas. Él me agarra a tiempo. Sosteniéndome de los brazos. Y sin ningún esfuerzo me alza. Entrándome a su habitación muy rápido.
Este momento cerca de la muerte, no me asustó. Es como si supiera que no me pasaría nada...Como si estaría bien.
Su habitación es un casi azul descolorido y no hay nada a más que una cama destendida y una laptp hp ploma.
¿Cómo puedo estar tranquila? ¡CASI MUERO!
*****Dylan*****
El corazón casi se me va por la boca. La idiota de Hanna casi se cae. La alcancé antes que fuera tarde. La dejé en mi cama mientras le llevo agua para calmar su susto.
Del susto se me olvidó lo desordenada que estaba mi cama, si quiero reconquistarla, debería comenzar por la limpieza. Soy un bobo, creo que hubiera dejado que cayera y esperar unos 17 años...Eso suena bien. ¡AGH! No ¿Tan desesperado estoy?
Lamento mucho por el trasero de Evans que no tiene la culpa. Pero al menos mi plan funcionó. Ella está confundida y eso está bien. Debe estarlo.
Ella está sentada en mi ventana. Con los brazos cubriendo su cuerpo- ¿Estas bien? - pregunto mientras me acerco lentamente a ella para que no se asuste. Ella asiente- gracias a ti- dice suave una sonrisa tímida en su rostro.
Oh amor.
Le entrego el vaso y ella toma muy despacio.
****Hanna****
-Gracias.
Agarra el vaso y lo deja en el suelo. Él es muy limpio. Si no lo notaron es sarcasmo.
Se me acerca y apoya sus manos en los costados. De donde estoy sentada.
-Soy Dylan, Hanna- dice- Dylan. Ahora repite.
- Soy... Digo, eres Dylan- su acercamiento me hace acordar a la misma sensación del primer día de clases cuando conocí a Evans o el día de la playa. Él pone una media sonrisa.
No me había fijado. Pero sus ojos son del mismo oscuro que Evans. Me toca la mejilla con sus nudillos. Y su tacto es el mismo.
Mi cabeza empieza a doler y me separo sentándome de nuevo en la cama desordenada de Dylan. Ni siquiera pienso si habrá lavado o no esas sábanas alguna vez. Él se acerca. Y se sienta a mi lado.
Todo llega es Dylan. Mierda es el puto raro de Dylan. Sus lunares. Sus hoyuelos. Su mirada cuando nadamos en la piscina. Los recuerdos. Los sentimientos. Las vidas. Soy un ángel, parte de una maldición que nos separa. Debo ayudar a mis hermanos. Todo está volviendo con demasiada rapidez.
Soy... Soy de él. No soy de nadie más.
Mis cabellos caen en mi rostro. Mi cabeza está baja. Todo ha llegado. Mis muertes. Todas han sido yo dormida. Recuerdo a Evans recuerdo nuestra infancia en las vidas pasadas. Quien creería que nos amábamos para una relación. Él es o bueno era como mi hermano. El cuadro, el cuadro es...
Dylan me alza la mirada. Y me separa el cabello del rostro. Sus ojos están confundidos. No lo creo. Es él.
¡No me resisto más!
Me lanzo en sus brazos y nuestros labios se hacen uno solo. Al principio su confusión fue evidente. Pero sus suaves labios me aceptaron y yo a él.
El beso empezó a intensificarse. Y nuestras lenguas jugueteando con el labio del otro. Me hace recordar todo. Nuestra huida del infierno. Recuerdo el rostro del alma vudú atrapada en la prisión del infierno. Y junto a Christina. Dylan y yo lo liberamos.
Termino nuestro beso. Mi primer beso en esta vida- he vuelto- pongo la sonrisa más estúpida que pueda y unas lágrimas empiezan a salir.
Esa chica siempre estuvo dentro de mí. Fui yo la que evitaba hablar de este tema. Sólo estaba esperando la llegada de él. No se puede confiar en nadie. Todos son espías de Satán.
Él sonríemuy ampliamente. Limpia mis lágrimas con sus pulgares y me observadetenidamente- lo sé - me da un suave beso corto- Ha vuelto mi chica. u
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Destinados al amor.
Fiksi PenggemarEl infierno y el cielo pueden estar mucho mas cerca de lo que crees... Hasta los secretos mejores guardados, son terriblemente descubiertos por obra del destino. Soy Hanna Moon y esta es la historia en donde un chico cambia a una chica con su llegad...