Destinados al amor.

¿Quien es Evans?

Solo era un niño que necesitaba alimentarse y esa era la única forma, la única para una época en donde no existían derechos y nadie se preocupaba por nadie, era un huérfano, que todos pateaban ¿Por qué tener piedad cuando ellos no lo tenían por mí?

En el Infierno jamás supe por qué estaba ahí, sólo era un alma más mortificada y si en la Tierra sufría, en el infierno era peor, no había felicidad solo desgracias y maltratos hacia las almas castigadas y yo era una de ellas, me arrepentí, sé que era así aunque tiempo después se me olvido por qué seguía ahí. Hasta que Satán empezó a confiar en mí y me volví, uno más de ellos, un intocable y ya no me importaba lo que le pasaba a los demás incluyendo a Cristina, era buena conmigo y me ayudaba, pero lentamente dejaba de importarme ella.

Pero llegó Hanna en mi vida y mis sentimientos volvieron, lo único que quería era ser bueno por y para ella, odie en lo que me había convertido lo odie con todo mi ser y cuando rompimos las reglas, sabía que no seríamos perdonado jamás y Satán se vengaría pero no me importó, si podía estar a su lado. Dios nos perdonaría si cumplimos la promesa de regresar al infierno a al alma que liberamos, quien fue quien nos engañó y ahora estamos castigados por nuestro error que él sabe que lo hicimos por amor y por eso nos ha dado la oportunidad de compensarlo. Han pasado 100 años y esa alma es muy ágil, pero poco a poco estamos cerca de nuestro objetivo.

Cuando Hanna y yo iniciamos nuestra maldición, muchos escapamos. Pero hubo uno en especial que escapó con nosotros, y nadie sabía quién era, ni siquiera él lo sabía. Evans.

El mismo destino que nos unía a Hanna y a mí, nos puso un reto y fue un castigo por mis pecados. No sabía quién era él pero hacía que Hanna se alejara de mí.

Fue cerca de 1998, cuando Hanna no estaba conmigo que lo supe, mis recuerdos en la tierra empezaron a surgir y supe quién era él. Fue el prometido de Hanna y yo lo maté.

Me habían pagado para asesinarlo, su padre era un hombe muy poderoso de una famosa fábrica que maltrataba a sus empleados y los golpeaban, había mucha gente de color que fue asesinada por él. Era un Tirano.

Sus empleados me contrataron para matar a su hijo, no pedí información por el motivo, ni tampoco me importaba y lo maté frente a su novia, frente a Hanna. Nunca se lo dije a ella, ella creía que tampoco recordaba mi pasado.

Evans aparece antes que yo aparezca en la vida de Hanna, ambos nacen el mismo día y el destino los une, es algo que esta vez evité que se haga, él me la quitó una vez y no dejare que vuelva a pasar, fue muy difícil hacer que ella me recordará.

Ella nunca se acordó de Evans. Ninguno sabía que estaban comprometidos ni que se amaban. Solo sé que la volvía recuperar. Ambos creen que es un simple amor adolescente, pero la verdad fue un amor que no concluyo y yo hice que eso pasara. Por eso el destino me castiga haciendo que Anna vuelva al niño rubio con gran sonrisa y encantador hablado. Que evita y hace más difícil que Hanna vuelva a mí. Porque los sentimientos de la vida pasado vuelven a surgir hacia él.

Puedo ser un egoísta, pero ella es lo único que me importa.

-¿Quién es Evans?- me exige Hanna. No me había fijado que me perdí en mis propios pensamientos.

-No tiene importancia.

-¡Lo vi morir, Dylan!- dice frunciendo el ceño y poniendo sus manos en puños- Él me protegió.

¿Qué? No debe recordarlo. Eso fue antes que muriera, antes de la maldición. Antes que vaya al cielo. Mierda ¿Por qué se acuerda de él?

-Hanna....

-¡Dime quien es él Dylan!- me grita. Y veo cómo se cristalizan sus ojos. Se tranquiliza un poco- Dime quién es.

-No puedo- no puedo ni siquiera mirarla a la cara.- Ni siquiera deberías acordarte de él.