Dylan

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Estoy harto que el imbécil, me diga lo que debo hacer. Pero debo aguantar al maldito hasta que me convierta en un puto demonio y largarme de este lugar de mierda. Necesito ir a la Tierra, este lugar es demasiado horrible y tal vez me merezca esta mierda, pero ni siquiera sé cuánto tiempo estoy aquí. Mi alma sigue siendo de un puberto de 17 años.

Mis pecados los debo pagar. Todos los que estamos en este lugar porque somos castigados. Ya no me acuerdo que fue lo que hice para estar aquí. Pero debo ganarme la confianza de Satán para que me mande a la tierra a tentar a los humanos, debe ser divertido. Cualquier cosa para no escuchar los gritos de dolor ni el asqueroso olor. El ambiente es una mierda, cuando recién llegue no podía con esto y lo único que hacia es venir acá, el muro que separa el cielo del infierno y ver un poco del cielo, parece un lugar ¿Bonito?

Es divertido molestar a los ángeles, pero ninguno me presta atención... ¿Cómo será estar allá?

No te acerques, linda- le digo a una alma-ángel. Se los distingue por su sexo y ella es mujer una hermosa mujer y los ángeles simplemente son asexuales. Medio abre la boca de asombro y admiro un poco su limpio y delicado rostro, sus gruesos labios me atrapan y su mirada inocente me cautivan.

Em, okey.- dice ella con suavidad- ¡Hola! - me manda una delicada sonrisa.

Hola- le dedico una media sonrisa y me paro de la negra roca que estaba sentado y me acerco un poco a ella. La observo para analizarla y lo único que hace ella es quedarse quieta sin moverse- Puedes relajarte.

Oh! Lo siento. Solo que es mi primera vez aquí y me dijeron que no confiara en nadie y tenga cuidado...- dice mirando un poco asustada por ver como es el infierno

Es verdad- digo cruzándome de bazos- no debes confiar en nadie- me acerco poniéndome frente a ella sin tocar el muro.- Como en mi.

Veo como traga saliva muy fuerte. La niña esta asustada. Frunce el ceño y se sienta en el blanco puso y dobla las piernas.- ¿Qué haces?-le pregunto con asombro, creía que se iría. Pero no lo hace mas bien... ¿me desafía?

-No me das miedo- dice arqueando una ceja. Bueno me desafía.

Imito su posición y me siento frente a ella. Lo único que nos separa es este estúpido muro.

-Mier...

-¡¿Qué pasa?!- dice Hanna asustada. Estaba dormida.

-Lo siento, un perro se nos cruzó.- Ya tengo el control del carro. Desperté a Hanna.

-¿Lo mataste?- me mira preocupada.

-No- miro el retrovisor y el perro está caminando como si nada paso. Alivio.

Me manda una sonrisa de alivio y se acomoda para volverse a dormir.- Volveré a dormir.- me dice mientras se tapa un poco con la manta que le di.

-¿Estas cansada?- le digo mirando el camino.

- No- me sonríe aun con los ojos cerrados. Realmente es hermosa, solo quiero besarla. Pero es algo que no puedo, hasta que recuerde que me ama y si no sigo las reglas lo recordara a él y no quiero que esa mierda vuelva a pasar.- ya te dije quiero recordar- sonríe mostrándome los dientes. Estoy orgulloso de ella.

-¿Hanna?

-¿si?

-Te amo- todos estos años de espera he querido volvérselo a decir y extraño que ella también me lo diga. Extraño sus labios. La extraño. Pude ver como se sonrojaba. Eso es bueno quiere decir que la hago sentir algo.

Destinados al amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora