Destinados al amor.

Lunares...

Dylan me acompañó a todas las clases de hoy...Incluso a las que él no debía asistir, pero un par de manipulaciones lograron que no se alejara de mí.

Estamos sentados en mi mundito, es un día fresco. Miro a Dylan que lee un libro muy gordo. Mientras su cabeza está reposando en mi muslo desnudo. Hoy me puse un vestido turquesa de unos que me regaló Anna. No es de lo que muestra, me resalta la cintura y se habre como hada al llegar a mis caderas y lo decora una delicada correa blanca, pero se me ve muy tierno puesto. Creo que estoy cambiando. O bueno mejorando, porque un cambio es dejar todas las cosas atrás y es algo que no haré, solo mejorare.
-¿Dylan?- digo mientras mastico la manzana que Evans me dio.
-Dime- alza la mirada y frunce de inmediato el ceño- ¿Por qué comes esa manzana?

Trago la manzana-La comida no se bota- digo con la boca media llena para no discutir y cambiar de tema.
Se ríe y al mismo tiempo asiente- Entonces comparte- sonríe- La comida no se mezquina- sonrío, por su buen humor.

Estiro mi mano para pasársela- Dámela tu- hace un puchero.- Me hace querer sonreír aún mas- Mis manos están ocupadas- dice mientras alza su libro que sostiene con ambas manos.
Con cuidado a no pegarle un manzanazo. Intento que se vea un poco...sexy. En la forma en que se la vaya a dar. Mientras la muerde sonríe en la roja fruta. Una sonrisa que me hace calentar mis mejillas y me enloquece. Casi me marea lo que siento. Estas emociones me hacen débil al expresarme y es casi incontrolable.

Cuando termina de masticar, observo su pálido rostro y veo cada uno de sus lunares. Me siento una tonta, al ser tan expresiva.
Veo como él sonríe y se le iluminan sus ojos.
-Recuerda cada parte de mí, Hanna-cierra los ojos, cuando acaricio su mandíbula y subo por sus pómulos rosando cada lunar, él sonríe un poco.- Hasta con los ojos cerrados te describiría.- sonríe tiernamente, mientras sus ojos aún siguen cerrados.- Conozco cada parte de ti. - Sus palabras me intimidan. No puedo creer que haya alguien que intimide de esta manera a Hanna Moon y es nada más ni nada menos que Dylan O'Brien.

Pongo la manzana a un lado. Tapo sus ojos con las yemas de los dedos. Ambas manos cubren sus ojos.- ¡Te desafio!

Alza sus labios en forma de pato- Vas a perder.-dice. Aprieto un poco más sus ojos, sin tratar de lastimarlo.-Tienes una un cicatriz en la ceja- asentí.- Tus uñas son cortas. No puedes mantenerlas largas.- alza su labio inferior- tu mentón lo tienes en forma de culito- se me suelta una risita y su sonrisa se le pronuncia aún más.

Suelta su libro y alza una de sus manos- Tus lunares están acá- Me separa un poco mi labio inferior cuando toca con suavidad los únicos lunares que tengo en mi rostro. Son un par de puntos cafés, que están bajo mi labio, casi donde termina la boca, de forma inclinada.

Casi no tengo lunares y si los tengo son pequeños. Pero me gustan. Pone una media sonrisa y alza con suavidad mi mentón.- También esta...- baja su mano a mi pantorrilla y toca otro lunar.- Este negrito.-dice. Tiene el dedo exactamente donde tengo mi lunar. Sube su mano rozando un poco más arriba de mi rodilla. Se muerde el labio inferior. Sin darme cuenta yo también lo hacía. Nadie me había tocado tan lejos, tampoco me hacía sentir así. ¿Qué me haces Dylan?

Dylan sube y acaricia mi brazo desnudo hasta llegar casi a mi codo. Tengo una peca del tamaño de la cabeza de una tachuela- Esta pequita...- dice sonriendo con diversión. Su sonrisa se le extiende aún más.

-¿Quieres que llegue a mis favoritos?- dice con descaro. Confundida lo libero de mis manos.

-¿Favoritos?

-La peca que tienes en tu... - dice con una gran sonrisa de diversión- seno izquierdo.- lo miro avergonzada. Y pone esa mirada de descaro.
Ahora sí estoy completamente roja. Suelta una carcajada- Y bueno un lunarcito que tienes en tus otros labios- dijo con gracia. MORI.

Me paro de inmediato y lo miro algo horrorizada. No sabía que tenía un lunar ahí abajo.
-Espero que ya hayas empezado a rasurarte- dice serio.
No puedo ni siquiera mirarlo a la cara.
-¡Cállate!- grito y se nota la vergüenza en mi voz.

Eso provoca que su carcajada sea aún más fuerte. Estar con Dylan me hace sentir cómoda. Pero ahora me siento muy avergonzada y furiosa por su estúpido comentario. Sigue riéndose...
¡me harté!

No voy a ver a ningún idiota riéndose de mí. Veo la manzana que me dio Evans y me siento apenada por él.

Agarro mi cartera y salgo de mi mundito. Sé que es él quien se tiene que ir. Pero me da lo mismo en este momento.

- Hanna...- dice Dylan aun parado de donde lo dejé- Lo siento.

-sé que tenemos historia- digo triste. Aun dándole la espalda.- Solo...solo déjame sola.

-Lo siento- su tono es sincero. Y así no lo esté viendo, sé que lo dice enserio.

- Yo también lo siento...

Escucho a Dylan acercarse- No vengas...Necesito pensar.- Exijo. Aun no puedo mirarlo.

**********Dylan**********
A veces sé que me comporto como un idiota y ahora que avergoncé a Hanna...Soy un imbécil. Ella aun no asimila por completo esto. Dañé el momento que tenía con ella.

Justo ahora que la sentí tan cerca a mí. Su alma me reconoce. Falta ella... que lo haga de verdad.

Ahora que lo pienso me pasé un poquito.