No es lo mismo ser humano que pecador

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- Tu habitación es una mierda- digo frunciendo el ceño.

Saca una pequeña carcajada.- Vamos amor- besa mi cien- Sabes que eres el orden de nuestras vidas y yo el que ayuda a que tengas un trabajo- dice engreído.

Golpeo su hombro- no arreglaré esta mierda. - me paro y me voy a mi habitación él me sigue.

-Hanna esa mierda no se arregla sola.- estamos sentados en mi cama- Eres un machista- digo, sé que está bromeando. Pero se oyó tan siglo xx.

Se me lanza colocándose encima de mí y coloca mis brazos arriba para que evite defenderme. Entrelaza nuestras manos- Te extrañé - dice acercándose y dándome un pico- mucho- besa mi mejilla derecha- mucho- luego la izquierda- ¡Demasiado!- esta vez fue en mis labios- me libera y toco su rostro y bajo lentamente a su torso.

Mi cuerpo se mueve al mismo ritmo que el suyo. Besa mis lunares que están cerca de mi labio inferior y baja para besar mi cuello. Sus besos suben a mi oreja. Se me escapa un gemido y sus labios forman una sonrisa contra mi oreja. Con lentitud me paro y le quito la camisa. Y me siento en él. Muerdo su mentón y empieza a gruñir.

Sé lo que le gusta.

Mis caderas empiezan a moverse y beso cada uno de sus lunares que tiene en su mejilla izquierda. Él me detiene.

-Anna está abajo. - dice. Sé que no quiere parar esto. Pero tiene razón.

-Haz que se vaya- empiezo a besar su pecho descubierto y me encuentro con el resto de sus lunares. Él gime y nuestras respiraciones empiezan a ser agitadas.

-Esta cocinado- me alza para besarlo en la boca.

Me separo mirándolo confusa y frunzo un poco el ceño- dijo que traerían comida- digo. Lo abrazo y enredando mis dedos en su cabello.

-Pues creo que decidió cocinar- dijo algo frustrado. Ambos nos encojemos de hombros y me estiro sin separarnos para pasarle su camiseta.

Nos extrañamos y esto es el amor. Una intimidad que ambos queremos compartir. El sexo es algo más, que simplemente físico.

-No me dejaste ver a mis favoritos-me besa. Aún estoy sentada en él. Veo cómo se coloca la camiseta y se vuelve a acercar colocando sus manos en mis caderas.

Sé que habla de mis lunares, Pues él ama cómo están colocados.

-¡Los extraño!- hace un puchero.-Y creo que tu también- me mira pervertido. Creo que me puse roja...Estoy riendo nerviosa.

Se dio cuenta que besaba a sus negritos. Me levanto- No...- Arrastra la palara, quejándose.

-Anna nos verá - digo.

Se queja. Pero me libera.

-Volveré esta noche- me besa dulcemente en los labios.

Veo cómo se va por mi ventana. Y me despido con las manos cuando lo veo en el otro lado. -limpiaras esa habitación- digo- solo tienes una cama. Ni es mucho - pone los ojos en blanco. Le mando un beso bolado y él hace como que lo recibe.

Somos unos maricas muy cursis.

Cierro mi ventana y bajo con Anna. Donde me dice que se peleó con Bratt y que botó la comida que él trajo. Es raro ella no es de la que desperdicia comida. Nos pusimos al día y me contó que lo hizo con el piloto. Y que luego se enteró que era casado. Pero que no le importó porque se lo hizo bien. ¡Agh!

Antes la hubiera callado. Con solo oír "coger". Pero esta vez la Callé. Pues el hombre es casado.

Soy más humana que ángel. Pero sé que eso está contra de las reglas. Está bien soy una grosera. Por mis tantas malas palabras. Pero eso no me identifica. Lo importante son las acciones. Sin buscar recompensa.

Simplemente. Hay cosas que te definen como humanos y como pecadores. Y en eso estoy clara.

Dylan y yo no estamos casados. Pero no es necesario un papel o una orden de otro humano. Para decir que nos amamos. Eso lo sabemos los dos. Es nuestro y luchamos por ello.

El señor no juzga las cosas hechas por amor, sin dañar a alguien. Él simplemente nos quiere ver feliz. Somos sus hijos y todo padre quiere eso.

Anna es así. Pues ella es muy provocativa para los hombres. Pero es buena persona. Al menos con migo. Ella es a quien le debo mi cuidado de esta vida.

Le conté lo de siempre. Pues omití a Evans y a Dylan. Obviamente.

Bratt la llamó y se fue. Así de simple estos dos se reconcilian. Bratt la ama de verdad. Pero Anna es como si no dejará de ser así y no le interesa dejarlo.

Mañana es viernes. Esta semana se fue volando. Es algo que no importa. Tal vez mañana sea mi último día de clases. Esto nunca me importó. Tengo cosas más importantes que hacer...Comenzando por Evans.

A Anna le daré una casa en la playa como ella siempre quiso y un mejor carro. Con cierta cantidad de dinero para recompensarla por mi cuidado. No la dejaré sola. Pero estar cerca de mi o saber de mi simple existencia es un peligro para ella. Ningún humano puede saber esto. La verdad de la existencia de la vida es algo que ciegamente ellos deben creer. Esa es la fe.

...

Siento unos brazos en mi cintura que suavemente me cubren. Me recuesto en su regazo. - ¿Qué piensas amor?- dice Dylan en mi oído.

-Mañana será mi último día de clases- digo. Estamos acostados de cucharita.

-Solo asististe una semana- besa mi mejilla- eres una vaga. Hanna Moon- besa la parte de atrás de mi cuello- eso está mal.

- ¿Que sabes de Evans?- se tensa y se separa. Me giro colocándome frente a él.

-Eres buena para cortar los momentos...- se encoje de hombros- lo mismo que tú.- me siento exaltada.

-¡Te fuiste dos días!- Grite pero bajé la voz, antes que Anna oyera- Casi te olvido por completo y me dices que sabes lo mismo que yo- se prendió esta mierda. Pues ese idiota no hizo nada.

Frunce el ceño- ¡Ah, pues no!-Me imita - La que se quiso ser su pinche amiguita. Cuando le advertí que no se acerque a él.

Tiene razón. Pero no ganará.

-Igual te largaste y en ese entonces no sabía nada.- digo

Se encoje de hombros cansado- Chris va a investigar.

-¿Chris? -

-Tina. -dice aburrido- ahora es Chris.

-¡ah! - Christina es un alma vieja. Ella nos ayudó a descubrir lo de la maldición. Tina siempre quiso ser un hombre. Espero que "Chris" sea correcto. Pues ella es guapa. O bueno lo era. Perdió su verdadero cuerpo. Cuando se enfrentó a los demonios que venían por nosotros. Y desde ahí está de cuerpo en cuerpo.

-¿Podemos parar? - dice Dylan.

Gané y sonrío muy feliz.

Asiento. -Pero mañana debemos saber. Por qué Evans se robó mí, cuadro.

Dylan me mira confundido. Pero asiente.

Nos acostamos y duermo en su pecho, su brazo cubre mi hombro.

Esa frase ha estado conmigo desde siempre. Esta vez lo hice cuadro. Creo que guarda algo importante para nosotros.

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Destinados al amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora