Capitulo 8.

91 27 10
                                    


Mi madre siempre solía decirme "No cometas ningún delito o iras a la cárcel" bueno...Creo que no estoy tomando consejo porque estoy en el barrio más rico de Nueva Orleans y si no estoy equivocado, aquella jovencita y yo podríamos ir presos por allanamiento. ¡Joder! Admito que esto está de puta madre. Es como si estuviera visitando a mi padre en Londres. Sin embargo, podía sentir como las tripas en mi estómago se revolvían, estaba en el cuarto nervio, de esos que te dan hasta ganas de cagar. Aún que quizás todo podría salir bien y no iríamos a la cárcel..¡Ja! ¿Maldita sea, a quien engaño? Es como dicen "cada quien se engaña con la mentira que más le gusta" y técnicamente nada de esto saldría del todo bien.

—¡Poppy! ¿Quien vive aquí?—susurre caminando en puntillas por la sala. Todo estaba a oscuras, tal vez la familia que vivía en esa gran casa no se encontraba.

—Recuerdas la cena elegante en tu cita —asentí—. Bienvenido a la casa de los Cale—Trague con fuerza y gire sobre mis talones para salir de esa casa, pero la chica me detuvo—. ¡Wow! Tú no te vas a penas comenzamos —tiro de mi brazo hasta que logró arrastrarme a la planta alta.

—¡Esto es un gran error! —gruñí. La chica me encaro y se cruzo de brazos, soltó un bufido rodando los ojos al cielo, seguido de levantar su dedo índice para decir:

—No estoy aquí porque quiero, estoy aquí para recuperar algo que me pertenece—soltó <<Que no sea ropa interior, Que no sea ropa interior >> pensé —. Y no es ropa interior —¡Gracias dios!

—Si no es eso...¿Entones que es?

—El dinero que me debe después de hacerme pasar por su "novia"—dijo—, ayudar a alguien con una conquista es un trabajo fácil, pero obligarme a usar vestido y tacones ya tiene un precio muy alto y sobre todo si se trata de prestar mi imagen —abrió una puerta, era la habitación de Seth era un verdadero desastre, pero no preste atención a ello si no hasta donde la chica se dirigía <<una pequeña caja en una esquina con ropa interior sobre ella>>, la removió sin asco y sacó una llave de su bolsillo, le dio la vuelta y esta tenía un candado—. La parte más divertida de todo esto, es que el sulfato de magnesio sirve muy bien.

— ¿Sulfato de magnesio?

—Vierte una cantidad muy grande en tu bebida e intenta no cagarte encima.

— ¡Maldita loca!—negué con gracia ante ella, metió la llave en el candado pero cuándo la iba a abrir una gran alarma sonó.

¡Okey! Desde ese día jure que mas nunca me metería en los asuntos de Beezus Greer Lowell, si termine preso por su culpa, en cualquier momento podría terminar estéril o posiblemente picado y regado por distintas partes del mundo y seguramente hasta en Pekin habría un cartel que diría "Yace aquí el difunto incompleto"

Sin embargo admito que no estaba arrepentido, había pasado la noche quejándome al lado de la chica mientras esta solo se reía de mí. Siendo sincero jamás imagine caer en manos de la ley a tan poca edad. Los padres de Beezus pagaron ambas multas, pero tan pronto como salimos mi madre me castigo por una semana entera, cuando entre en mi habitación lo primero que hice fue asomarme por la ventana y observar a la joven que reía al otro lado de la calle mirando justo en donde me encontraba, paso sus manos bajo su camisa y se quitó el brasier caminó hasta mi buzón y lo dejo en el sacando la lengua y el dedo de corazón hacia mi dirección, desde ese día no la volví a ver. Hasta que se coló nuevamente entre mis sueños.

— ¿Hermano que harás hoy?—pregunto Derek.

—Iré a ver a Ximena—dije.

— ¡Cool! Llevas condones, y no cometas alguna burrada. Te acostarás con una de las bellezas más grande de este colegio... Claro, seguida de mi hermosa novia.

¡Hey Poppy! Fucked, fucked Poppy |H•S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora