15 de septiembre.. ¿Les suena esa fecha? Si…hoy es, o mejor dicho, hubiese sido el cumpleaños de David, un cumpleaños que para todos los que le conocemos, seguramente habría sido celebrado a lo grande!
Pero David ya no está, aun así no deja de ser una fecha importante, una fecha que recordar, una fecha a la cual se sumaría nuevos momentos que jamás se olvidaran.
Camila y Lauren caminaban agarradas de la mano del pequeño Alex, el niño observaba en silencio todo lo que le rodeaba y su rostro reflejaba algo de miedo.
Allí estaban, en el cementerio, acercándose poco a poco a la tumba de David, como le prometió la morocha a su hijo.
Lauren llevaba en una de sus manos un pequeño ramo de flores, antes de salir de casa, la pareja había hablado con Alex, explicándole dónde iban a ir, no querían que el pequeño se imaginara cualquier cosa, como que realmente vería a su padre.
Camila había avisado a Ryan y al resto de los chicos para que fueran un poco después, para "celebrar" aquel cumpleaños, como lo hacían cada año desde que David ya no estaba con ellos.
Poco a poco se iban acercando a la lápida, la morocha agarraba con fuerzas la mano de su hijo mientras sus ojos se tornaban vidriosos, siempre le pasaba cada vez que venía. Por mucho que pasen los años, por mucho que te acostumbres a la ausencia de un ser querido, siempre queda ese pequeño dolor en tu corazón cada vez que te encuentras frente a la realidad, una realidad que en este caso aparecía bajo la forma de una lápida con un nombre escrito sobre ella, un nombre demasiado importante para no llorar.
Camila y Lauren detuvieron los pasos, mirándose rápidamente, conscientes de que había llegado el momento, porque ya estaban frente a la tumba. Alex miraba a sus madres un tanto inquieto, no parecía gustarle mucho aquel lugar y se veía impresionado, preguntándose como su padre se encontraba allí.
-Mi amor… - Lauren miro al pequeño – Ya…ya hemos llegado…
-¿Aquí está papi? – Pregunto con dulzura
Camila se arrodillo frente al niño.
-Si…ves…¿ves esa piedra grande? – Alex asintió – Pues papi está ahí…
El pequeño miro de nuevo la lápida.
-¿No está en el cielo?
Lauren se arrodillo a su turno.
-Claro que está en el cielo, pero cuando una persona se va al cielo, aqui le ponemos una piedra grande, para poder venir a hablar...a llorar o recordar...
Alex se quedo algunos instantes en silencio, analizando la situación en su cabecita mientras que Camila y Lauren se lanzaban miradas entre ellas. El pequeño se giro hacía la morena y atrapo el Ramo de flores para luego dar un paso al frente.
-Hola papi…sé que estás en el cielo, pero mama dice que si te hablo aquí me escuchas… - Hizo una pausa mientras dejaba las flores sobre la tierra – Te traje flores, mami dijo que te harían sonreír…
Camila no podía evitar llorar, todo sería tan diferente si su amigo siguiera con ellas, aunque…a lo mejor, si su amigo no hubiese muerto, Alex no hubiese nacido…y entonces recordó las palabras de David "Todo ocurre por una razón, pues mi muerte también".
La muerte de David nunca tuvo sentido, por culpa de un borracho, el chico perdió la vida…pero aquella perdida trajo un regalo al mundo, el regalo más hermoso e increíble…su hijo, un hijo que ahora mismo se encontraba de rodillas hablando sin cesar, contando historias sin sentido que hacían sonreír a la pareja.
-Por eso mama siempre me regaña, dice que los gatos tienen que comer en el suelo…entonces yo le dije…
El pequeño seguía hablando mientras Lauren rodaba los ojos.

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Destinadas
Romance"Tu lo llamas casualidad, yo lo llamo Destino. De alguna manera Tu y Yo estamos destinadas a estar Juntas"