32- Se termino

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Ryan y Camila regresaban en silencio al departamento de la morocha, cada uno perdido en sus propios pensamientos, recordando una y otra vez aquel extraño adiós vivido en el cementerio. El más afectado era Ryan, para él todo aquello era una locura, la morocha en cambio, llevaba dos semanas viendo al chico y aunque ella también lo definía como locura, al menos se había casi adaptado a ello.

Pero ahora, Camila sabía que nunca más volvería a verlo, David se había marchado para siempre. Estás dos semanas fueron realmente difíciles en todos los sentidos, su relación con Lauren era un desastre y las apariciones de su amigo no habían ayudado para nada. Aunque ahora lo entendía, ahora entendía él porqué.

El día del entierro, Camila no quiso ir y con la excusa de sentirse mal, regreso a su casa, Ryan fue su acompañante, la morocha le pidió varias veces que regresara pero Ryan se negó…en realidad, el chico tampoco se sentía preparado para decir adiós al qué había sido un hermano para él…y así, durante dos semanas ninguno de los dos se atrevió a visitar la tumba de David…hasta hoy…y aunque en el fondo seguían sin estar preparados para ese maldito adiós definitivo. David les había obligado.

Y ahora ahí estaban, los dos en silencio, entrando a casa de la morocha.

Camila abrió la puerta, chocando con una inmensa oscuridad, la noche había llegado y su casa se sentía tan fría y vacía.

-¿Quieres…quieres tomar algo? – Pregunto rompiendo al fin aquel silencio

-Si por favor….dame lo más fuerte que tengas! – Los nervios seguían a flor de piel

-Ok…creo que yo también necesito una copa!

La morocha se perdió en la cocina, mientras que Ryan entraba al salón, se quito la chaqueta y se sentó en el sofá mirando hacia la puerta de la habitación de David.

-Fuiste especial hasta para marcharte… - Susurro para sí mismo

Camila apareció tras él con una botella de tequila y dos shots, se sentó a su lado y relleno los vasos.

-Toma…

-¿No estamos locos verdad? – Pregunto atrapando su chupito

-No lo sé…pero me alegra no ser la única que lo haya visto…

-No me puedo creer que ya no esté…tengo la sensación que esa puerta – Señalo el cuarto del chico – Se abrirá en cualquier momento y David saldrá sonriente, quejándose de algo – Sonrió

-Yo también…

Otro pequeño silencio se hiso presente mientras que la morocha volvía a rellenar los shots.

-No quiero seguir con la banda… - Lanzo de repente, Camila miro hacía él – No sé…todo comenzó con David, él nos llevo a todos en este sueño, la mayoría de las canciones son suyas…no me siento capaz de ocupar su lugar…

-No vas a ocupar su lugar…solo tomaras las riendas…

-Era su sueño desde pequeño…yo solo me uní a él… - una lágrima empezaba a caer sobre su mejilla – Siempre llevaba su guitarra a todas partes, era como su novia – Sonrió – Él me enseño a tocarla, aunque después me decidí por el bajo.

Camila escuchaba a su amigo, llorando en silencio.

-No sé cómo seguir sin él… - Confeso

-Yo tampoco… - Suspiro – Pero David tiene razón, debemos retomar nuestras vidas…tengo que recuperar a Lauren…

-¿Qué pasó?

-Fui una egoísta…se fue a casa de su hermana…

-Yo también me pelee con Ally

DestinadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora