31- Dejarte ir

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Dos semanas, dos largas y horribles semanas habían transcurrido desde que David tuvo aquel mortal accidente. Dos semanas de silencios incómodos, dos semanas de peleas, dos semanas de dolor, dos semanas de preocupación por parte de Lauren, que veía como su chica cada día se hundía más en la oscuridad, cerrándose al mundo, pero sobre todo a ella.

La morena se sentía perdida, no sabía cómo actuar ni cómo ayudar a Camila. Le dolía tanto verla sí y aun más al darse cuenta que nada de lo que hacía surgía efecto.

Camila ya no era ella, era un alma en pena que no conseguía levantar cabeza, llorando cada noche, alejándose de todo y de todos, encerrándose en ella misma...pero lo que más le preocupaba a la morena, eran esos momentos que su chica parecía tener a ratos...momentos que cualquiera definiría como locura.

Más de una vez, Lauren encontraba a su novia frente a la puerta de la habitación de David hablando sola o preparando la mesa para tres...como si el chico pudiera llegar en cualquier momento.

Lauren lo había hablado con Ryan, este último intento varias veces ayudar, pero Camila no lo dejaba. Todos estaban preocupados, sabían muy bien lo que David representaba para la morocha, pero jamás imaginaron que se vería en ese estado.

-Camz...amor...¿No piensas levantarte? - Le pregunto dulcemente entrando en la habitación.

-Déjame!

-Mi amor...no puedes seguir así...

-He dicho que me dejes! - Grito

-Como quieras! - Respondió medio enfadada cerrando la puerta de un golpe.

Todo se había vuelto insoportable, la tensión se palpaba en el aire y Lauren ya no podía más. Ella también estaba triste por todo lo ocurrido, ella también sentía dolor aunque no fuera comparable con los sentimientos de su novia, Lauren también necesitaba a alguien a su lado, necesitaba amor, necesitaba un abrazo, un hombro en el cual llorar.

Sin saber qué hacer, la morena avanzo hacía el sofá sentándose sobre él, sintiendo una soledad inmensa. El pequeño Sogno llego lentamente y empezó a juguetear con sus pies. Lauren no pudo evitar sonreír alzando al gatito en sus brazos.

-No sé qué hacer... - Hablaba al gato como si este último la entendiera - Está mal, pero no me deja ayudarla...

Sogno emitía pequeños "miau" y Lauren se abrazo a él mientras que una lágrima solitaria descendía por su mejilla.

Mientras tanto, en la habitación de la morocha, Camila se encontraba en la cama, completamente ausente de todo.

-Sabes morocha...no me gusta verte así!

-No eres real! Ya no estás! Ya no estás!

-Cierto, ya no estoy...pero tu mente sigue viéndome, ¿Por algo será, no?

-Me estoy volviendo loca! - Hablaba hundiendo su rostro en la almohada y cerrando sus ojos con fuerzas.

-La locura es un don! - Dijo sonriendo

Camila no respondió, sentía que nada tenía sentido, todo a su alrededor se había desmoronado, David ya no estaba aunque su mente seguía viéndolo, con Lauren las cosas andaban mal y todo por su culpa, por culpa de ese dolor que no desaparecía. Tenía miedo de perderla, pero no podía evitarlo.

-¿Vas a salir algún día de está cama? Digo...si al menos estuvieras desnuda y con Lauren en ella...no me quejaría!

-No eres real! No eres real! - Repetía

-Basta! Me vas a escuchar porque no pienso repetirlo!

La morocha abrió los ojos sorprendida, la voz del chico sonaba tan cerca, tan real.

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