Capítulo 17: La estupidez del astuto

375 14 2
                                    

¡Hola! Gracias a todos por sus lecturas y comentarios, me súper ayudan :) Falta poco para que termine este fic, así que no se asombren si hago dos capítulos más :/ 

¡Saludos y los dejo con el capítulo!

------------------------------------------------------------------------------

—Será mejor que nos tomemos el estofado con calma, ¿recuerdas la primera noche en el tren? La comida pesada me hizo vomitar, y ni siquiera estaba muriéndome de hambre por aquel entonces—le comento a Katniss.

Observamos el paracaídas con la comida que nos envió Haymitch. No había nada en la tarjeta, sólo "Tengo mi fe (y dinero) depositado en ustedes. - H). Qué bonita frase de aliento, Haymitch.

—Tienes razón—contesta ella—. ¡Podría tragármelo entero de un bocado!

Aunque deseo hacerlo, reprimo mis ganas de devorar todo. Nos repartimos un pan cada uno, media manzana y apenas un poco del estofado. Con los cubiertos que nos dejaron en el paracaídas voy sorbiendo todo de a poco, cuidando que mi estómago no cruja demasiado. Una vez terminado el plato, miramos con anhelo sus restos.

—Quiero más—murmura Katniss.

—Yo también. Vamos a hacer una cosa: esperamos una hora y, si no lo aguantamos, nos servimos más.

—De acuerdo. Va a ser una hora muy larga.

Se me ocurre algo. Uno los cabos, sumo dos más dos y me doy cuenta: cada vez que pasa algo interesante, nuestro mentor nos envía algo. Entonces, si acción quieren, acción les daremos.

—Quizá no tanto—digo—. ¿Qué estabas diciendo justo antes de que llegase la comida? Algo sobre no tener… competencia…, que soy lo mejor que te ha pasado…

—No recuerdo haber dicho eso último—dice nerviosa ella.

—Ah, es verdad, eso era lo que estaba pensando yo. Ven aquí, me estoy helando.

Me acerco al saco, me meto en él y nos acomodamos. Ella sobre mi hombro y yo rodeándola.

—Entonces—salta Katniss—, ¿ni siquiera te has fijado en las otras chicas desde que teníamos cinco años?

—Me fijaba en casi todas—admito—, pero tú eras la única que me dejaba huella.

—Seguro que a tus padres les encantaba que te gustase una chica de la Veta.

—No mucho, pero no me importaba nada. De todos modos, si volvemos, ya no serás una chica de la Veta, serás una chica de la Aldea de los Vencedores.

La Aldea de los Vencedores es una parte privada del Distrito 12 (que está en todos los Distritos), construida por el Capitolio con el fin de que cada uno de los vencedores viva en ella a partir de su regreso de los Juegos. Sólo hay doce casas, y, en la actualidad, sólo una está ocupada en nuestro Distrito.

—Entonces… ¡nuestro único vecino será Haymitch! —exclama ella.

—Ah, será maravilloso: Haymitch, tú y yo. Y muy acogedor: picnics, cumpleaños, largas noches de invierno junto al fuego recordando viejas historias de los Juegos del Hambre…

— ¡Te lo dije, me odia! —ríe.

—Sólo a veces. Cuando está sobrio, no lo he oído decir ni una cosa negativa sobre ti.

— ¡Si nunca está sobrio!

—Claro, ¿en qué estaría pensando? Ah, sí, es Cinna el que te quiere, más que nada porque no intestaste huir cuando te prendió fuego. Por otro lado, Haymitch… Bueno, si fuera tú, lo evitaría en todo momento. Te odia.

Las crónicas de Peeta Mellark: Mis primeros Juegos (LCDPM #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora