-Y llegamos, linda casa - dijo el chico misterioso.
-Gracias - dijo Katie decaída - por cierto, ¿cómo te llamas?
-Me llamo Ryan ¿y tu?
-Katie - contesto a secas
-Mira Katie yo no sé porque estabas llorando pero si es por un chico tengo el deber de decirte que ningún chico vale la pena, ningún chico merece tus lágrimas, eres una chica muy linda, no llores - le sonrió.
-Gracias - dijo Katie con una media sonrisa - ¿y por qué me estas ayudando? No quiero sonar descortés, es más estoy muy agradecida, pero normalmente la gente no es como tu.
-Lo sé, sólo tómalo como un favor, ¿paso por ti mañana a las 6 de la tarde?
Katie lo miro confundida.
- ¿Qué? Pero si yo no acepte salir contigo, además tengo novio.
Ryan río.
-Por eso dije que era un favor, si sales conmigo me estarías devolviendo el favor, y tu novio, ¿por el que estabas llorando?
Katie volteo su rostro hacia afuera, lo que dijo Ryan no fue lindo.
-Me recoges mañana a las 6, sólo lo hago porque te estoy devolviendo el favor, porque sino no lo haría.
-Lo siento por lo que dije, no fue mi intención, pero me estas juzgando mal, verás que soy muy buena persona.
Katie sólo sonrió y salió del auto de Ryan.
Narra Katie:
Entre a mi casa y no había nadie, típico. Encontré una nota en mesa de la cocina:
"Nos fuimos a una reunión, no nos esperes despierta, regresaremos tarde."
Era típico de mis padres dejarme siempre sola, ya me acostumbre, pero bueno en este momento quería estar completamente sola, pero no me iba a deprimir como me lo dijo Ryan, ningún hombre merece mis lágrimas.
Estaba cambiándome y poniéndome la pijama y suena mi celular, era el, Beau, decidí no contestarle y dejarlo sonando.
Baje a la cocina a tomar un vaso de agua y ver si había algo de comer. Comí unos chocolates que habían en la refrigeradora y regrese a mi cuarto.
10 llamadas perdidas y un mensaje, todos de Beau.
Decidí leer el mensaje, que decía:
"¿Por qué no me contestas el teléfono? ¿Te he hecho algo? ¿O estas ocupada? Por favor llámame a penas veas este mensaje."
Ni lo sueñes, y arroje mi celular lejos.
Estaba a punto de irme a dormir cuando tocaron la puerta de entrada.
A esta hora ¿quién diablos puede ser?
- ¿Quien es? - grite, pero nadie respondió.
Abrí la puerta y me encontré con el, con la persona con quien menos quería hablar en este momento.
- ¿Por qué no me contestas el teléfono? Me tenías preocupado.
Yo sólo me límite a observarlo y después de un rato tratar de cerrarle la puerta, si tratar porque me lo impidió.
- ¿Qué pasa porque me quieres cerrar la puerta?
Me harte y explote.
- ¡Dímelo tú, ¿dónde estabas?!
- Estaba en una fiesta, con unos amigos.
- ¿Sólo con amigos o también habían chicas?
- Sólo amigos.
- ¿Y todavía tienes el descaro de mentirme?, te besaste con Sophie, la besaste - lo último lo dije en un susurro porque ya no podía aguantar más, tenía un nudo en la garganta.
- Mi amor, ¿por qué dices eso?
- ¿Por qué lo digo? Porque Sophie misma me lo dijo.
- Pero ella no te dijo lo que realmente pasó, si nos besamos, pero ella me beso, ella fue, yo no quería, yo sólo te quiero besarte a ti, por favor perdóname, te amo.
- ¿Tu todavía sigues sintiendo algo por ella? - pregunte con una lágrima ya deslizandose por mi mejilla - por favor contéstame con sinceridad.
- Sinceridad, bueno te diré la verdad, cuando me beso sentí algo, pensé que era algo así como cariño, pero luego me di cuenta que estas tu, algo por lo que luche y no te desharás tan rápido de mi - dijo lo último con una sonrisa.
Yo sólo reí un poco porque seguía llorando.
- Ahora ya no llores, porque me duele ver que estés llorando, te quiero muchísimo bebe.
- Gracias - dije con una sonrisa y nos dimos un corto beso.
- Bueno ya me tengo que ir porque ahorita salen tus padres y me encuentran aquí.
- No, no están, por favor quédate conmigo, no quiero estar sola - dije con un puchero - no creo que vengan hasta mañana en la tarde, ellos son así.
- Mmm...bueno esta bien sólo por ti mi pequeña princesa.
ESTÁS LEYENDO
True love is not easy
Ficção AdolescenteUna chica de 16 años, de estatura media, cabello castaño claro, ojos marrones muy claros, rasgos muy finos. Rebelde, pero buena gente. Muy amable. Cariñosa. Esa es Katie. Y el un chico de 23 años, estatura alta, cabello rubio, ojos celestes. Mujeri...