Una Visita Inesperada.

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(...)

Al caminar por la entrada de la Penitenciaría, Cicerón, no podía evitar sentirse mas que asqueado por el deplorable estado del lugar. Éste apestaba a desinfectante barato y a humedad.

Los guardias de turno, le abrieron las rejas de un largo y aparentemente interminable pasillo. Las lamparillas del corredor parpadeaban con una sincronización exasperante. Sus zapatos lustrados y de un corte italiano, fino, repiqueteaban al caminar.

En uno de los tantos cubículos, con gruesos cristales transparentes, un hombre de espaldas a la puerta aguardaba su visita.

Cicerón, apretó los puños y acomodo su corbata. Entró, el rostro del hombre de inmediato se giro en su dirección.

Hérmes, con una exaltada expresión en su rostro se levantó bruscamente de la silla de acero.

Clavo de forma despiadada la mirada en su hermano mayor.

Cicerón, no tomándole mucha importancia al gesto, tomo asiento en la parte contraria de la mesa.

-¿Cómo has estado? Este lugar es horrible.

Hérmes, golpeo la mesa con los puños cerrados. De forma colérica y violenta. Eso alerto a los guardias que esperaban del otro lado. Abrieron la puerta rápidamente. De forma amenazante y alertas mostraron las armas que llevaban en mano, sin embargo con un gesto de su mano, Cicerón les detuvo de cualquier acción.

Los hombres, se miraron entre sí, y volvieron a sus respectivos lugares.

El lobo mayor, cogió aire. Tenia que enfrentar a su hermano, cosa nada fácil.

-¡Maldito hijo de puta! Hasta que te dignas en aparecer.

Las palabras eran igual a dos espadas afiliadas, pero eso para Cicerón ya no era algo nuevo, conocía a la perfección el carácter de su pequeño "hermanito". Igual a un volcán a la espera de estallar.

Barrio la silla hacia fuera y tomó asiento una vez mas.

-Lamento eso. No imagino lo difícil que debe ser estar en este lugar.

-¡¿Dificil!? ¡No tienes una puta idea! ¡No soy igual que esos malditos simios! No debo estar encerrado.

Las venas de su cuello se saltaban con cada embate. Apretaba los puños, conteniéndose para no transformarse.

La Pequeña Del Alpha © #Lunaroos2020 #BeautyWordsBSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora