52. los votos.

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Harry.

Recuerdo el día en que nos conocimos con Grace como si hubiera sido ayer, ella estaba con un vestido floreado que le llegaba a las rodillas y andaba natural, cero gota de maquillaje en su rostro, teníamos tan solo 8 años y ya desde ese momento supe que no me iba a separar de ella, partimos hablando tímidamente, éramos solo unos niños, luego al pasar los días nuestros padres se veían más seguido por tema de negocios y algunas de la reuniones la hacía en una de nuestras casas, por lo que la relación entre nuestras madres fue siendo más estrecha al igual que nuestros papás y obviamente nosotros.

Yo creo que la química entre nosotros siempre existió pero se fue intensificando con el pasar de los meses, desde cuando nos dimos nuestro primer beso, hasta que nos volvimos oficialmente novios en la adolescencia, fueron hermosos años  lleno de bellos recuerdos que siempre me acuerdo constantemente de ellos.

¿Fue fácil nuestro camino hasta aquí?, no, hubieron hartas situaciones en las que tuvimos que saber enfrentarlo de buena manera, igual la confianza siempre existió, lo que verdaderamente nos separo fue la distancia, desde que se fue, partimos hablando y haciendo video llamadas todos los días a solo hablar una vez por semana y por mensajes de texto, y así fue cuando uno día ya nos habíamos dejado de hablar.

Pero honestamente no me gusta tocar este tema que para mí fue un tropiezo en mi vida, ahora solo tengo mente para una persona, mi familia, somos una familia pequeña hasta el momento ya que Sophie aún es hija única, aunque con Grace hubo una vez que hablamos que queríamos tener tres hijo y una ya se volvió realidad.

Mi pequeña Sophie, una hermosa creación de nosotros que siempre soñamos tener, Grace dijo que su primer hijo iba a ser mujer y yo le dije que si yo tuviera una hija la teníamos que llamar Sophie, y ella lo hizo a pesar de la distancia, ella me seguía amando y lo hizo a pesar de todas las circunstancias, hubiera deseado con toda mi vida estar ese día del nacimiento de nuestra hija y eso me seguía atormentando pero ella me hacía olvidar de todo con un beso y un abrazo y diciéndome que "ya vamos a tener otro hijo Harry y ese día no te lo perderás por nada en el mundo"

Y aquí estoy ahora, sentado en mi escritorio, en mi oficina, en mi casa, tratando de escribir mis votos matrimoniales, cosa que no me ha resultado porque he intentado como mil trecientas veces y aun no logro saber como expresar mis sentimientos en un estúpido papel blanco, además ya estaba estresado por una simple razón, Andrew estaba burlándose de mis intentos fracasados y yo cada vez le lanzaba una mirada amenazante, y él me respondía con una gran carcajada.

— Querido amigo déjame decirte que llevas ahí sentado como tres horas y sin al menos una palabra escrita en esa hoja – ríe el

— ¡Cállate Andrew! – le digo entre dientes

— Ya disculpa – se encoge de hombros – Es solo que puede que a ti no se te den las palabras pero si dices las cosas como lo sientes en el momento eso es lo que importa, olvídate de escribir tus votos, tu solo en ese momento cuando estés parado frente a frente con Grace, le dices todo lo que sientes simple – hace una mueca

— No – niego rotundamente – Grace me dijo que ya llevaba la mitad de sus votos y yo no puedo simplemente pararme ahí y decirle cualquier cosa, ¿Qué pasaría si no se me ocurre nada y no tengo nada de que apoyarme como un papel?

— Buen punto – concuerda conmigo Andrew

— ¡No puedo! – grito frustrado y me rindo

— Tal vez solo necesitas estar solo sin que nadie te distraiga para poder enfocarte en escribir

— ¡Amor! – dice Grace entrando a mi oficina y automáticamente una sonrisa sale de mi rostro, pero su mirada se fija en los papeles arrugados que están por toda la oficina y me mira confundida - ¿Qué es todo esto? –dice ella señalando todo el desorden

Daddy {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora