Daddy {Harry Styles}

29. atascados

Harry.

Luego de una mala experiencia en lo que fue mi luna de miel, decidí venir a Ámsterdam lo más rápido posible, si, estaba escapando de mis problemas, pero sabia y sentía que mi único escape en estos momentos era Sophie, desearía que Grace volviera a Londres y así poder tenerla cerca para no poder perderme uno de sus logros o nuevas palabras que va aprendiendo.

No sé porque estos últimos días he pensado en lo que tuvimos con Grace, lo que vivimos como pareja, desde que partimos siendo amigos hasta que nos hicimos novios, de todos los aniversarios, cumpleaños o cenas de nuestros padres a las que íbamos y terminábamos compartiendo solo los dos y haciendo como si nadie existiera en nuestro alrededor.

Debo admitir que encontrarme con esa escena de Grace con ese tal Tris, Chris o como se llame, me puso un poco celosos, creo que al saber que la primera vez Grace no estaba con nadie me tenía más tranquilo, aunque esa vez no es uno de mis mejores recuerdos con ella, pero ahora, cuando la vi con ese chico riendo y casi dándose un beso, me hizo ver otra perspectiva de mi relación con Grace.

Puede que suene egoísta pero cuando la vi la primera vez luego de dos años y vi que había cambiado bastante, estaba más hermosa de lo normal, lo primero que paso por mi cabeza fue si es que tenía novio, y cuando me dejo claro que no tenía a nadie y que solo existía yo aun en su corazón, me puse feliz, pero ahora fueron muchos sentimientos encontrados, no pensé que alguien puede estar logrando enamorar a Grace y eso me pone un poco celoso, no soportaría ver a Grace con otra persona o peor aún casándose con ese hombre.

¿Pero no pensaste en sus sentimientos cuando prácticamente la obligaste a ir a tu matrimonio por "Sophie"?

No.

Aun que costara admitir, me costó el hecho de verla ahí con ese vestido.

Pero mi corazón se rompió cuando vi sus lágrimas caer y luego desapareció.

La vida duele a veces y por haber tomado malas decisiones terminas de peor manera.

Sufriendo.

Estábamos en el ascensor con Grace, el silencio que nos rodeaba no era incomodo, pero tampoco cómodo, en realidad, no sabría cómo describirlo.

Se notaba que Grace estaba nerviosa ya que jugaba con sus pies y miraba a cualquier lado del ascensor, pero menos a mí, y digamos, que el ascensor no es demasiado grande y distractor para que alguien lo admire mirándolo.

Estaba todo relativamente bien hasta que el ascensor paro bruscamente, apagándose las luces y asuntándonos.

— ¿Harry, estas bien? – pregunta Grace asustada

— Lo estoy – respondo tratando de encontrar mi celular en los bolsillos.

Cuando lo encuentro lo saco y lo primero que hago es prender la linterna.