Antes de que un policía lograse agarrarlos, Ian puso a Sophie delante de él, evitando con sus brazos que bajase. Puso en marcha la moto y hábilmente pasó entre dos patrullas.
Sophie cerraba los ojos, estar al frente y ver las luces de los automóviles moviéndose a su alrededor, le causaba cierto temor, no tenía de dónde agarrarse, no se animaba a poner las manos en el volante, podía dificultarle la maniobrabilidad a Ian.
Él se agachaba sobre ella, manejando y sosteniéndola al mismo tiempo.
— ¡No podemos dejar a Alan y Tiago! —gritó intentando que él la escuchara. Ian no le prestaba atención, su concentración se centraba en esquivar la patrulla y adivinar la ruta en la escasa visibilidad nocturna. No podían atraparlo, aunque no fuese un delito grave, su nombre no podía ser buscado en el registro de la policía.
— ¡Tranquila, no dejaré que caigas! —le gritó a la nerviosa chica.
Ian se ponía igual de nervioso, ya iba a mucha velocidad y no pasaría mucho antes de que otra patrulla los persiguiese. En la oscuridad recordó una ruta, dobló por una calle y luego se aventuró en un callejón. La luz ahí era nula, redujo la velocidad para no chocar y volvió a incrementarla al salir. No pasaría demasiado antes de que la patrulla que los perseguía se adelantase por otra calle.
Yendo a la máxima velocidad que podía, se aproximó al ingreso de un parque. La vacía entrada terminaba y llegó hacia los árboles, redujo la velocidad, ningún auto podía entrar a esa zona. Se detuvo del todo y bajó.
Sophie permanecía tensa, sin moverse.
—Baja —le susurró y tomándola de los hombros le ayudó a pisar el suelo—. Debemos meternos entre los árboles. —Empujando la moto en la oscuridad se internaron en el pequeño bosquecillo que adornaba esa enorme área verde.
Podían escuchar la sirena de la patrulla aún sonando y las voces de los policías, quienes los buscaban con la luz de sus linternas.
Estáticos y en silencio esperaron unos minutos. La policía abandonó su búsqueda al poco tiempo, como era de esperarse.
Las luces de las linternas se alejaron y escucharon a las patrullas partiendo. Soltaron el aire retenido, y aún a oscuras avanzaron empujando la moto, para salir por el otro ingreso del parque.
Sophie se detuvo e Ian vio la luz de su teléfono, rápidamente se lo arrebató de las manos.
— ¡Por qué haces eso, debo llamar a Tiago! —protestó abalanzándose a tientas sobre él.
—Primero hablarás conmigo, si lo arrestaron no hay mucho que podamos hacer, y si escapó es posible que esté oculto, no es un buen momento para llamarlo.
—No tenemos nada de qué hablar — lo esquivó, volviendo a caminar a su lado.
Ian la agarró de la mano y empujando la moto con la otra la llevó hacia la salida, dónde los faroles surgían en medio de la oscuridad.
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Los sueños secretos de Sophie
Teen FictionSophie siempre busca ser la mejor en todo. Sin embargo detrás de esa fachada esconde muchos secretos y sueños de niña enamorada. Aparece un misterioso chico que no solo destruirá sus sueños, le demostrará que no es tan perfecta como ella cree ser.