Capítulo 5

67K 2.7K 222
                                    

Mi pulso se aceleró. Por culpa de mi hermano al mencionar mi nombre, ese chico se giró y me vio, ¡Y yo en bikini! Holly a mi lado tuvo que percibir el porqué de mi expresión anterior, porque acto seguido de sonrojarme al verle mirarme me codeo en la cintura y me susurró un "Ely, ¿Qué tienes que contarme?".

Pensaba que el chico, fuese quien fuese se acercaría, pero no. A continuación de mirarme y ver que era yo esa Ely que escuchó de un niño surfeando, alzo su mano en signo de saludo acompañado de una simple sonrisa, y siguió caminando por la playa junto a lo que supuse que eran sus amigos.

Me quede atónita, después de anoche ni se acercó a decir "Hola". Pero pensándolo fríamente, no nos conocíamos de nada y quizás lo de anoche fue pura educación por no dejarme allí tirada. Con ese pensamiento en mente me gire hacia Holly que aún esperaba una respuesta de mi por ese momento, con una cara de entusiasmo por creer que ligue.

- ¿Qué pasa Holly? -sin darle la más mínima importancia al asunto.

- ¿Como que qué pasa?, hay algo que no me has contado señorita Ely Williams Moore, y no pienso dejar de mirarte hasta que me lo cuentes - su tono amenazador me hizo bastante gracia, Holly es la típica chica que por muy seria que quiera ser, le es imposible.

-Holly- dije riéndome - no ha pasado nada, solo lo conocí de pasada en la fiesta de anoche, nada más.

-Mira Ely te conozco desde que moqueábamos como pequeños trolls- me señaló con el dedo mientras se reía - Y sé que a ti ese chico te gusta.

No supe que contestar, y quizás mi silencio me delataba, pero preferí eso a decir cualquier tontería. Intentando dejar el tema atrás y la mirada acusadora de Holly, la dirigí conmigo al agua. Llevábamos media mañana aquí y aún no habíamos probado el agua.

Carl al vernos adentrarnos en el mar se ilusionó y nadó lo más rápido que pudo para llegar a nosotras, en especial a Holly. Para él ella era como su amor imposible, lo cual me hacía mucha gracia. Estuvimos nadando, buceando y como no, surfeando. Carl insistió en enseñarnos, como si se tratase de un profesor con sus alumnas. Fue imposible no reírse a carcajadas puras durante todo ese rato.

Posiblemente una hora después, cuando estábamos agotados los tres, salimos a nuestras respectivas toallas. Para descansar y almorzar el sándwich que Holly trajo para cada uno. Estaba siendo un día estupendo. Observe a Carl, comiéndose su sándwich de atún con queso.

Inevitablemente el pensamiento de mi madre volvió a mi cabeza. En más de una ocasión quise contarle a Carl todo lo que sucedió con nuestros padres, el porqué de la separación. Pero sabía que a mi padre no le haría mucha gracia, el prefería dejar que fuera un poco más mayor, pero yo sabía que en ese caso le sentaría la noticia aún peor por ocultárselo durante años. Cosa que a mí me sucedió al enterarme que mi madre llevaba con Jaime prácticamente tres años después de que Carl naciera. Se me oculto todo hasta que se fueron a divorciar.

Si ya era difícil de asimilar la separación de unos padres porque tu madre este con el mejor amigo de tu padre, imaginaos al saber que esa relación extramatrimonial llevaba sucediendo cinco años. Y al saber de la noticia de mi madre, la idea de contarle todo a Carl volvió. Así quizás sería más fácil para todos incluido mi padre y sus temores. Decidí olvidar el tema por hoy, y aprovechar estos últimos momentos de verano. Ya se acercaba la hora de marcharnos.

-Carl, vamos necesito guardar la tabla de surf antes de meter el bolso con las toallas- le exigí, se estaba haciendo el perezoso al no querer marcharse de la playa.

-Bueno nena yo me voy a casa, fue un día agotador pero muy divertido- me dijo Holly lanzándome una sonrisa mientras me abrazaba.

-Lo mismo digo- reí afirmado - ya hablamos Holly, ve con cuidado.

Al salir Holly del aparcamiento, Carl llegó al coche con su tabla.

-Por fin Carl, sabes que tardamos media hora en llegar a casa y son las seis. Papá hoy hace una de sus cenas y no le gusta esperar- intenté hacer que entendiera la situación.

No dijo ni una palabra como signo de queja, lo que agradecí. Me monté en el coche, puse de nuevo la radio para la vuelta a casa y salí del aparcamiento.

Varias horas después, con Human- Christina Perry en mi ordenador, me tiré en la cama para simplemente mirar al techo y relajarme. Estaba agotada. La cena había sido más animada de lo normal, mi hermano estaba eufórico contándole a mi padre que hoy consiguió mantenerse en la tabla de surf. Parecían estar más cercanos y eso me alegraba. Me sentía pesada de la cena, mi padre cocino el típico filete de ternera en su punto acompañado de pure de patata y alunas verduras, y sin duda era uno de mis platos favoritos por lo cual me llené. Sin saber que hacer mañana, le escribí un mensaje a Holly, quizás tenía algo pensado para hacer.

"¿Algún plan para mañana bella durmiente?"

Al instante me contestó, seguramente estaba como yo, aburrida en su cuarto repasando el día.

"¿Me lees el pensamiento? estaba a punto de escribirte también. Podríamos ir a la ciudad, quizás un cine o un Starbucks"

Salte con una carcajada, parecíamos estar tan unidas desde siempre que era como si nos comunicásemos telepáticamente.

"Cuenta conmigo"

Con un plan para mañana, me puse mi pijama veraniego, y fui a cepillarme los dientes. Tres minutos después estaba metiéndome en la cama, preparada para los sueños de mi mente cuando de pronto me sonó el teléfono. Lo cogí para ver que quería la loca de Holly. Pero no era Holly. ¿Quién era?, ni siquiera lo tenía en mi agenda de contactos. Aunque al instante, al leer el mensaje, supe de quien se trataba.

"¿Te dijeron algunavez, que estas preciosa riéndote como loca mientras nadas?"

Logan Clifford • EN LIBRERÍAS Y AMAZONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora