Capítulo 15

45.5K 1.8K 113
                                    

Ely

Mi mundo se estaba desvaneciendo. Sabía que Carl aceptaría sin pensárselo, para él mi madre era la mejor persona del mundo, aunque no tenía nada de razón, pero él no sabía nada de eso.
En cambio yo, no podía irme, dejaría tantas cosas aquí, tantas ilusiones por ir a la Universidad Estatal y graduarme con una de sus fantásticas fiestas las cuales eran históricas, e incluso la ilusión de seguir conociendo a Logan.

-No mamá, yo no me voy a ir a ninguna parte - me levanté de la mesa llena de rabia.

- ¿Prefieres quedarte con tu padre? ¿Muerta del asco y no salir nunca de San Francisco? - casi gritó al ver mi continuo rechazo.

-Si mamá, prefiero quedarme con mi padre. Al menos en el puedo confiar y sé que no se irá de la noche a la mañana a la otra punta del país - Solté parte de mi rabia y parte del porqué de mi rechazo hacia ella – Además, seguro que morirme de asco sería contigo.

Sin darme cuenta ni ser consciente de lo que estaba a punto de pasar, mi madre se acercó a mí, y sin dudarlo me dio una bofetada.

-Ya verás como terminas en Florida - se limitó a decir mientras me señalaba.

Subí corriendo a la que era mi habitación por estos días y agarré la mochila con mi ropa. Pensaba largarme de allí, esto estaba siendo demasiado. No podía creerme lo que hizo mi madre, estaba dispuesta a esperar e intentar estar bien tal y como me dijo Holly, pero su propuesta y su reacción al negarme hizo que la quisiera aún más lejos de mí. Cinco minutos después estaba conduciendo de camino a mi verdadera casa. Salí del apartamento sin mirar atrás, aunque estaba segura que Carl estaría mal por lo que ocurrió delante de él, pero ahora mismo necesitaba despejarme.

Horas después, en las que no podía quitarme de la cabeza la idea de alejarme de San Francisco, la idea de mi hermano marchándose con ella, y, sobre todo, esa última frase de mi madre, esa que pronunció con tanta seguridad, que me helaba la sangre.

Sali del baño envuelta en la toalla, la ducha que acababa de darme me ayudo a relajar esa furia que contenía dentro. Fui a mi vestidor y me metí en unos shorts y un jersey, tenía el cuerpo cortado y el frio se hacía notar en mí.

Ya vestida y peinada, baje a la cocina. Mi padre no había llegado aún del trabajo, eran las siete de la tarde ya, seguramente hoy tenía bastante jaleo en el buffet. Me preparé unos huevos revueltos y un poco de pollo, aunque era temprano para cenar, pensaba acostarme y olvidar todo lo ocurrido hoy. Ya mañana hablaría con mi padre de todo lo que pasó entre mi madre y yo, y como no, de su propuesta. Tendría que contarle a Carl todo lo relacionado con mi madre, si no quería que este se fuera con ella.

Mientras subía escaleras arriba dirección a mi habitación, escuché mi móvil de sonar. Pensé que sería Carl y corrí a mi cuarto, había dejado allí el móvil cargando.

-Papá ¿Qué pasa? - me extraño su llamada.

-Ely ¿Cómo estáis Carl y tú?

-Papá, yo estoy en casa. Tuve un problema con mamá, Carl se quedó con ella - no quería engañarle y hacer como si todo estuviera bien.

- ¿Cómo?, Ely yo no vuelvo a casa hasta pasado mañana, llamaba por lo mismo. Estoy en el aeropuerto, me requieren en Nueva York para un caso - dijo mi padre con voz preocupada - ¿Qué pasó con tu madre?

-Cuando vuelvas hablaremos papá, no te preocupes estamos bien. Carl está bien, aunque no esté yo allí con él - no quería que el caso de Nueva York le saliese mal, mejor no preocuparle.

-De acuerdo, por favor Ely, cuida de Carl.

Colgué la llamada, ahora que haría yo dos días sola y sin poder contarle a mi padre todo lo ocurrido para que me diera una solución. Estaba agobiándome aún más con todo. Desbloqueé mi móvil para ponerme algo de música que me animase, cuando vi que tenía un mensaje.

" Ely, me he enterado que estabas mal. Espero que no sea nada. Pensé en ir a verte, pero no creo que sea buena idea las horas que son. Si necesitas algo llámame, un beso pequeña"

Era Logan, parecía estar preocupado por mí y de forma inconsciente e inevitable eso provocó una leve sonrisa en mis labios. Quería decirle que, de cierto modo, estaba bien y le contesté. Aunque no lo que tenía pensado decirle.

"Pásate por mi casa"

Logan

Estaba conduciendo de camino a casa, cuando escuché como vibraba el móvil. Supuse que sería Ely, por lo que pare el coche en una zanja para poder ver si se trataba de ella. Efectivamente era Ely, abrí el mensaje y me quedé sin habla.

"Pásate por mi casa"

Me pareció mentira leer aquello. Quería que pasase por su casa, siendo las horas que eran, me resulto extraño en verdad, pero no iba a negarme. Volví a arrancar el coche y puse dirección a casa de Ely, en menos de diez minutos estaría allí. Debía reconocer que me estaba tensando cuanto más cerca estaba de llegar, sabía perfectamente porque me ocurría esto, pero no quería reconocerlo, aún no.

Estacioné el coche junto al Mini de Ely. Eché un vistazo alrededor y me di cuenta que eran los únicos coches que estaban allí aparcados, por lo que pensé que quizás estaría sola. Empecé a caminar hacia la puerta principal, y justo cuando llegué y me disponía a pegar, esta se abrió. Ahí estaba ella, tan simple y compleja al mismo tiempo, tan dulce y tierna. Llevaba un bonito jersey gris y unos shorts que dejaban a la vista esas increíbles piernas de tono tostado por el verano.

- ¿Estas bien? - le pregunté inmediatamente.

Y en milésimas de segundos, sin darme tiempo a tragar saliva después de pronunciar mi pregunta, su cuerpo se lanzó contra el mío en un abrazo. Mis oídos se percataron de unos sollozos que querían ser silenciosos, pero no podían. Se estaba derrumbando en mis brazos y como signo de consuelo la abracé más fuerte aún.

-Sh, tranquila Ely- quise calmarla.

-Lo siento Logan - comenzó a apartarse de mí y no quería, mi cuerpo no quería perder su contacto- Estaba muy agobiada - dijo mientras se secaba sus lágrimas con las mangas del jersey.

-Tranquila, no pasa nada. Puedes contarme lo que quieras - le rocé la mejilla con mi pulgar.

- ¿Quieres pasar? - sus mejillas se encendieron en un rojo suave - Estoy sola, no te preocupes.

-De acuerdo.

Estábamos sentados en su salón, Ely me contó todo lo que le ocurrió en el día. Y yo no pude hacer otra cosa que tranquilizarla cada vez que sus ojos amenazaban con soltar más lágrimas.
Sentía que estaba confiando plenamente en mí al contarme todo eso, y me sentía bastante afortunado por ello.

-No te preocupes Ely, ya verás como cuando llegué tu padre todo se arregla - le solté una sonrisa al mismo tiempo que le guardaba un mechón de su cabello tras la oreja.

-Muchas gracias Logan. No tenías por qué a ver venido a estas horas y, aun así, aquí estas - dijo y a continuación resopló.

-Ey - le agarré de la barbilla y la levanté para que me mirase- Y aquí estaré. Siempre que me necesites, ¿Entendido?

Sus ojos esta vez no amenazaron con volver a llorar, sino que se iluminaron. Aquellas lágrimas que derramó segundos atrás, empezaban a desaparecer junto a sus labios formando una hermosa curva. Estaba jodidamente preciosa. Mi mente lanzó la idea de acercarme a ella, de tomar contacto con esos labios que parecían ser de lo más suaves y pasionales. Pero mi cuerpo en cambio no hizo movimiento alguno, me quedé parado, sentado frente a ella mirándome con esos ojos que me derretían. Quizás unos minutos después, Ely se envolvió en mis brazos haciéndose una bolita encima mía. Me iba a volver loco bajo su tacto, pero aun así la rodeé. Y en lo que pareció un sonido imaginario, su voz me susurró a los oídos.

-No me dejes sola, quédate Logan.

Sonreí, y le di un tierno beso en la frente mientras aumentaba la fuerza del abrazo.

-No te voy a dejar sola pequeña.

Logan Clifford • EN LIBRERÍAS Y AMAZONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora