VI - Aquí y Ahora

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Ahí terminé de caer en todo lo que se venía encima, en toda la parte que implicaba a Nick y a mí y lo que fuera que estábamos construyendo. Eran muchos los fantasmas que esperaban para ser enfrentados, más allá de los recuerdos que, por ejemplo, me traería ver a Mike, era pensar en cómo él y el resto de la familia y amigos iban a llegar a reaccionar frente a lo que estaba pasando con Nick. Se venían situaciones muy incómodas y complicadas.

(...)

Después de un maravilloso paseo por los Jardines Jubilee, aprovechando el ambiente navideño, alrededor de las cinco de la tarde decidimos volver a Balham, no sin antes comprar un par de lattes para llevar en Caffè Nero dentro de la misma estación Waterloo, hacía muchísimo frío. Nuestro destino de vuelta fue la estación Balham, que quedaba un poco más alejada de la casa, porque habíamos decidido pasar a Sainsbury's a comprar las cosas necesarias para hacer una sopa de verduras a la hora de cenar, era una comida liviana y cálida, perfecta para ese día.

***

— Así que esta es tu vida de mamá cotidiana —susurró en mi oído de repente mientras picaba la última batata, por poco no perdí un dedo.

— ¿Estás loco? —le reclamé con una inevitable sonrisa y me estremecí al sentir sus brazos alrededor de mi cintura.

— Digamos que desde hace un par de días sí —carcajeó suavemente y apoyó su mentón en mi hombro haciendo difícil que me concentrara en no rebanarme algún dedo.

— Ridículo —reí con él y sentí cómo sus labios se aproximaron a mi cuello, agradecí que ya había terminado de cortar—. De verdad quieres ver sangre —sacudí la cabeza levemente cerrando los ojos para disfrutar sus caricias.

— Hay tantas cosas que quiero ver... —murmuró subiendo los besos por mi mejilla mientras llevaba mi mano a su nuca y torcía mi cuello para que nuestros labios se encontraran—. Las niñas están muy entretenidas arriba —susurró antes de literalmente devorar mi boca sin dejarme hablar.

Sus manos se colaron bajo mi sweater recorriendo mi vientre y caderas hasta bajo el elástico de mis leggins, sentía su desesperación y la entendía perfectamente. Me apegó a su cuerpo mientras nuestras lenguas no dejaban de entrelazarse, luego de un momento no me aguanté y me volteé rápidamente para quedar frente a él con mis brazos rodeando su cuello. Podría haberlo besado eternamente, porque sus labios eran una adicción.

— Tengo que terminar la comida —solté al separarme, cuando mis pies volvieron a tocar la tierra, y me alejé un poco de Nick apoyándome en el mueble—. Hay mucho que hacer antes de dormir... O lo que sea —dije apretando mis labios cuando él frunció el ceño y simplemente apoyó sus manos en mi cintura.

— Lo que sea... —murmuró con malicia encubierta y no pude evitar carcajear—. Lo que sea no se va a volver a posponer, así que vamos a trabajar en equipo —me guiñó un ojo y yo me crucé de brazos divertida para esperar su propuesta—. Me voy a encargar de la cocina, como esta mañana, lo que incluye terminar la sopa, —besó mis labios con suavidad— así tú tranquilamente puedes organizar tus cosas y las de Marie y Allie para el viaje.

— Vas a seguir demostrando tus dotes culinarios, entonces —sonreí con aprobación y él rio.

— No es como que tengo mucho que hacer, aparte de poner todas las verduras que tú trozaste en una olla con agua y aliños, —hizo una pausa— la cocina no se me da mucho, pero lo intento —sonrió también.

— Tu trastorno obsesivo compulsivo por el orden y limpieza sí se te da bien, esta cocina jamás estuvo tan pulcra —reí apoyando una de mis manos en su hombro.

— Ese sí es uno de mis tantos dotes —me guiñó el ojo nuevamente y yo sacudí la cabeza intentando no volver a reír.

— Voy a ir armar las valijas y bañar a las niñas —le informé antes de besarlo y me moví para liberarme de su agarre, pero me afirmó atrapando mis labios—. Nick... —me quejé entre besos con una sonrisa y él finalmente me dejó ir luego de besar mi mejilla.

White Christmas ➵ Nick Jonas/Joe JonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora