Yuuri entreabrió los ojos lentamente, a pesar de que no encontró nada debido a las tinieblas, podía sentir claramente el frío cuerpo de su amante debajo suyo. Casi por inercia se acurrucó, dejando que su nariz percibiera el olor a rosas que el mayor desprendía. Sentirse rodeado por esos fuertes brazos, lo hacía sentirse seguro, aunque fuese por un momento, era inmensamente feliz, estando allí, sin miedos ni preocupaciones. Quería quedarse justo así para siempre, pero no era posible, cuando la noche volviese a posarse sobre el cielo, él sería el objetivo del mundo vampírico, si quería seguir con vida tendría que luchar... Eso estaba más que claro.
El albino abrió sus orbes apenas sintió los movimientos intranquilos del menor. Bostezó levemente, antes de posar su diestra tras la cabeza ajena para apegarlo un poco más al sitio debajo del cual estaba su corazón—. Buenos días, Yuuri ¿Descansaste apropiadamente? —era todavía demasiado temprano para él, pero estaba bien. Siempre y cuando pudiese pasar más tiempo con el amor de su vida, no le importaba desvelarse un poco.
—Sí... dormí apropiadamente —aseguró, cerrando los ojos, avergonzado. Lo menos que había querido era despertar al vampiro—. Puedes seguir durmiendo, siento haberme movido demasiado —acarició con una de sus manos el pecho de Viktor, estaba tan cómodo que ya sentía cómo Morfeo volvía a lanzar su polvo sobre él—. Quiero quedarme para siempre contigo...
—Durmamos juntos un rato más... Makkachin debe estar desesperado por verte, Yuuri —estrechó mejor al pelinegro contra sí, sonriendo levemente. Quería ser egoísta y tenerlo para sí mismo por un largo rato más. El tiempo en el que no lo había tenido había sido terrible. Un suave suspiro abandonó sus finos labios—. Esta vez estaremos juntos, así que no temas —en esos momentos, el albino ignoraba que el futuro para ambos seguía nublado.
El japonés asintió con suavidad, dejando que el mayor acariciara su cabello como el de un niño que necesitaba ser reconfortado. En esos momentos, los recuerdos del pasado volvía a él... lo hacían regresar a esa época en la que corría con Makkachin por los jardines del castillo que el conde tenía en Rusia. No obstante, temía a esa felicidad, porque mientras más alto subía, peor era la caída. Él lo sabía mejor que nadie.
Ambos eran ignorantes de la pelea que se había formado en el castillo de los ancianos, durante la última reunión. Por primera vez en siglos, Yakov no era apoyado por la mayoría, esta vez, él era la minoría en contra de los deseos de los demás. Justamente debido a eso, se encontraba caminando hacia los jardines del castillo, maldiciendo y quejándose en voz alta. ¿Cómo era posible que los mismos padres de la raza estuviesen dándose por vencidos para acabar con la relación del conde Viktor con el hechicero? Era completamente ilógico—. ¡Malditos tontos! Nada bueno va a salir de dejarlos juntos, hay que acabar con ellos antes de que esto llegue a oídos del consejo de la raza humana.
Y es que lo que estaba haciendo Vitya era una completa aberración, es decir ¿qué tenía en la mente para pensar que estar con un humano era una idea brillante? Absolutamente nada. El amor era una estupidez, algo innecesario para la victoria de los vampiros. Su misión era prevalecer, sobrevivir, pero ese tonto conde seguía oponiéndose una y otra vez. Al igual que el hechicero, que incluso había vencido a la muerte para poder causarle migrañas con cada nueva reencarnación—. Ya verán, me las van a pagar, ninguno de ustedes dos va a ser feliz en esta vida tampoco...
Estaba sumamente cabreado, todo parecía venirse abajo cada vez que Yuuri Katsuki renacía, en esa ocasión incluso su mala influencia había alcanzado a Yuri, al cual había visto en varias ocasiones con un chico mayor, un chico humano para su mayor molestia. Todo era culpa del azabache, si no fuese por su existencia todo el mundo estaría como debía estar. Pero iba a asegurarse de que esa vez fuese la última vez que iba a meterse en su camino.
ESTÁS LEYENDO
Espejo Roto
FanfictionNo todos los cuentos de hadas tienen un final feliz, a veces la pareja principal no está bendecida para quedarse junta. ¿Serías capaz de esperar una eternidad por la persona que amas? En un mundo donde la humanidad odia lo diferente, donde la unió...