Bienvenidos al funtom café

3.2K 218 46
                                    

Ciel es un chico de 17 años, hace 2 años, sus padres fallecieron en un accidente aéreo y toda su fortuna paso a sus manos. Lejos de desear vivir cómodamente tenía que lidiar con su tía Angelina que lo cuestionaba por todo lo que hacía en casa, cansado de esto decidió hacer un acuerdo con ella, el cual era ceder más de el 50% de su herencia a cambio de su independencia. Viajando nuevamente a su país natal con una carga menos de nombre "Elizabeth" su prima y antigua prometida ya que a causa de la muerte de sus padres ese compromiso llegó a su fin, para alivio del muchacho.

De ese modo, Ciel viajo a londres en compañía de sus 4 fieles sirvientes que cuidaron de su persona tiempo atrás.

Con mucho empeño abrió un pequeño local en el cual se instalo una cafetería muy bien decorada y llamativa, su temática atraía a mucha gente tanto joven como adulta, el famoso:

"Funtom café"

Dejando atrás sus penas y tristezas al perder a sus amados padres, es como hace la lucha por levantar su negocio con sus propias manos y con ayuda de sus fieles trabajadores, aún así, Ciel es algo hermético y cerrado así mismo, algo exigente y firme en sus decisiones, no se permitiría sufrir otra vez.

Una de las grandes atracciones de este tan acudido café es el dueño, aunque de apariencia tímida, Ciel no deja de ser un joven bello a la vista de las chicas adolecentes y uno que otro joven que a la distancia lo admira en secreto, algunas escuelas de prestigio están cerca de la calle 66, justo en la esquina donde se localiza el lugar, la hora de salida es la más recurrente y cuando más estudiantes llegan a comer algún bocadillo.

- Disculpe señorita no quiero ser grosero pero ya le dije que no pienso en citas en este momento, aún así le agradezco -

La joven pelirroja hacia un puchero con una cartita y un chocolate en forma de corazón en sus manos.

- Bueno, no perdía nada con intentarlo- se dió la vuelta para salir del café y encontrarse con sus amigas.

- Jóven amo, usted es muy popular entre las clientas, eso aparte de dejar ganancias le hace mucha fama - decía la animada mesera mientras preparaba unos sandwiches.

- Meyrin creo que deberías prestar más atención a tu trabajo que en mis asuntos - de mala gana regañaba el chico a su empleada.

Se fue a la pequeña oficina para revisar un pedido y fue cuando su sirviente mayor, Tanaka entraba al verlo algo preocupado.

- Disculpe señor, usted no debería de preocuparse por cosas tan insignificantes, sabe que estamos para ayudarle -

- Lo sé Tanaka y te lo agradezco mucho, tú conociste a mis padres de hace muchos años, aveces es difícil tener que afrontar esto solo - recargaba la mano en su mentón mirando con nostalgia una fotografía donde estaba al lado de sus amados padres.

- Pero usted no está solo, nosotros lo cuidaremos y daremos lo mejor -

- Muchas gracias, eres muy amable, puedes ir a vigilar a esos 3 que no quiero que causen un accidente -

El mayor se retiró con una sonrisa, camino a la cocina y dió sus indicaciones a Bard, el cocinero y Finnian, es el que se dedicaba a lavar los trastos aunque esto aveces era algo tedioso pues no faltaba el que rompiera algo, aún así el joven les tenía un gran aprecio.

Llegó la hora de cerrar, para su comodidad en esa misma cuadra donde se encontraba la cafetería, adquirió un pequeño departamento en la parte alta, no fue mucho dinero el que le quedó en su porcentaje de herencia pero lo suficiente para comprar un lugar donde vivir y claro tener su habitación para sus empleados que eran como parte de su familia. No era nada comparado con la gran mansión lujosa donde vivía pero sentía que era una prisión al tener que soportar a su tía Angelina.

Entre mirada y un caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora