Es mió

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Fin de semana en el funtom café, pocos estudiantes pasaban a desayunar para después ir a clases extras o talleres de fin de semana.

Después de una pequeña pelea a causa de sus celos, Ciel se encontraba de mejor humor gracias a las atenciones de su pareja.

Aún  sentía molestia por la presencia de la mujer que llegó a inquietar su calma pues sabía que no planeaba nada bueno.

Al rededor de las 11 AM sonó la campanilla de la entrada dejando ver a la castaña en compañía de una chica más o menos de su misma edad, Ciel extrañado por verla ahí no prestó mucha atención y trato de ignorarla dejando que Meyrin las atendiera, ellas se sentaron en una mesa más apartada que por mala suerte de Ciel estaba cerca de donde el realizaba su inventario. Matilda miraba de reojo al ojiazul para saber si estaba cerca, después de pedir sus órdenes fue que la charla de las mujeres daba inicio.

- Entonces esté tal Sebastian lo acabas de ver de nuevo ?-

- Si amiga, recuerdas ese hombre tan galante que te conté una vez? Pues tiene poco que lo ví de nuevo -

- ¿Pero tiene pareja no? -

- Vamos que satisfacción le puede dar un chiquillo? Acaso no crees que es mejor tener sexo con una escultural mujer?  -

- Sin dudas, a quién se le ocurre compararte con un mocoso -

Ciel escuchaba cada palabra, se contenia el coraje y el hacer un escándalo ahí mismo, tenía que pensar en algo más sutil.

- Claro amiga, deseo tenerlo nuevamente entre mis brazos como esa noche que hicimos el amor -

- Ahhhhh, no seas tan indiscreta -

- ¿Que? Acaso te dan celos de que tuve a ese hombre desnudo en mi cama, jajajaja no seas tan envidiosa -

Ciel tomo una charola con un café que tenía que llevar, su ira estaba al máximo pero tenía que contenerla si quería ponerla en su lugar. Caminó junto a ellas y con toda la intención del mundo se tropezó con Meyrin haciendo caer el café caliente en las piernas de Matilda.

- ¡Dios! Está caliente esto, maldito mocoso que hiciste !!!!!! -

- Ho disculpa, fue un accidente lo lamento, Meyrin trae una toalla -

- Fue a propósito, maldito enano crees que me trago tus disculpas -

Acercándose a ella quedando frente a frente y mirándola con unos ojos retadores le regalaba una sonrisa sarcástica.

- Claro que fue con intención, me desagradan las vulgares como tú y no creas que no se que Sebastian se alejó de ti porque eres una cualquiera y fácil -

- ¿El te dijo ?? Qué poco hombre....-

- No tengas rencor querida, obvio me va a decir todo pues soy su pareja ahora, entiendes ?-

- Sabes que no van a durar, un hombre como él tuvo a las mujeres más bellas, crees que un mocoso insípido va a retenerlo ?-

Furiosa lanzó la toalla al piso y se disponía a salir, Ciel la detuvo de la manga de su blusa con fuerza.

- Ah lo olvidaba, no te atrevas a meterte con él ¿sabes? -

- ¡Ja! Y porque no? -

- Porqué Sebastian es mío -

Matilda gruño entre dientes y salió rápidamente de la cafetería con su compañera dejando un fuerte golpe en la puerta de entrada.

- Joven amo, eso estuvo muy bien !!! -

- Disculpa Meyrin por tropezar contigo -

- No, no, usted no se preocupe me alegro que dejara en su lugar a esa largartona!!!! -

- Si regresa de nuevo avísame está bien ? -

- Si joven yo estaré pendiente -

Ciel entraba a su despacho, se sentaba en su sillón de piel y suspiraba tristemente.

- Solo soy un mocoso insípido ....que tengo de especial para ti ? No tengo un largo cabello de lindo color, tampoco unas curvas o senos grandes, porque si te gustaban las mujeres me elegiste a mi? -

La nostalgia invadía su ser, la inseguridad a causa de las palabras de Matilda lo hacían pensar si de verdad era suficiente importante para su querido Sebastian.

- No tengo nada de interesante...-

- ¿Que cosas dices ? -

Sorprendido por la presencia del mayor se dió cuenta que estaba detrás de él y lo abrazaba por el cuello para besarle la mejilla.

- Meyrin me contó lo que sucedió y como dejaste en su lugar a esa mujer -

- Tenía que hacerlo, me saco de mis casillas -

- Y porque estás tan deprimido ? Fue por lo que ella dijo? -

- Sebastian, porque si tú salias con mujeres decidiste formar una relación conmigo? -

- ¿Es eso? Tienes inseguridad de que te cambie por una mujer ? -

- No te burles, respóndeme -

El mayor se colocó de frente colocándose de rodillas y tomando las manos de Ciel y lo miraba a los ojos causando su sonrojo.

- Ya te lo dije, ese día que te encontré por accidente fueron esos bellos ojos que me atraparon, todo inicio como un juego sin darme cuenta que algo más fuerte me tenía cautivado -

- Ya lo sé pero .....-

- Aún si fuera la mujer más bella o bien formada, nadie  lograría hacerme sentir lo que tú despiertas en mi -

- Nunca te enamorarás de nuevo de esa  Matilda ? -

- Ciel no seas gracioso, esa mujer es repugnante y no importa quien sea yo no te dejaré por nada del mundo, además dijiste que soy tuyo ¿no? -

La cara de Ciel se llenó completamente de un color rojo a causa de la pena, le daba vergüenza que Sebastian supiera que él dijo esa palabra.

- Que no te de pena, sabes que soy todo tuyo y de nadie más -

Besaba sus labios dulcemente acariciando su mejilla, el menor​ correspondía al beso dándole un abrazo muy fuerte, esta acción le dió ternura al mayor. Se daba cuenta que realmente Ciel aún pensaba inocentemente y se sentía vulnerable, él sería su respaldo y escudo ante cualquier persona que deseara hacerle daño.

Lejos en un departamento de clase más baja se encontraba Matilda furiosa en compañía de Under

- Es inútil la verdad, ese chiquillo es muy odioso y dudo que Sebastian se interese en mi -

- Podemos hacer algo más si tú quieres, además te pague por adelantado y tienes que hacerlo -

- Está bien tú dirás qué se tiene que hacer -

- He he he he perfecto linda, ahora escúchame con atención que este será el siguiente plan -

El hombre sacaba un frasco con líquido negro y se lo daba a la mujer, está lo miraba con dudas al leer la etiqueta pero una sonrisa maliciosa se mostraba en su rostro dando a entender que aceptaba el plan.



Entre mirada y un caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora