Cita romantica

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Los domingos es día que el funtom café cierra justo a las 2 de la tarde, los sirvientes tienen el día libre para ir a pasear o tomarlo de descanso, Ciel se encuentra cerrando la puerta con las llaves cuando una mano toca su hombro.

- Justo a tiempo -

El chico se voltea y encuentra a Sebastian detrás suyo, vestido con ropa casual y no tan elegante como otras veces.

- ¿Que andas haciendo por aquí ? Acabo de cerrar la cafetería -

- Si, pero no vine a tomar café, te recuerdo que somos "pareja" así que decidí venir para llevarte a una cita -

Con un sonrojo de vergüenza el joven se exaltaba con la petición.

- ¿Una cita? Estás loco verdad, sabes que solo estamos fingiendo ser pareja aquí en la cafetería, no veo el porque salir juntos -

Haciendo un puchero de molestia que causo gracia al mayor, esté le despeinó el cabello y sonriendo de forma burlona.

- No seas amargado, solo quiero salir y de paso conocer la cuidad -

- Está bien pero no me toques de la mano ni esas cosas raras -

Caminaron juntos pero a cierta distancia, tomaron un taxi y este los llevo a uno de los lugares más concurridos en el fin de semana, un acuario.

- La verdad no había venido a este lugar y eso que vivo en esta ciudad -

- Bien entonces ahora los dos lo conoceremos -

No quería demostrarlo pero le daba cierta emoción ver el lugar, con el trabajo y lo ocupado que estaba no tenía oportunidad de visitar sitios de diversión.

Caminaron por los pasillos mirando diversas especies marinas, los peces de agua dulce y los coloridos de agua salada, llegaron a la sección de medusas donde la habitación era oscura para poder apreciarlas mejor, sin querer de reojo volteo a ver el rostro de su acompañante y sintió unas cosquillas en el estómago.

Pasaron a otra sección más grande dónde estaban los tiburones, la gente estaba adelante y por la estatura de Ciel no podía ver con claridad, algo molesto se dispuso a dar la vuelta y salir de la sala, por sopresa sintió unas manos sobre su cintura que con facilidad lo levantaba al aire, era Sebastian que lo cargaba para que pudiera ver con claridad.

- ¿Ya puedes ver? -

Sonrojado desviaba la mirada ya sin poner atención en la gran pecera de tiburones.

- Si...Ya veo bien -

Después de la explicación salieron a la zona de restaurantes, se sentaron en un pequeño lugar donde había menos gente y cada quién pidió su orden.

- Y que tal el día ¿te estás divirtiendo? -

- Si...es interesante -

- Que bien, ahora vamos a comer porque tengo otro lugar que quiero conocer y se que te gustará -

Ciel comía sin decir muchas palabras, se sentía inquieto y nervioso el solo tratar de ver a los ojos al azabache le daba una sensación extraña.

Terminaron sus alimentos y en otro taxi se dirigieron a la ciudad, llegaron a una gran torre y subieron por el elevador.

- ¿Este es tu gran lugar para visitar? es solo un aburrido edificio -

- No seas tan desesperado, espera al llegar al último piso -

Llegaron al piso más alto y al salir del elevador subieron unas escaleras y estaba un pequeño mirador con unos bellos maceteros llenos de flores y unas pequeñas lámparas que ya alumbraban la caída de la tarde, Ciel asombrado camino al barandal y sus ojos se iluminaron con la excelente vista que se podía disfrutar.

- Es tan... Magnífico, nunca había visto la ciudad de este modo -

- ¿Lo ves? Hay lugares que aún no conoces viviendo en la ciudad, ve como las luces de las casas y negocios parecen pequeñas estrellas entre el anochecer -

- Si, es muy bonito cuanta tranquilidad hay aquí arriba, es extraño que no hay gente en este momento si es un mirador muy hermoso -

El silencio se apoderó del momento, la noche se asomaba por el cielo haciendo ver las luces más brillantes y el lugar más solitario.

- Gracias -

El mayor volteo la mirada al escuchar esas palabras.

- ¿Gracias porque? -

- Porque tenía tiempo que no me sentía de este modo -

El azabache le sonrió amablemente y acarició su mejilla haciendo sonrojar al pequeño.

- ¿Puedo cobrar el agradecimiento? -

- ¿Como? No tengo nada que darte ahora -

- Claro que sí, solo cierra los ojos -

Ciel no sabía que estaba planeando el mayor, se sentía nervioso y nuevamente le invadía esa sensación extraña por dentro, su corazón brincaba como un pez fuera del agua, aún así cerró los ojos.

- Está bien... que vas hacer -

- Esto...-

El mayor se inclinó y beso suavemente los labios de Ciel, con una delicadeza acarició con su lengua húmeda sus pequeños labios color rosa, una punzada le atravesó el estómago al chico, no podía reaccionar al momento, se podía esperar todo menos un beso aún así no se movió y se dejó besar abriendo sus labios.

El mayor tomo eso como una invitación y lo rodeo de la cintura atrayendo su pequeño cuerpo al suyo y besarlo con más intensidad, su lengua exploraba cada rincón. Saboreaba su saliva y cada pliego de sus labios, el chico se dejaba llevar preso del momento y el embriagante olor que salía del cuello de su acompañante. La falta de respiración los hizo separarse y ambos se miraron fijamente.

- Yo...¡¡Esto no debió pasar!!! -

- ¿Porque te enojas? Acaso no te gusto -

Sonrojado y con vergüenza Ciel trataba de justificar su reacción pero cada vez más se enredaba en sus palabras.

- Es...Es...Que se supone era un juego no teníamos porque besarnos -

- ¿Y porque no hacer el juego más real? No me molesta hacerlo de ese modo además te divertiste conmigo...¿ no? -

- Si, así es pero...Es algo...Extraño -

Antes de que hablara nuevamente, Sebastian lo tomo entre sus brazos besando su cuello, acariciaba lentamente su piel causando un gemido en el chico, no podía ocultarlo ese hombre le provocaba muchas cosas que nunca antes había sentido, le exitaba y todo su cuerpo vibraba al contacto de sus labios.

- Está bien... Sebastian, vamos hacerlo más real pero no hagas esto en público de acuerdo ?-

- Lo que tú digas "mi amor"-

- Vamos tampoco tienes que ser tan cursi-

Lo tomó de la mano y caminaron nuevamente al interior del edificio para regresar a su departamento, un juego que comenzó como algo ficticio ahora tomaba otro rumbo inesperado.

Entre mirada y un caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora