Intensidad

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Ahora que los dos eran vecinos del mismo edificio, Sebastian paso a dejar a Ciel a la entrada de su puerta ya estaba el pasillo con las luces apagadas y al parecer todos dormían

- Bien gracias, tengo que dormir ya -

- Fue una buena cita ¿no lo crees ?-

Abriendo la puerta Ciel solo asintió con la cabeza, aún se sentía nervioso y algo confundido.

-¿Y bien ? No falta algo jovencito -

- ¿Que? No falta nada, tengo que dormir ya que no soy un viejo que puede desvelarse sabes -

- No nos llevamos mucho de diferencia...no seas exagerado -

Sebastian acorraló a Ciel sobre el marco de la puerta, sin darle tiempo a moverse sujeto su barbilla entre sus dedos y le dió un fuerte beso, saboreo sus labios dejando húmeda su boca, lo tomaba de la cintura acercando más su cuerpo.

- Ahh... Alguien puede vernos -

- ¿Lo ves ? No soy un viejo si te hago poner esa cara, que descanses querido nos vemos mañana -

Sonrió y camino sobre el pasillo dejando a Ciel en la puerta, rápidamente entro sin hacer ruido directo a su habitación, todos ya dormían en el departamento y había silencio total.

Se cambió de ropa y se metió a la cama sin embargo no podía dormir, se sentía nervioso y su cuerpo temblaba, cerraba los ojos y la imagen de él y Sebastian besándose le causaba una sensación de mariposas en el estómago.

- Estúpido ....Se supone era un juego de apariencias -

Se tocaba sus labios suavemente, los tenía ligeramente inflamados por el beso tan intenso de hace unos momentos, sin darse cuenta su cuerpo  fue subiendo de temperatura y la excitación se hacía presente en su intimidad.

- Que carajo !!!!! Soy un idiota... Exitarme solo por él...-

Se levantó rápidamente y se metió a la ducha, era la primera vez que se sentía exitado y más en pensar en alguien de su mismo sexo, no era el tipo de chico que le gustaba ver revistas de mujeres o vídeos de adultos, era una sensación algo nueva  y el despertar de ese deseo por un hombre mayor.

- Eres un idiota Sebastian ...-

Cerraba los ojos al sentir el agua fría caer por su cuerpo, sin querer llegó a acariciar su entrepierna y se dió cuenta que aún estaba exitado, no quería aceptar que el intenso deseo que sentía era por el azabache, sacudió su cabeza y le abrió más a la regadera para quedar bien mojado y de ese modo controlar su libido.

Una vez controlado su "problema" se fue a la cama sin secar su cuerpo o el cabello, se metió directo a la cama todo mojado y solo así se quedó dormido.

7 AM sonaba el despertador, con algo de trabajo se fue despertando y noto que tenía escalofríos, no le tomo mucha importancia y se visito como de costumbre, rápidamente fue a reunirse con sus sirvientes que mas bien hacían la función de una familia pues se tenían mucha confianza.

Meyrin bajo al negocio para abrir las puertas y que fueran llegando los clientes, finni iniciaba colocando las mesas y los manteles cuidando de no romper nada. Bard en la cocina encendiendo las estufas para los alimentos y las cafeteras, Tanaka en la caja esperando las órdenes.

Ciel se sentó detrás de la barra y de algún modo sentía su cuerpo extraño, no quería alertar a nadie pero le empezaba a doler la cabeza y los escalofríos seguían presentes.

La mañana transcurrió normal, aún seguían llegando jóvenes a buscar a Ciel aunque los rumores corrieron rápido al respecto de su nueva relación y ya ninguna se atrevía a pedirle una cita amorosa, solo se lograba escuchar discretamente frases como "que desperdicio de muchacho" "tenía que salir rarito"

Entre mirada y un caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora