El secreto

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Íbamos a entrar en la habitación; aunque yo no quería, el doctor Ismet me fue empujando poco a poco. Los policías nos miraban extrañados por mi comportamiento, así que me limité a entrar en la habitación.

-Les digo que yo no soy una paciente, solo vine a ver a mis hermanos-continué, aunque no parecía que me creyesen.

-Bueno, doctor Ismet, intente controlar mejor a sus pacientes, nosotros nos vamos-dijeron los policías.

-Vale, espero que esto no vuelva a pasar- les respondió el doctor Ismet mientras los policías se fueron.

-¿Me quiere decir a qué ha venido esto?- le dije en tono despectivo.

-No te preocupes Samantha, no te pasará nada aquí, pero me tengo que asegurar de que no hagas nada malo -me dijo mientras se iba.

-Espere-le detuve.

-¿Qué pasa Samantha?

-Sara me habló de una bruja, me dijo que trabajaba en el manicomio, así que supongo que será una enfermera, también que era mala porque quería que ella me hiciera daño -cogí aire y continué- Antes de que la dispararan me dijo una palabras que fueron: "Dos hombres la ayudaban" y "gafas". ¿Usted sabe quién es esa persona?

-No -me respondió. Mientras el doctor Ismet salía, me di cuenta de que cerró mi puerta con llave.

Miré el reloj y eran las 16:00 h., así que me quedé un rato pensando en la esquina de la habitación en todo lo que había pasado: en mis hermanos, en Sara, en el chico que la disparó y, sobre todo, en el doctor Ismet. Me fui a tumbar un rato en la cama deseando que todo esto hubiera sido un sueño, pero no. Al final me quedé dormida. Al despertar, miré el reloj y eran las 19:30; habían pasado 3 horas y media.

Me acerqué a la puerta e intenté abrirla pero estaba cerrada. De repente me acordé de que llevaba una horquilla puesta; me la quité e intenté forzar la cerradura. Lo conseguí, así que salí corriendo y fui a ver a mis hermanos. Estaban allí y pensaban que me había pasado algo. Yo les conté todo lo ocurrido; se quedaron perplejos.

-Samantha te agradecemos que hayas venido a contárnoslo, pero deberías ir a tu habitación antes de que te pille el doctor Ismet- me dijo Thomas. David le dio la razón, así que me fui.

Otra vez me había perdido y no sabía volver a la habitación cuando de repente oí unos pasos; era el doctor Ismet. Salí corriendo por el pasillo y por el otro extremo se oían los pasos de un enfermero. No sabía qué hacer,  así que me metí en una habitación vacía que había justo a mi lado y entorné la puerta.

Un poco después el doctor Ismet y el enfermero se pararon justo delante de la habitación donde me había metido. Empezaron a hablar:

-Menos mal que encerraste a la chica, es demasiado cotilla como para estar aquí; ¿no cree doctor?

-Sí, tienes razón. Menos mal que le paramos los pies porque podría haber descubierto nuestro secreto, pero, si eso pasara, ya sabes lo que tendríamos que hacer con ella y con sus hermanos -respondió el doctor Ismet.

-Sí, doctor.

Los dos se alejaron y yo me quedé un poco extrañada. Cuando me disponía a salir de la habitación oí una voz que decía:

-He vuelto... yo te sacaré de aquí Samantha- dijo aquella voz extraña.

Esa voz me resultaba conocida, parecía la voz de Sara, pero, no era posible...



El manicomioWhere stories live. Discover now