Unos minutos después ya estaban de vuelta en la casa. Ambas entraron en silencio, la rubia se le acercó y le miró de manera analizadora.
-"estas bien? alcanzó a hacerte algo?"- dijo buscando alguna herida o algo.
-"no, lograste llegar a tiempo, de no haber sido por ti no se qué habría pasado"
-"estarías de vuelta en tu casa ahora"
-"lo sé… pero me trajiste de vuelta"
-"si lo que quieres es irte puedes hacerlo"- dijo con indiferencia sin verle.
-"creí que estaba secuestrada"- dijo con una sonrisa burlona.
-"cierto… entonces no puedes irte"- correspondió esa sonrisa. Se quedaron así unos segundos, hasta que el semblante de la chica se suavizó.
-"gracias"
-"no tienes que decirlo, no lo hice por ti"
La chica suspiró, y agachó la mirada, aquí iba de nuevo con sus palabras que camuflaban su real parecer. A veces se preguntaba si su actitud alguna vez realmente cambiaría, si sería capaz de hacer que la rubia rompiera con ese muro de concreto que la separaba del resto del mundo, de ella.
-"… lo hice por mí"- la morena al escuchar eso levantó la mirada.
-"como?"- creyó no haber escuchado bien.
-"nada"- volteó para darle la espalda.
-"si dijiste algo"- pero la chica la detuvo y le obligó a volearle nuevamente hacia ella.
-"debes estar aun asustada por lo que pasó, quizá deberías darte un baño"
-"no quiero un baño… quiero que me expliques porque lo hiciste por ti"
-"yo no dije eso… y si lo dije fue porque… me es más fácil investigar. Son muchas las cosas que nos relacionan, y tu padre está muy ligado con mi pasado"- logró dejar de balbucear para ponerse seria.
-"entiendo… me iré a dar un baño entonces"- dijo decepcionada. Se disponía a ir rumbo al baño, cuando sintió a su espalda que la rubia le hablaba de manera casi inaudible.
-"además… ya me acostumbré a tenerte cerca…"- la chica volteó sorprendida y anhelante a que continuara. –"… no tenerte acá me haría sentir… sola, como antes"- susurraba sin verle. La chica caminó lentamente hasta llegar cerca de la rubia.
-"entonces no tienes de que preocuparte, porque no me iré a ningún lado"- dijo con una tienda sonrisa, mientras pasaba sus dedos por los cabellos rubios de Perrie, quien aún seguía sin mirarle.
En ese momento su rostro se veía tan vulnerable, tan distinto al siempre frío semblante que era capaz de congelar hasta su alma, ahora se veía indefensa y expuesta. Mientras la chica pasaba delicadamente los dedos por el cabello, la mano de la rubia tomó su muñeca para que se detuviera. La chica volvió la atención a los ojos de la rubia, que ahora volteaban hacia ella.
-"entonces como ves, no lo hice por ti… lo hice por mi"- le dijo con seriedad, volviendo su mirada fría. Se mantuvieron así, mirándose sin decir nada, Perrie de manera fría y Jade de manera penetrante, mientras aun tenía sostenida su muñeca sobre la cabeza de la rubia.
-"porque tienes que ser así?"
-"no sé de que hablas"
-"te encierras sin dejar entrar a nadie, no puedes pretender que no necesitas de nadie por siempre"
-"no necesito de nadie y sí, estoy bien sola"
-"eso no fue lo que dijiste hace un momento"
-"olvida todo lo que dije hace un rato…"- silencio y el rostro de fastidio de Perrie le hizo continuar.