Joven , eso era algo que les molestaba a muchos que llevaban años bajo este ambiente oscuro y sobrío. Pero mi juventud era lo que me hacia las cosa mas fáciles , te subestiman.
Algo que aprendí en este submundo es a no confiarme ni confiar, en nadie ,a no guiarme por la apariencia. Hasta el más tierno cachorro puede traicionar a su amo por un trozo de carne. He visto a hijos disparar a sus padres, hermanos enviarme a matar a sus hermanos mayores por poder familiar , amigos de la infancia apuñalarse por la espalda. No,no podía confiar ni en mi propia sombra.
Unos hombres se acercan a mi mesa, se que vienen hacia mi a pesar que no los estoy viendo, y se a que vienen.Puedo adivinarlo, la mano derecha de algún tipo adinerado acompañado de dos matones que llegaran y se sentaran cerca mi con rostros intimidantes y dejando ver el mango de sus pistolas bajo sus chaqueta. No me equivoque.
-Perrie Edwards?
-Ya lo sabe no?
-Efectivamente eres muy joven, si no fuera por tus antecedentes no creería que tu eres la gran asesina de la que me hablaron.
-No tengo tiempo para palabras que están de más, quien es la victima?- digo con tono monótono pero firme.
-También me dijeron que eras profesional- dijo entregándome una carpeta con los datos y la fotografía de la victima.
¿Que si siento algún remordimiento? ¿Siente remordimiento un honorable empleado publico que roba grandes sumas de dinero de un hospital, dejando morir por falta de recursos a un herido? ¿Siente culpa un policía corrupto dejar libre a un pedófilo de la sociedad? ¿o un narcotraficante al enriquecerse a costa de un adicto? No, no siento culpa.Todos merecían morir, talvez yo también merezco morir por mis crimines, ¿justicia? ¿Quien soy yo para hacer justicia de esa forma, quien soy para decidir que ellos debían pagar de esa forma? Pero la pregunta que paradojicamente responder a esas interrogantes es ¿y porque no?.......