El sonido del cuerpo al caer al suelo es seco, la lluvia hace escurrir la sangre por el asfalto hacia la alcantarilla. Devuelvo mi pistola bajo mi chaqueta y camino firme pero tranquilamente hacia el otro lado de la calle. El grito de una señora al ver el cuerpo de Mathew Kness, un traficante de órganos que traiciono a mi cliente, se escucha tras de mi pero no me hace detener ni voltear. Me pongo mi casco y pongo en marcha mi motocicleta.
-Aquí tienes, y un bono extra por un buen trabajo, mi jefe sabe como pagar- me dijo uno de sus matones trayendo una prostituta a su lado.
-Nada personal preciosa, pero no me interesa- digo entregándole un fajo de billetes por la ¨perdida¨ de tiempo. Me levanto y tomo mi corto, dejo el vaso y el pago de mi consumo sobre la mesa y me retiro a mi departamento.
No me gusta el lujo, mis mayores exigencias es que sea un lugar privado y cómodo. Enciendo la televisión y pasan la noticia sobre el misterioso asesinato de un empresario en las calles de la ciudad. No hay sospechosos aun. Enciendo un nuevo cigarrillo y rio vagamente, pues se que no los habrá.
No me engaño, no lo hago para hacer justicia, nunca fue eso. Simplemente hago mi trabajo, soy parte de ese mismo mundo criminal, mi mundo. Mis manos están manchadas y sé que algún día llegará también mi castigo. Es solo que mis victimas son parte de ese sucio submundo, es por ello que mi mano no tiembla. Eso es lo bueno de ser asesina de asesinos, nunca te sientes mal.
Recibo una llamada, debe ser un cliente, odio que me molesten en mi hora de descanso.
-Sí?- contesto fastidiada.
-Tengo un trabajo para ti Perrie Edwards, en el bar de siempre a las 22- siento como se corta la llamada.
Me dirijo al baño, me veo un momento al espejo, mis ojos apagados, como si estuviesen con una especie de piloto automático permanentemente. Abro el botiquín y saco una de esas pastillas que consigo de contrabando, me calman la angustia que antes solía sentir.
Espero a mi victima en lo oscuro, en el lugar donde sale a fumarse un cigarro y llama a su esposa para decirle que tiene trabajo que hacer y no llegara a cenar, a las afueras de ese motel barato.
-Vigílala- le dice a uno de sus hombres armados , haciendo referencia a la prostituta con la que tuvo sexo hace unos minutos dentro del cuarto -lo siento cariño, pero surgió una reunión...sí lo sé. Pero dile a tu padre que tratare de cerrar este negocio rápido, pero no te prometo nada...si,también te amo-
Apaga su celular. Prende el cigarro y bota suavemente una bocanada de humo. Siente un ruido de metal cayéndose que lo hace voltear hacia un costado del edificio.Lo ve brillar se acerca, notando que es una anillo. Se ve el dedo anular y lo reconoce como suyo. Se agacha para recogerlo, el descuido. Salgo de la sombra y paso el fino cordel por su cuello desde atrás. Un método limpio, silencioso, preciso. Deja de batallar y el cuerpo se vuelve inerte. Suelto la cuerda y este cae pesadamente, soltando el cigarro. Me inclino para darle una ultima quemada y lo boto.
¿Soy buena, soy mala?Ya deje de preguntarme eso.
-Este es el caso que mi jefe quiere que soluciones- el hombre me entrega una carpeta y llama a la mesera para pedir dos tragos.
Apago el cigarro, la tomo y me dispongo a leer. Un importante y poderoso empresario, que, como la mayoría de ellos, a la luz del día carismático, benefactor de un par de instituciones, un animal en los negocios y en la bolsa. En realidad, un peligroso mafioso, responsable de varias muertes y cargos falsos a todo los que de alguna u otra forma les estorba en el camino. Viudo, heredo los negocios familiares tras un trágico y misterioso accidente de auto donde murió su padre y su hermano, quedando como el heredero único.Sus influencias van desde importantes políticos a miembros de alto rango en el cuerpo de policía.Se podría decir que es dueño de casi toda la ciudad.
-Es un verdadero hijo de puta- pienso en vos alta mientras leo algunas de las historias -Está consiente de que me pide que mate al hombre más poderoso de la ciudad?-
-Sé que es difícil y arriesgado, por eso acudí a ti. Tu trabajo es pulcro y minucioso, ademas la paga sera probablemente mas de lo que ganes en todo un año-
Dinero, ese billete verde puede mover todo. La verdad es que personalmente esa no es mi motivación.
-De acuerdo Sr.Green, pero dado el caso, este no podrá ser inmediato-
-no hay problema, tengo paciencia- dijo levantándose y retirándose del lugar.
Tomo la carpeta y la vuelvo a ver, mi próxima victima: James Thirlwall.
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Ciudad de vicio || Jerrie
Fiksi PenggemarSi no puedo ser tu amor, seré tu vicio- Jade