Perrie escuchaba cada una de sus palabras, mientras recuerdos se venían a su mente. Sangre, gritos de niños, ese hombre pelirrojo llevándoselos, la sensación de escalofríos que le provocaba aquel sujeto, su mirada maquiavélica.
-"yo... yo no lo recordaba..."- balbucea aun confundida.
-"tu mente debió querer reprimir todos aquellos recuerdos que te ligaran a todo eso"
-"él... ese hombre se llevaba a niños. Es que también querían hacerlos parte de eso, como a mí?"
-"no... solo tu serías parte de esto. Esos niños se los llevaba para el negocio de Thirlwall, el tráfico de ellos. Vender a un niño en el extranjero es muy lucrativo"
-"pero cómo es posible? Es que acaso nadie notaba que desaparecían niños? Como todo podía ser tan impune?""- exclamó de pronto Jade, horrorizada ante tal monstruosos actos.
-"buscaban hijos de drogadictas, o prostitutas sin respaldo... de esas que trabajan solas. A nadie le importa que ellas mueran, nadie les llora. Y sus hijos, solo tienen a su madre, su desaparición no preocupa a nadie más. La policía no hace mayores esfuerzos por investigar sus muertes, y menos abrir una investigación para encontrar a sus hijos desaparecido, no están interesados en perder ni tiempo ni dinero en eso. Simplemente archivan los casos, y con los antecedentes familiares asumen que los menores huyen de sus casas, para terminar en una vida no mejor que la de sus madres. Es crudo, pero real... en este mundo si existen personas favoritas, y la justicia no es ciega"
-"por Dios, no puedo creerlo"- suspiro la morena, aun incrédula e impactada. -"... mi madre lo sabía, es por ello que iba a dejarlo... a eso se refería cuando escribió en su carta que sabía lo que mi padre hacía"
-"... y quiso silenciarla"- completó la rubia, sin aun salir del abismo que mostraban sus ojos.
Dan al escuchar esto desvió la mirada a la ventana.
-"y tú? Que paso contigo después de esa noche"- volvió a hablar la rubia, esta vez con seriedad.
-"Esperé a su llegada, pero no sucedió. Después me enteré acerca de su asesinato, por lo que supe que debía ocultarme y aislarme de todo, este pueblo era lo más seguro. Todo ha sido muy duro desde ese día, nuestras vidas cambiaron totalmente"
De pronto Perrie se levanta y tira con violencia una mesa, volteándola, cayendo todo lo que estaba sobre ella al suelo, provocando el ruido de los objetos quebrarse. Provocó el sobresalto de ambos espectadores, quienes después del ruido permanecieron en silencio. La rubia voltea con su seriedad y calma característica, sorprendiéndolos.
-"y crees haberte llevado la peor parte, no?... después de lo ocurrido... porqué no me buscaste"- dice con una mirada intimidante.
-"te dieron por muerta. Después de que asesinaron a tus padres y hermano incendiaron la casa para quemar evidencias, aunque sería algo que no investigarían, pues Thirlwall tiene influencias y hombres en el departamento de policías. Pero lograron apagar las llamas, confirmando la presencia de solo tres víctimas. Las esperanzas de que estuvieses viva volvieron a mí, pero volvieron a morir cuando me enteré de que te habían llevado como mercancía del tráfico. Investigué durante años donde poder encontrarte, sin pista alguna. Fue hasta entonces cuando escuché el rumor de que vivías en la ciudad, y eras la mejor asesina a sueldo de ella... tus padres a pesar de que dieron su vida por evitarlo, no pudieron contra lo que ya estaba escrito. De algún modo u otro, terminaste viviendo en la misma ciudad del vicio, en el mismo mundo que buscaban evitar para ti"
Perrie se quedó escuchando las palabras, sin hacer nada, solo recordando sus últimos años, su camino sin rumbo cuando sus padres murieron, sin nada más en el mundo que sus propias piernas infantiles caminando por inercia, confundida, sin saber nada, sin recordar nada más que la imagen entrecortada que tenía en ese entonces del brutal asesinato a su familia. Su cabeza palpitaba al recordar de golpe tantos recuerdos olvidados, las brutales escenas de muerte, sangre, y gritos de niños que eran arrebatados de sus madres para ir a un destino desconocido.