El secreto de Lucifer

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Al fin estaban reunidos todos, bueno, casi todos, pero las probabilidades de vencer por fin a Lucifer eran muy altas. Selene había despertado y conocía exactamente la verdadera identidad de los ángeles que aún no se habían manifestado, sólo era cuestión de un par de llamadas y podrían tenerlos a todos.

-Los ángeles restantes están aquí mismo en Tokio, sus nombres son: el ángel del conocimiento del futuro Ashmeday, el ángel embajador de Dios Mikael, el ángel de la muerte Azrail y el ángel de la gracia y fortaleza Haniel.

-Sabemos que Ashmeday es Setsuna Meio, aunque no sé si en esta vida ella sabe quién es.

-Será algo que debemos averiguar Darien. Selene, ¿cuál es la identidad de los otros ángeles?-preguntó Raziel.

-Mikael ha sido la mensajera de Dios por mucho tiempo, ella y Mihael fueron las únicas que no entregaron sus alas y que conocen a la perfección quiénes son. Se hace llamar ahora Michiru Kaio.

-¿Michiru Kaio, la violinista?

-Correcto Suriel. Y muy cerca de ella y tuyo Endymion, está el ángel de la fortaleza.

-¿Te refieres a Haruka?

-Sí, Haruka y Haniel son la misma. Cuando la guerra estalló fue de las primeras en ponerse al frente, a diferencia de Michiru que prefirió quedarse al lado de Dios. Ellas siempre habían sido muy unidas, pero esa vez tomaron caminos separados y nadie supo que sucedió con ella hasta hoy.

-¿Y cuál es la identidad de Azrail?

-Ella Mihael, es el más joven, pequeña y frágil de los ángeles, toda ella es un símbolo, así como la línea que separa la vida de la muerte es frágil y al mismo tiempo fuerte, así Azrail es frágil en su apariencia pero en ella encierra el poder de la muerte. Su identidad es Hotaru.

-¿Hotaru Kou es el ángel de la muerte?

-Sí Ariel, Hotaru Kou.

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Condujo lo más rápido que pudo por las saturadas calles de Tokio. La adrenalina que sentía era producto de la emoción que le producía que su sirena al fin se abriera con ella y le permitiera conocer su casa. Este era el momento que tanto había deseado y al mismo tiempo temido, no sabía nada de ella además de su nombre y que le gustaba el violín, no sabía con quién vivía, si tenía padres o si ellos estaban de acuerdo con el tipo de relación que ellas tenían, pero nada de eso le importaba, lo único que valía la pena era que por fin daban un paso hacia adelante.

-Este debe ser el lugar, las coordenadas del GPS así lo indican.

Se sorprendió de que su sirena viviera en aquella mansión, ¿será por eso que no quería llevarla allí? ¿Acaso Michiru sentía vergüenza de presentarle a su familia a una sencilla chica que dependía de una beca de estudios?

Sacudió su cabeza intentando quitarse ese pensamiento, su sirena no era así, ella era pura y noble, sencilla, nunca se comportó de manera ostentosa ni pretenciosa, siempre la había tratado de una forma especial. Llamó a la puerta.

-Buenas tardes, busco a la señorita Michiru Kaio.

-¿Es usted Haruka Tenou?

-Así es, soy yo.

-Tenga la bondad y pase.

El mayordomo le permitió pasar y Haruka se quedó sin habla. Aquello no era una mansión, era un palacio. Cada uno de los espacios estaba decorado con un gusto exquisito, las paredes estaban adornadas con grandes pinturas de la época renacentista, por cualquier lugar donde se miraba podría darse cuenta de que el dinero no era algo que le faltara.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora