8. Y los ganadores que participaran en una misión a muerte son...

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Hubiera jurado que mi tío estaba echando humo por las orejas como un antiguo barco a vapor (O como la cabaña de Hefestos el noventa por ciento del día). Estaba con su cabello marrón oscuro muy bien peinado y llevaba puesta una linda camisa blanca. Probablemente había asistido o asistiría pronto a una nueva sesión de fotos. 

- ¡No es posible!- gritó- Casi tres semanas en aquel lugar ¡Y ni una llamada! ¿Cómo es posible? ¿Cómo pueden olvidar a su padre así?

Era primera vez que me incluía a mí como su hija, aunque me trataba como tal, para cuestiones "legales" yo siempre fui su sobrina y el mi tío. Sin embargo tenía razón, ni May ni yo lo habíamos llamado. En gran parte, porque no teníamos mi idea cómo. Sin chip, nuestros celulares a penas servían para escuchar música y nos habíamos confiado en que Quirón, tal y como Hedge había dicho, se encargaría de contactar con él. 

- Yo... lo siento mucho, hemos estado ocupadas- murmuré, viendo de reojo la cara de incomodidad y algo de sorpresa de Frank y Hazel. Si no me equivocaba, ellos no tenían a su madre mortal viva, por lo que nunca recibirían una llamada como aquella. Entonces me alegré de recibirla, aunque fuera un regaño descomunal por mi falta de apego. 

- ¿Ocupadas? ¡En un campamento de verano! ¿En qué? ¿Aprendiendo a usar espadas?

Pues sí, pensé. 

- La verdad, si- le contesté con una sonrisa- Ahora mismo May está entrenando. Porque...- asumí que mencionarle que su verdadera hija podría partir en una peligrosa misión en cosa de semanas sería demasiado alarmante para él, decidí mentirle inocentemente- Porque es necesario aprender a defendernos y a mantenernos en forma. Ya sabes. 

- Si , si, los monstruos y todo eso...- murmuró, acariciándose el cuello- La madre de May me lo dijo. 

Hécate. Quizás eso explicaba por qué él estaba haciendo un mensaje iris sin problemas. Quizás ella se lo había enseñado, junto con otras cosas. O bien Quirón le envió un amistoso correo tipo folleto de vacaciones donde explicaba la manera segura de comunicarse con sus hijos: cree un arcoiris con suficiente luz y agua y lance un dracma a la luz ¡Así de sencillo! Olvídese de las compañías telefónicas que succionan su sueldo en planes aparatosos. Y no olvide agradecerle a Iris, o le lanzará un pastel orgánico a la cara. 

- Entonces... ¿Están bien? - preguntó con una sonrisa triste. No sé si por nosotras o por la diosa ¿Aún la extrañaba? Era probable, no cualquiera tiene una relación sentimental con un dios. Hay que ser "especial" y Roberto lo era sin duda. Su encanto y talento de seguro había llamado la atención de Hécate y lo había conquistado, para luego enseñarle más trucos de magia y ayudarlo a ser de los mejores magos del país, quizá del mundo. 

Le conté resumidamente nuestra estadía en el Campamento y como aún nadie parecía interesado en reconocerme, por mucho que Percy Jackson había insistido en que cosas así no volvieran a pasar. Le dije que May estaría libre después de la cena y me despedí de él, deseándole suerte en todo lo que fuera a necesitarla. 

No hubiera pensado en que la que iba a necesitar suerte era yo. Y de manera encarnecida. 



...



A pesar de que seguía sin ser reconocida por nadie, me mantuve practicando mis movimientos con la lanza con Clarisse y Frank. Nunca tuve que escalar el muro con lava como castigo, aunque me lo sugirieron varias veces como un entrenamiento eficaz. Sin embargo me negaba siempre, por algún motivo, le temía al fuego. 

Hijos del Sol y el Fuego [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora