Capítulo 1

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Narra Camila

Como todos los días iba corriendo a coger el tren de las 8:36. Si lo perdía, llegaría tarde a la uni otra vez y no podía permitirme faltar a esa clase más. Corrí como si no hubiera un mañana y cuando estaba entrando a la estación, me choqué con una chica que también iba corriendo.

- Perdona, no te vi - me disculpé.

- No te preocupes yo también iba corriendo pero tengo que coger ese tren sí o sí - dijo la chica.

La chica levantó la vista y nuestras miradas se cruzaron. Vi que tenía unos preciosos ojos verdes y una larga melena negra. Me quedé embobada mirándola pero ella salió corriendo para coger el tren y me di cuenta de que si no corría yo también, lo perdería. Finalmente, aunque casi me pillan las puertas, pude cogerlo. Quizás el día no empezaría tan mal después de todo.

Llegué a clase y me senté en mi banco de siempre, donde ya me esperaba Dinah con su cara de sueño.

- Mira quién pasa por la puerta, creía que no llegarías hoy tampoco - me dijo Dinah con ironía.

- Que poca esperanza tienes en mí - le contesté.

Las dos nos reímos, Dinah es la primera persona que conocí cuando entré en la universidad y desde entonces, no nos hemos separado. Las dos estudiamos Artes Escénicas, en la especialidad de música, por lo que coincidimos, prácticamente, en todas las clases. Se ha convertido en una gran amiga para mí y confió en ella para contarle absolutamente todo.

- ¿Qué tal ayer con Austin? Me preguntó.

- Bien, ya sabes... como siempre

Austin es un chico con el que estoy saliendo desde hace 5 meses. No es nada demasiado serio, simplemente me lo paso bien, pero realmente, él no termina de llenarme. Me ha pedido varias veces que seamos pareja oficial pero siempre le he dicho que no, que yo no buscó eso ahora mismo. Es algo que me ha pasado desde el instituto, he salido con varios chicos pero ninguno ha conseguido enamorarme o ilusionarme como le pasaba a la mayoría de mis amigas. Nunca le di mayor importancia, hasta que un día tuve un sueño un poco subidito de tono con una chica. Yo soy de un pueblo muy pequeño y en ese momento ni siquiera se me pasó por la cabeza que me pudieran gustar las chicas, realmente, nunca me había sentido atraída por ninguna antes. Bueno, exceptuando Angelina Jolie o algún que otro celebrity crush que he tenido, pero desde que tuve ese sueño, es algo que no logro sacar de mi cabeza; y el hecho de venirme a la ciudad para ir a la universidad solo ha hecho que la cosa empeore. Ahora me siento más libre y estoy empezando a fijarme más en las chicas. Dinah es la única persona que sabe acerca de mis dudas y ha sido un gran apoyo desde que me sinceré con ella al inicio del curso. Siempre me aconseja que tengo que dejar a Austin y experimentar con alguna chica ya que es la única forma de saber qué es lo que realmente siento.

- Sabes que tienes que dejarle ¿no? Él está muy ilusionado contigo y tú estás en una fase completamente distinta. Vas a acabar haciéndole daño - me aconsejó Dinah.

- Yo tengo la conciencia tranquila, le he dejado claro varias veces que no quiero nada serio con él, además ya sabes que, aparte de la gente de la universidad, no conozco a nadie aquí, y con él, lo paso bien - Le contesté.

- En algún momento, esto se va a volver en tu contra, ya verás... Además, tú sabes que deberías salir y conocer a alguna chica interesante, que pueda resolver tus dudas.

- Ayyy Dinah calla...

Me puse como un tomate, como siempre que acabamos hablando de ese tema.

- Es verdad, es la única manera de que dejes de darle vueltas a la cabeza y sepas realmente qué es lo que quieres.

- Ya lo sé Dinah, pero no es tan fácil, no es como si saliera de casa y tuviera a un montón de chicas esperándome para experimentar con ellas...

- No, pero tienes que intentar conocer gente nueva, a tu casa no van a ir a buscarte, tienes que poner de tu parte.

- Ya lo sé, pero sabes que no soy una persona muy sociable y además me da mucha vergüenza. Aunque me fije en una chica, solo hay un 10% de posibilidades de que a ella le gusten las chicas y que encima le guste yo, es casi imposible. ¿Por qué esto tiene que ser tan difícil?

- Ayyy Camila, no dramatices. Si la mitad de las chicas de esta facultad son lesbianas y la otra mitad son heteroflexibles, lo tienes super fácil... Además, tú has visto el culo que tienes, las tendrás a todas locas...

- Y tú Dinah, ¿en qué mitad te encuentras? - le pregunté

Siempre me gustaba bromear con Dinah, ella era una persona super abierta y me hacía sentir muy cómoda en todo momento.

- Ya lo sabes amor, yo soy heteroflexible y si no encuentras a nadie siempre te quedará esta polinesia sexy para probar, aunque luego no querrás otra cosa más en tu vida.

- Seguro...- le dije.

- Este finde salimos, ya verás cómo conoces a alguien - me propuso ella.

- Dinah tengo mogollón que estudiar y tenemos que preparar el recital de primavera

- Venga no seas aburrida, hay tiempo para todo. Además, sabes que en vez de estudiar, vas a estar viendo videos de tus OTPs lésbicas en Youtube.

Me puse roja de nuevo. Un día Dinah vio mi historial de Youtube y tenía videos de amor de algunas parejas que sigo y desde entonces me avergüenza con ello siempre que tiene ocasión.

- Está bien, podemos salir un rato - le respondí.

- ¡Sí! - exclamó Dinah contenta.

Las clases terminaron y Dinah y yo nos fuimos a casa. Ambas estábamos en la residencia de estudiantes al principio de curso, pero cuando nos conocimos, decidimos alquilar un piso para las dos. Nos salía más económico y teníamos mayor privacidad e independencia. Íbamos en el tren de camino a casa, cuando mi mirada se posó en una chica morena que estaba en el vagón de al lado. Pude ver sus ojos verdes y me di cuenta que era la chica con la que me había chocado esta mañana. Me fijé con más detenimiento y era preciosa, tenía unos rasgos perfectos. Me quedé embobada viendo los gestos que hacía mientras leía un libro ensimismada, hasta que Dinah me sacó de mi burbuja.

- No la mires tanto que la vas a desgastar, ¿la conoces?

- No, bueno sí - Me puse nerviosa - Esta mañana, me choque con ella en la estación pero solo intercambiamos unas disculpas.

- Mírate. Sí estás hasta nerviosa, esa chica te vuelve loca ¿eh?

- ¡Qué dices Dinah! Si ni la conozco... además seguro que no la vuelvo a ver...

- Uyy eso nunca se sabe. Además, es preciosa y parece una nerd como tú, me gusta para ti.

Me sonrojé por décima quinta vez en el día de hoy. La verdad es que nunca había sentido esa atracción irrefrenable por mirar a alguien como me había pasado con esta chica, de la que no sé ni el nombre, pero no podía quitar mis ojos de ella. Llegamos a nuestra parada y ella ni se dio cuenta de nosotras y salió disparada por la puerta del tren.

- Además parece que es nuestra vecina.

- Ayyy Dinah cállate ya

Llegamos a casa e hicimos la comida, bueno yo hice la comida porque Dinah no sabe cocinar ni un huevo frito, pasamos la tarde estudiando y ensayamos para el recital de primavera, en el que ambas cantamos. Ese día, nos fuimos a acostar pronto; por lo menos, mañana ya es viernes.

Choque de trenes (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora