Capítulo 2

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Narra Lauren

Por fin es viernes. He tenido una semana dura en la universidad, además de los cien mil trabajos que he tenido que entregar, lo he dejado con mi novia. Llevábamos más de un año juntas pero acabo de descubrir que me ha sido infiel en numerosas ocasiones así que lo único que quiero hacer ahora mismo, es disfrutar un poco y olvidarme de ella.

Voy de camino a clase donde he quedado con Normani para tomar un café antes de entrar. Ella es mi mejor amiga y nos conocemos desde que tenemos 3 años. Siempre ha estado ahí para mí, desde que salí del armario hasta cuando me rompieron el corazón por primera vez. Es una gran amiga y este finde vamos a darlo todo y celebrar mi soltería. A ella nunca le cayó bien Lucy así que en cierto modo está contenta de que ya no esté con ella.

Iba en el tren leyendo mi libro cuando noté la mirada de dos chicas en el vagón de al lado, alcé un poco la vista y una de ellas era rubia y alta, la otra era más bajita y morena y no sé de qué me sonaba su cara. Intenté hacer memoria pero no se me ocurría de qué podía conocerla. La chica era preciosa, ojos oscuros, tez morena, pero cuando se levantó para bajarse del tren, pude ver su culo y quedé maravillada. Siempre he tenido debilidad por esa parte de la anatomía femenina y el de esa chica era para enmarcarlo.

Salí del tren y me dirigí al lugar donde había quedado con Normani.

- ¿Qué tal estás? – me preguntó Normani.

- Bien, tengo ganas de fiesta esta noche - respondí.

- Así me gusta, esa perra no se merece ni una lágrima tuya, tú sabes que puedes tener a la chica que quieras, con esos ojitos...

- Gracias Normani, pero lo nuestro no puede ser, para mí sería como incesto.

- Cállate idiota.

Las dos nos reímos y nos dirigimos a clase. Normani y yo estudiábamos lengua y literatura, leer era una de mis grandes pasiones. Podía pasar horas y horas sumergida entre las páginas de un libro. También me gustaba escribir y algún día espero poder hacerlo de forma profesional, es la mejor manera que tengo de expresar mis sentimientos.

La mañana pasó relativamente rápida y nos fuimos a casa para descansar un poco y arreglarnos. Normani pasaría a por mí sobre las 11 para ir al Club.

Había terminado la ducha y estaba decidiendo que ponerme. Al final opté por pantalones negros, top negro con el ombligo al aire y mi chupa de cuero. Me maquillé un poco para realzar mis ojos y me pinté los labios rojos, siempre solía pintármelos de ese color cuando salía de fiesta.

A las 11 en punto ya estaba Normani pitando en la puerta de mi casa, me despedí de mis padres y salí disparada al asiento del copiloto.

- Wow, te has arreglado para romper cuellos. Vas a tener a todos babeando por ti – me dijo Normani.

- La ocasión lo merece. Tú también te ves increíble – le contesté de manera sincera.

Normani llevaba un vestido azul clarito que hacía resaltar su piel morena. Aparcamos y nos dirigimos a la puerta de entrada del club, había una cola que llegaba hasta la esquina. Era uno de los clubs más populares entre los universitarios y todos los fines de semana se llenaba. Por suerte, Normani conocía al relaciones públicas del local y no tuvimos que esperar. Entramos y dirigí a Normani directamente a la barra y empezamos a tomarnos unos chupitos para ir entrando en calor.

- Esto está increíble, mira cuanta gente y qué ambientazo – le dije a Normani.

- Sí, vamos a bailar y a ver que encontramos por ahí – me contestó.

Normani me agarró de la mano y me llevó al centro de la pista. Las dos empezamos a bailar como locas, mientras seguíamos bebiendo y espantábamos a todos los pesados que se nos acercaban. Me lo estaba pasando genial y casi ni me había acordado de mi exnovia y la semana que había pasado por su culpa, hasta que la vi a lo lejos hablando con una rubia. Normani miro en la misma dirección que estaba mirando yo y la vio.

- Vamos a pasárnoslo bien y olvida a esa perra que no te merece. Baila, disfruta, bésate con chicas y restriégale en la cara lo que se ha perdido.

- Llevas razón – le dije convencida.

Cogí a Normani de las caderas y empecé a bailar de manera sensual, Normani bailaba como una diosa y todo el mundo nos estaba mirando. Sentí la mirada de Lucy clavada en nosotras pero no me importó yo solo quería pasármelo bien. Agarré a Normani de la mano y la dirigí a la barra, necesitaba otra copa. Empecé a notar como el alcohol hacía efecto en mi cuerpo, me sentía desinhibida y ya me daba un poco igual todo. Normani me dijo que necesitaba ir al baño y que la esperara en la barra. Estaba en la barra con mi copa en la mano, cuando vi a una morena que meneaba sus caderas al ritmo de la música, tenía un cuerpo increíble y no podía quitar mis ojos de ella. De repente, un chico se me acercó y me intentó besar, estaba muy borracho.

- Sé que lo quieres nena, no te hagas de rogar – me dijo el muy imbécil.

- No te me acerques – le avisé.

- Venga te invito a una copa y podemos pasar un buen rato

- Déjame en paz.

- Vamos guapa, dame solo un beso.

- Mira idiota, no te besaría ni aunque fueras la última persona en la faz de la tierra, además me gustan las chicas y ahí está mi novia. Adiós. – le contesté poniendo fin a la conversación.

Me acerqué a la chica que estaba bailando y la agarré de las caderas y empecé a mover mi cuerpo a su ritmo. Me acerqué a su oído y le susurré:

- Disimula conmigo ese pesado de la barra no me deja en paz.

La chica para mi sorpresa se volteó y pasó sus brazos por mi cuello, cuándo la vi, me di cuenta de que era la chica de esta mañana, la del tren, la del culo, cómo no la había reconocido antes. Sus ojos mostraban sorpresa al verme, pero seguimos bailando cada vez más cerca la una de la otra. De repente, ella se giró y empezó a mover su trasero contra mí y creí que iba a morir. Me estaba provocando y lo estaba consiguiendo pero yo también sabía jugar. Empecé a recorrer con mis manos todo su costado de arriba abajo y sentí como su piel se estremeció con mi contacto. Le aparte el pelo del cuello y le susurré:

- Como sigas haciendo eso, no voy a poder controlarme

Ella solo se pegó más a mí y siguió con ese movimiento que me estaba llevando a la locura. Se giró y me dijo en el oído.

- Tengo que ir a agradecer al pesado ese que te molestó porque gracias a él, estoy bailando con la chica más sexy de todo el local.

- Eso es imposible porque soy yo la que la tiene en frente.

Seguimos bailando mientras comenzamos una batalla de miradas y mis ojos fueron a sus labios. Ella se mordió el labio inferior, me estaba volviendo loca.

- No hagas eso porque no me voy a poder controlar.

- Quién te dice que tengas que controlarte.

Cuando dijo eso me empecé a acercar lentamente a sus labios, el alcohol estaba haciendo de las suyas y a mí ya todo me daba igual, solo quería probar esos labios. Estaba a punto de besarla cuando oí

- Lauren, llevo buscándote media hora, por fin te encuentro – era Normani

En ese momento quería matarla. Y cuando me quise dar cuenta, la chica se iba de la mano de su amiga rubia sin decirme nada más.

- Normani, voy a matarte.

- ¿Qué he hecho yo?

- No viste que estaba a punto de besar a esa diosa.

- Lo siento Lauren, no me di cuenta, ¿quién es esa chica? – me preguntó Normani.

- Mi futura esposa.

Nos empezamos a reír pero yo no me podía sacar de la cabeza el cuerpo de la chica bailando contra el mío y esos labios que me moría por besar.

Choque de trenes (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora