Finalmente, la hora del recreo, por fin tendré un momento de paz, lo malo será tener que aguantar las miradas de todos lo que estudian aquí, bueno, mientras tenga mis audífonos, el mundo me vale madres.
Qué haré, no la estoy pasando bien aquí, porque Diablos tuvimos que cambiar de casa, al menos en mi colegio anterior tenía con quién rayos hablar, pero aquí, aquí apenas si me logró sentir cómodo, supongo que tendré que adaptarme, buscar amigos y de más.
Qué fastidió, mejor me acuesto sobré el césped a contemplar el cielo, mientras me pierdo entre cada sonido de la melodía reproducida por la música de mi celular y enviada a mis oídos por medio de los audífonos, vaya, pero que explicación tan complicada para simplemente decir que estoy tranquilo escuchando música.
Quiero llegar pronto a mi casa, quiero tomar mi violín y practicar una melodía, raro, ¿no?.
Hay viene un chica, me pregunto que querrá.
-Hola, tu eres Jullian ¿verdad?
Am, si, soy yo, dudo que haya otra persona en este lugar que se llame Jullian, ¿puedo ayudarte en algo?.
-El profesor Andrés, me pidió de favor que te llamará, dijo que te necesita en la sala de maestros.
(Carajo, ahora que hice, si es mi primer día)
Ok, oye disculpa, como soy nuevo no conozco este colegio, que realmente es algo grande, me podrías hacer de favor, llevarme allí, ¿si?.
-Claro, ven conmigo, por cierto, me llamó Andrea, mucho gusto.
Ok, Andrea te seguiré, me pregunto que querrá el profesor?.
-Daté prisa, tenemos que ir antes de que termine el recreo.
Ok, ok ya entendí.
(Qué ironía, Andrea me va a llevar donde está Andrés)
Profesor, ¿me necesitaba?.
-Ha, Jullian, si claro, toma asiento.
(Mierda esto no me agrada)
Gracias, disculpe, podría decirme para que me mandó a llamar?.
-Tranquilo, no es para nada malo, sólo quería darte un resumen de las cosas, se que te sientes incómodo y eso, pero no te preocupes, todos incluso yo he pasado por ello, ya verás que te irás acostumbrando, mira, aquí tienes tu horario, en la clase se manejan varios profesores, así que, nos veremos muy poco, pero cada vez que necesites algo puedes decirme....
(Qué este señor no piensa dejar de hablar, ese papel de querer ser comprensivo no le quedá, pero bueno).
-Bueno Jullian, ve a clases.
Se lo agradezco profesor, nos hablamos después.
Haber que dice aquí, tengo la clase de música, genial, al menos algo bueno en el día, mejor me doy prisa.
Rayos, no se donde es el salón de música, que hago, tendré que preguntar, de nuevo, ¡Diablos¡.
Ha, Andrea, oye, disculpa, me podrías decir en dónde queda el salón de música?
-Si claro, a fin de cuentas, estamos en la misma clase, vamos, la maestra detesta que lleguen tarde a su clase.
-Profesora, buenos días.
-Hola niños, buenos días, tu debes ser Jullian, el chico nuevo verdad?.
Buenos días, si soy yo.
-Buenos niños, entren y busquen asiento.
-Buenos días a todos, como está la primera clase del año, sólo daré las temáticas, mientras las escribo en el tablero pueden hablar, por favor sin hacer escándalo.
Bueno como yo no tengo con quien conversar veré qué hacer, goao un violín, iré por el y me sentaré en el fondo y tocaré algo.
(Sin pensarlo dos veces, tome una silla y estando en el fondo del salón, me senté, acomode el violín sobré mi hombro y apretando con suavidad el arco, comencé a entonar una melodía).
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La Rareza Del Amor
Teen FictionComo es la vida en la adolescencia para más de uno, espero te guste