Capítulo 4

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Ya han pasado 3 semanas, ya estoy adaptándome al colegio nuevo, ya conozco a personas, hoy comenzamos clases de manera normal.

-Hola, Jullian, buenos días, ¿cómo estás?.

Hola buenos días Andrea.

-¿Listó para comenzar clases?.

Si, estaba hartó de que no hicieran nada, detesto perder tiempo.

-Te entiendo, pero mira el lado bueno, ¡ya pasó!.

-Niños, ¡buenos días!, bueno, para la primera clase de idioma, vamos a ver...

Por fin, comenzaron como tal las clases, me esforzaré por ser el mejor.

¡ vaya!

Por fin ha llegado la hora del descansó, iré al lugar de siempre, a acostarme en el césped y a ver al cielo escuchando música.

!Diablos¡

¿Porque hacen tanto ruido?.

Ya quiero salir, estoy aburrido, este recreo es un verdadero asco, detestó los alrededores ruidosos, ya me estrese.

-Ju-Jullian!.

He, ¿hola?

-yo, quería darte esto.

¿Una carta?
Goao muchas gracias, me podrías decir, ¿cuál es tu nombre?.

¡Oye!

¡Oye espera!

¡No te vayas!, goao que chica tan rara.

Haber que dice aquí!

"Hola Jullian, mi nombre es Jeidy, estamos en la misma clase, soló quería decirte que me pareces un chico muy interesante, también muy lindo, perdona si no pude decir esto en persona pero es que sentía una gran pena.."

He, no se que decir, es la primera vez que recibo algo así, no se porque pero dentro de mi siento mucha felicidad.

¡No puedo creerlo!.

Esa chica me ha hecho poner de buen humor.

Bueno regresaré al salón ya casi empieza la siguiente clase, no puedo creer que ella sea de mi clase.

Hay está, está sentada, rayos que debería hacer o decirle, mejor miraré al suelo he iré a mi asiento.

Es la primera vez que me pasa esto, ¿que es está sensación?, ¿que es esto que siento?.

Ahora que recuerdo cuando llegué, cuando me presente y todos se rieron yo observe a todos y me quedé viéndola a ella, desde entonces siempre la observe, no era evidente al notar que la observaba, pero había algo en ella que me intrigó, y pensar que sucedió esto.

Es muy raro para mí.

¡Al fin!

Terminaron las clases, iré a casa, he, allí está la chica que me dio la carta.

Iré a agradecerle.

He oye, Jeidy, ¿verdad?.

Quería darte las gracias por la carta, fue un lindo detalle...

¡Oye!

¡Oye espera!

Rayos creo que la asuste, no puedo creer que apenas si le hablé y salió corriendo, ¿me pregunto si dije algo malo?.

Bueno ya ni modo, mejor me iré a casa, mi mamá llega temprano hoy, quiero contarle haber que piensa, lo más seguro es que se burle de mi.

-Hola, ¡ya llegué!.

Hola mamá, ¿que tal tu día?.

-Hola hijo, bien, ¿el tuyo que tal?.

Pues raro, como te lo explico.

-Bueno me lo vas contando mientras preparamos la cena, vamos a cocinar juntos, ¿te parece bien?, así me vas contando lo que pasó.

Vale como tú digas.

-Muy bien, entonces, ¿que esperamos?.

(Se ve que está emocionada por saber lo que sucedió, cuando se lo diga, se burlara de mi)

-Bueno, hijo dime que sucedió, haber, voy a ir cortando los vegetales mientras tú preparas el arroz.

Está bien mamá, bueno verás, en el descanso una niña se acercó a mí.

-¡Si!, ¿que pasó?.

Bueno verás, ella se me acercó y me dio esto.

-¿Una carta?, que dice, cuentame, no mejor dejame leerla a mi, voy a limpiar mis manos, !haber dame la carta!.

(Rayos, se emocionó, mejor le doy la carta)

Mira, aquí está, leela.

-Haber que dice.

"Hola Jullian, mi nombre es Jeidy, estamos en la misma clase..."

(Hay, ya me da algo de nervios lo que me vaya a decir mi mamá por esa carta)

-Jajajajaja...

(Mierda, sabía que se burlaría de mi)

-Por lo que dice aquí, esa chica es muy tímida, hijo me podrías describirla, por favor.

Qué, ¿para que?.

-Sólo hazlo, ¿si?.

¡Está bien mamá!.

Bueno, ella es, tiene un cabello ondulado de un color anaranjado un poco opacó, unos ojos de color café claro, es casi igual de alta a mi, piel semi morena, voz suave y dulce...

-Jejeje, ya ¡entendí!.

-Te gustó, ¿verdad hijo?.

Qué, como dices eso mamá, por supuesto que no.

-Claro, entonces dime porque me diste una descripción tan detallada de ella, mencionaste cada aspecto de ella de una manera tan bella, es como si describieras la luna, de una manera en que cautivas a quien te escucha, a demás, te pusiste como un tomate cuando te dije que te gustaba, no puedes engañar a tu madre, te conozco.

(¡Diablos¡, ahora que lo pienso es verdad, cuando la describí, sentí una calma, el recordarla me hizo sentir una calma en mi corazón, ¿que es lo que me pasa?).

La Rareza Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora