23. Una pieza de mi mitad

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"Me inspiras para mostrar mi más oscuro temor, quizás me quede atrapada y cambies mi miedo por un nuevo amor."


Estaba consternada.

¿Esto estaba pasando realmente?

Quizás en unos minutos vea el resplandor iluminando mi habitación y yo despierte de lo que parece un gran sueño, y a la vez malo.

La sonrisa de Liam se tornó más y más grande mientras yo intentaba decir algo, pero no sabia qué.

—¿Puedes respirar? —preguntó burlón, yo reaccioné e inmediatamente me alejé de él, soltándome de su agarre.

—¿Qué estás diciendo? —parpadeé un par de veces y sentí que todo esto era real. Me estaba pasando a mi, y creí que nunca más me volvería a sentir tan atraída por alguien, y peor aún, enamorada de nuevo.

—Meli — su sonrisa decayó—. Solo quiero estar cerca de ti, apoyarte, cuidarte...

—¿Y no basta con ser amigos? — interrumpí.

—También quisiera besarte. —admitió feliz.

Mis ojos se abrieron enormemente al escuchar su atrevimiento y mis cachetes ardieron en exceso. Estaba sonrojándome.

—Lo siento, pero tenía que decirtelo. —admitió sonriendo—. También quiero hacerte sonrojar por decirte cosas lindas, tan lindas como tú.

Sus palabras estaban alterando mi corazón hasta hacerlo salir de mi pecho. Si antes creía que este chico estaba loco, ahora pienso que está desquiciado.

Resoplé mirando todo alrededor. No podía aceptar ser su novia, no no, mala idea mala idea.

—Meli...

¿Qué?
Estoy nerviosa y no puedo responder.

Lo vi acercarse mientras acomodaba sus manos cerca de las mías, para tomarlas ligeramente sin yo tener la voluntad de quitarlas.

—Sé que tienes miedo, yo también lo tengo... —puso mi mano derecha sobre su pecho—. Yo al igual que tú, también siento, amo, y sufro, porque tengo un pedazo de carne entre los pulmones. Vivo Meli, estoy vivo todos los días porque espero algo de esta vida; espero cumplir alguno de mis sueños y aprovechar mi vida hasta que sea un anciano que ruega por avena —me reí—. Pero eso ya no me basta, no quiero tener todo lo que deseo sin poder compartirlo con alguien importante, con una persona que me acompañe a conocer lo nuevo, lo bueno, lo mejor que tiene esta vida, y quiero que seas tú con quien comparta eso.

Mis labios estaban hipnóticamente sellados, solo podía escuchar su suave voz masculina llena de certeza, de decisión.
Eso era lo que me gustaba de él, su seguridad al buscar algo que vaya más allá de lo natural.

Liam no se enfocaba solo en el presente, sino que esperaba algo del mañana, de y más, pero lo mejor de todo lo que acaba de decir, es que me necesita a mí para acompañarlo a continuar, para hacerlo sentir feliz.

Me moría por saltarle encima y decirle que sí, pero aún el miedo floraba y yo me resistía.

—¿No vas a decirme nada? —preguntó tierno, moviendo mi mano hacia su rostro para acariciarse con ella.

Sus ojitos eran perfectos intensificadores de oscuridad, aunque contrariamente de lo que aparentaban, me daban luz y me hacían ver la realidad desde otra perspectiva. Él lo tenía todo, todo lo que esperaba en una persona.

No me hagas cambiar de opinión © #wattys2017 #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora