No me hagas cambiar de opinión © #wattys2017 #PNovel

29. Quiero olvidarme de ti

"Prefiero cerrar los ojos y tenerte únicamente en mis sueños, que seguir despierta y saber que no eres parte de esto."

Me estaba destruyendo, literalmente esto hería en lo más profundo de mi ser, sentí mi corazón arder, sufrir, sangrar.

Me mataba.

Sollozaba sin siquiera ser consciente de lo que acababa de decirle a Liam antes de cerrar la puerta. Solo podía sentir el abrazo de Pao quien me llevaba hacia el sillón para tranquilizarme, sin decir nada, en silencio, me consolaba como siempre que la necesitaba.

Apoyé mi cabeza hacia atrás en el sillón y el maldito dolor en mis ojos me daba evidencias de que no pararía de llorar por un largo tiempo.

¡Por qué, Liam!

Siempre le di todo de mi, todo mi apoyo, mi tiempo, mi felicidad, y ahora él se había llevado todo eso sin siquiera darme la oportunidad de quedarme con algo.

Intentaba ser dura para evitar el dolor, maldiciendo en voz alta para quitarme un poco la decepción que sentía, pero esto no servía de nada, yo estaba hecha pedazos.

《Yo no lo haría por ti》

Quería saber cuál era mi error, en qué había fallado como para que él decidiera terminar con esto. Creí que era algo verdadero y fuerte, algo sincero, algo serio, pero no, no fue así y no me explico cómo pude permitir que esto pasara, jamás creí que Liam me lastimaría de esta forma, que tirara por la borda todo lo que había hecho por él, y repetía mentalmente el error que había cometido al abandonar una oportunidad por él.

Lo odio, lo odio...

Repetía eso en mi cabeza mientras sujetaba mi cabello con frustración, intentando jalar de él odiándome a mi misma por ser tan estúpida, por haber confiado en él. Lo odiaba...

Y lo amaba, que era peor.

Sin poder más, me apoyé en Pao para desahogarme sobre ella, abrazándola con fuerza para sentirme acompañada, comprendida, consolada.

—Tranquila Meli, no lo merece... —frotaba mi espalda con serenidad y me escuchaba expresar mi dolor mientras lloraba, mientras me partía, mientras moría lentamente.

Sollocé sobre ella y solo recordaba la mirada de Liam antes de despedirme de él. Deseaba levantarme y buscarlo afuera en la calle, para detenerlo y abrazarlo, decirle que lo amo, pero no valía la pena hacerlo, no esta vez.

Me quedé así durante un buen tiempo, descargando mi dolor en mi mejor amiga, hablando entre dientes y diciendo muchas cosas que deseaba decir, hasta que quedé dormida.

No sé cómo y qué fue lo que pasó, pero en mis sueños solo podía ver a Liam a mi lado, acariciando mi rostro como siempre lo hacía, dejando su aroma impregnado en mi piel, oyendo su suave voz que me hacía estremecer, que me mataba y me daba vida al mismo tiempo.

Estando dormida era la única forma en que me sentía bien, porque al despertar no existía motivo para que sonriera, no había nada que deseara en esos momentos más que estar con él otra vez. Así dejé reposar mi dolor durante toda la noche.

Al día siguiente desperté en el sofá de la casa de Pao, cubierta con varias frazadas sobre mi. Hablé con ella y me fui a casa lo más rápido que pude. Me sentía herida, los ojos me ardían con fuerza y prefería cerrarlos para no sentir el dolor.