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Maratón 2/5

Carolina odio que el despertador sonara, más que los días anteriores. No quería ir al trabajo para encontrarse con Lio, después de lo que había pasado el día anterior sus sentimientos hacia el chico se habían removido. Quería convencerse de que solo se trataba de un simple cariño que le estaba tomando, pero eso sería mentirse a ella misma.

Se levantó de la cama y se quedó sentada mirando a la nada. Frotó sus ojos con las palmas de sus manos.

— No Carolina, no puedes enamorarte de él — se dijo. Quería escucharlo salir de su boca, solo para convencerse a ella misma — Debes de sacarlo de tu mente. No puedes jugar con él.

Frustrada porque sus palabras no dieran resultado se tumbó nuevamente a la cama. Giró hacia la derecha donde se encontraba la cuna de su pequeño.

Gastón dormía tranquilamente. Sonrió a mirarlo, le recordaba a Agustín.

Agustín pensó Carolina. Llevó su vista al techo. ¿Qué estarás haciendo ahora? volvió a cuestionarse. Solo podía imaginar lo felices que podrían estar en esos momentos, aunque también se imaginaba que la estarían buscando, o eso Carolina quería soñar.

Debía de pensar en su hijo, y la felicidad de ella. No quería que su pequeño fuera infeliz por no tener una familia completa. Agustín había hecho seguramente ya una vida sin ella, así que ella también merecía un nuevo comienzo.

Estaba decidido, si Lio quería comenzar algo con ella, no se negaría. Estaba comenzando a sentir cosas por él, y estaba segura que con el tiempo lo llegaría a amar. Se levantó de la cama y se dirigió a comenzar arreglarse, ese día lo comenzaría siendo una nueva Carolina, volvería hacer su vida.

(...)

Agustín estaba desayunado solo en su gran mesa. Su pequeña se había ido al colegio y ahora no había nadie con él. Llevó su taza de café hasta su boca para dar un sorbo.

Miró con algo de nostalgia el lugar que Carolina solía ocupar. Se imaginó como en ese momento ella estaría ahí, dándole de comer a su hijo, pero la realidad era otra,y le costaba un poco aceptarla.

Sacudió la imagen de su mente, no quería pensar en el que hubiera pasado, creándose falsas ilusiones. Tomó su teléfono y marcó el número de la chica, solía hacerlo con la esperanza de que ella contestara. Al quinto tiembre colgó. Ninguna respuesta había recibido.

Se dirigió hasta su habitación para seguir con su búsqueda. No había dormido en las últimas horas para poder encontrar algo sobre Carolina, pero no había nada, incluso había ido a la habitación que había sido de Karina, solo para ver si podía encontrar algo más que le hubiera ocultado.

“Karol, si tienes noticias sobre Caro, ¿podrías avisarme?.”

Envió el mensaje. Ruggero le había dicho que lo mantendría informado, pero desde la última vez que se había visto no habían hablado.

“Claro, y no te preocupes la vamos a encontrar :)”

“Gracias”

Se dejó caer en su cama. Jamás la había sentido tan vacía, se había acostumbrado a dormir solo, pero después llegó Carolina y se acostumbro a dormir abrazando su pequeño cuerpo, ahora nuevamente la soledad lo acompañaban.

Él no era el único deprimido por la situación, así que buscaría algo para poder distraer a Sofía. No quería que la pequeña viviera como él, esperando noticias.

(...)

Al salir del colegio Sofía tenía una sonrisa en su rostro. En la clase de arte los habían puesto a dibujar a su familia. Aunque el tema la había puesto un poco sensible al principio, después creyó que sería un gran regalo para darle a Carolina cuando la encontraran. Quería hacerle ver que la extrañaba y que quería pedirle perdón.

Buscando a Papá (BAM#2) | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora