26

10.7K 654 193
                                    

Había extrañado aquel lugar, ella mantenía la mirada fascinada desde que el avión había aterrizado, realmente había extrañado su país; por su parte el pequeño Gastón se dedicaba a observar con detalle cada cosa, además de la forma en la que los demás hablaban, le resultaba extraño a lo que estaba acostumbrado a escuchar.

Al llegar a la casa de Agustín, Sofía fue quien decidió tomar a Gastón en sus brazos y enseñarle de principio el gran jardín que esta poseía, además de que lo llevaría hasta la habitación de juegos, donde estaban todos sus juguetes.

Carolina seguía estática en la entrada. Agustín estaba bajando las valijas del auto, pero al notar como su novia no parecía hacer algún movimiento decidió acercarse, tomándola de la cintura y besando su mejilla.

— ¿Sucede algo? — preguntó tiernamente.

— No realmente, es solo que me parece extraño el volver aquí — una sonrisa tierna salió de los labios de Agustín. Se separó un poco para quedar frente a su amada; acarició la mejilla de ella y se apoderó de sus labios, el beso fue lento y profundo, era inexplicable lo que ambos sentían en esos momentos, de nuevo ambos estaban juntos y parecía algo irreal. Carolina meses atrás se había hecho la idea de que tanto Sofía como Agustín estaban felices sin ella, mientras Agustín se daba por vencido en encontrar el paradero de aquella castaña.

Un llanto hizo que ambos se separaran, alarmados fueron hasta el lugar donde Gastón estaba llorando. Sofía trataba de tranquilizarlo para que no la regañaran, pero el pequeño no podía dejar de llorar.
Minutos atrás Sofía había ingresado con su hermano en brazos a la habitación llena de juguetes, lo había dejado en el piso alfombrado para que pudiera moverse por el lugar mientras ella buscaba algunas cosas para que pudieran jugar juntos, pero Gastón había llegado hasta una caja donde había algunos peluches dentro de ella, y un conejo blanco había llamado su atención, pero este estaba algo lejos de su alcance. Decidió tratar de ponerse de pie y alcanzarlo por su propia cuenta, pero sus piernas aún no estaban lo suficientemente macizas, y aún sujetándose de la caja, termino cayendo y volcando con el la caja y los peluches sobre él.

Sofía se alarmó al escuchar aquel ruido, fue rápidamente ayudar a su hermano, pero cuando logró quitar la caja el pequeño comenzó a llorar.

— ¿Qué pasó? — preguntó Agustín entrando a la habitación seguido por Carolina. Él corrió hasta el mas pequeño para tomarlo en sus brazos y lograr que se tranquilizara, dando unas palmadas en su espalda.

— Quería tomar un peluche y terminó tirando todo — Sofía realmente estaba preocupada, tanto por si Gastón se había hecho daño y por si recibiría un regaño.

— Eres un travieso — habló Carolina al notar la actitud de Sofía, quería quitarle el sentimiento de culpa que en ese momento tenía.

— ¿Esta bien? — preguntó la pequeña aún preocupada. Su padre le dedicó una cálida sonrisa, también había notado la preocupación de la pequeña.

— Si, creó que deberé de nuevo adaptar esta casa para bebés — Gastón dejó de llorar y centro de nuevo su vista hasta el montón de peluches que estaban esparcidos por el suelo.

— Toma — Sofía le entregó aquel conejo que había llamado su atención y Gastón lo tomó. Primero tocó las orejas del juguete y después su nariz. Comenzó a reír y los demás presentes lo miraron extraño, no entendía porque reía, así que en un momento de confusión ellos también se unieron a las risas.

(...)

Los días habían pasado y ya era domingo por la mañana, Carolina ya se encontraba en la cocina preparando el desayuno, esa tarde habían quedado con la madre de Agustín, pues la mujer se encontraba ansiosa de conocer a su nieto. Eso ponía un poco nerviosa a Carolina, temía que la relación que tenía antes se haya destruido después de haberse ido estando aún embarazada.

Buscando a Papá (BAM#2) | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora