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— Llenaré la casa de rosas si sigues trayendo más — Lio comenzó a reír al comentario de Carolina, ella tomó el nuevo ramo que le había traído esa tarde.

— Entonces podrás hacer un jardín — ambos entraron a la pequeña casa de Carolina, mientras ella ponía las rosas en agua, Lio miraba el lugar — ¿Y Gastón? — preguntó al no ver al pequeño por ahí.

— Esta dormido, voy por él — estaba nerviosa. Carolina estaba nerviosa por su cita con Lio y prefería aprovechar esos minutos que le quedaban para ni verlo; temía que no se sintiera a gusto pasando varias horas con él a solas.

Había aceptado aquella salida solo para comprobar hacia donde quería llegar con sus sentimientos, pero ahora se daba cuenta de que no había sido la decisión mas sensata que había tomado.

Tomó las cosas de Gastón y después cargó al pequeño cuidado que no despertara, no quería que comenzara a llorar porque había interrumpido su siesta.

— Listo. Podemos irnos.

(...)

— ¿A dónde vamos? — estaban saliendo de la cuidad y eso alarmaba un poco a Carolina. Hace unos 30 minutos que habían dejado a Gastón y desde entonces Lio no había dejado de conducir.

— Estamos por llegar — pronto sería de noche y Carolina aún estaba apegada a su hijo, llevaba ya treinta minutos lejos de él y lo extrañaba demasiado.

Estaba distraída. Sus sentimientos hacia Lionel cambiaban constantemente, y solo había un causante; Agustín. Quería seguir adelante sin él, pero justo cuando lo había decidido se enteraba de que estaba buscándola, solo esperaba que Karol no dijera nada.

Su teléfono comenzó a sonar, causando que su mente regresara. Ni siquiera revisó el número, simplemente contestó; podría ser algo relacionado con Gastón.

— Hola — dijo la voz del otro lado. Caro rodó los ojos y maldijo interiormente - No cuelgues - se apresuró a decir.

— ¿Qué quieres Mike? — desde que había confesado su secreto Carolina estaba enfadada con él.

— Solo hablo para verificar que hablarás con Karol, me acaba de amenazar y me dijo que si para mañana no hablabas con ella, vendría hasta México.

— Lo haré mañana. Ahora estoy ocupada — sin esperar a que él dijera algo más, cortó la llamada y fijo su vista en Lio, quien mantenía el ceño fruncido mientras su mirada seguía concentrada en el camino.

— ¿Es sobre Agustín? — preguntó tímidamente a Caro, la verdad era que el chico prefería evitar mencionar algo a respecto, le causaba curiosidad, pero no quería provocar algo en Caro, algo que involucrara el nombre de Agustín.

— No, sobre Karol — ninguno quiso seguir con el tema. Ninguno de los dos estaba cómodo haciéndolo — ¿Me dirás en algún momento a dónde vamos? No quiero aparecer en las noticias mañana por un secuestro — fue Carolina la que habló después de un silencio. Ambos comenzaron a reír por el comentario.

— Es aquí — habló Lio mientras se estacionaba aún lado de la carretera. Cuando el auto estuvo inerte Carolina no esperó para bajarse, estaban justo en un lugar donde podían ver toda la ciudad.
Justo el sol se estaba ocultándose. La vista era simplemente asombrosa, y Lio había dado justo en algo que Carolina admiraba ver.

— ¿Te gusta? — preguntó Lio mientras se sentaba sobre el capo del auto.

— Me encanta. Cuando era pequeña siempre me gustaba subir al techo del edificio en el que vivíamos, podía estar horas ahí, y era mejor de noche porque siempre esperaba a que hubiera alguna estrella fugaz para pedir un deseo — Carolina se sentó justo al lado de Lio. Él la miraba detenidamente.

— ¿Cuáles eran esos deseos?.

— Poder conocer a mis padres, fue absurdo, porque ninguna fotografía tengo de ellos, Amanda jamás me dio alguna — dio un suspiro para tomar aire — ¿sabes? Cuando conocí a Sofía, la hija de Agustín, me hizo acordarme de mi cuando era pequeña, no era la misma situación, pero ella también soñaba con conocer a su madre y cuando tuve la oportunidad de ser yo a quien llamara mamá me llenaba un poco aquel vacío; por eso cuando su verdadera madre apareció quise irme, ella siempre había soñado con eso, no podía quitarle su sueño. No muchos llegamos a cumplir nuestros sueños.

— ¿Cuáles son los tuyos? — una sonrisa melancólica salió de los labios de Carolina.

— Creo que después de ese no tuve un tiempo para detenerme y tener un sueño — Lio estaba atento a todo lo que le decía, parecía que jamás había tenido una charla así de profunda con alguien — Al cumplir los doce comencé a trabajar mientras estudiaba, mi único sueño en ese entonces era conseguir dinero para poder seguir estudiando. Soñé alguna vez en el amor verdadero, pero me rompieron el corazón. No pude pagar la universidad, aunque quería seguir estudiando. Mis últimos años se basaron en con seguir algún trabajo, después tu sabes lo que pasó — su mirada estaba pérdida en el horizonte — No me arrepiento de nada, pero me hubiera gustado poner una pausa para pensar en todo — ella volteó para verlo. Él la amaba, estaba seguro de ello, y después de ese momento estaba seguro de que había elegido a una chica sencilla, la indicada.

— Entonces, cierra los ojos — le dijo, estaba planeando algo.

— ¿Qué?.

— Cierra los ojos, vamos —  con una sonrisa Carolina hizo lo que Lionel le ordenó — Bien, ahora imagina que estas mirando el cielo de noche, como cuando eras pequeña — ambos sonreían, él por solo ver su cara, era confortable ver su sonrisa llena de emoción — Una estrella fugaz acaba de pasar, vamos, pide aquello que mas deseas, piensa en ese sueño.

Carolina pensó en aquello que mas anhelaba. Abrió sus ojos y se encontró a centímetros del rostro de su acompañante. Fue un simple impulso lo que llevó a Carolina a acercarse aún más para besarlo. Quería sentirse amada, simplemente quería olvidar por un momento sus sentimientos aún no resueltos.

Él beso comenzó a subir un poco de tono. Mas pasión había en ello. Lio se levantó un poco, mientras Carolina iba recostándose de a poco en el cofre del auto. Se separaron un poco solo para tomar aire. Ella no estaba segura de lo que iba hacer, no se sentía aún lista para dar el siguiente paso, pero había algo que la incitaba hacerlo.

Dejando nuevamente a un lado sus pensamientos siguió con aquel beso. Lio comenzó a colocarse encima de ella, claro guardando una distancia entre sus cuerpos; subió de poco la camisa de la chica para tocar con su mano izquierda su vientre.

El teléfono del chico hizo que se separan. Lio se maldecía por no haberlo apagado. Carolina aprovechó el momento en que él se levantó para acomodar su camisa y pensar en lo que había hecho hace segundos.

— Vamos para allá — fue lo único que Carolina logró escuchar de la conversación.

— ¿Pasa algo? — preguntó preocupada.

— Parece que el pequeño extraña a su mamá — ambos rieron. Estaban incómodos, lo que había pasado los había hecho cuestionarse algunas cosas.

— Entonces regresemos.

(...)

Vaya que ha sido una semana larga para , llena de cosas... Solo quiero decir aquí está el capítulo. Espero que les guste y gracias por hacer que esta historia entre a las 100 mas populares en FanFic. Gracias por tanto.

Buscando a Papá (BAM#2) | AguslinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora