Buscando a Papá (BAM#2) | Aguslina

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Había decidido entrar ella sola, conociendo a Agustín haría destacar el hecho de Carolina lo había elegido y lo menos que deseaba en ese momento era causar mas conflictos; ya podía imaginar la mirada que le daría Valentina, estaba segura que le repetiría millones de veces "Te lo dije".

Entró con la mayor seguridad que podía proyectar, necesitaba mostrarse fuerte y decidida, no quería arrepentirse en el último momento.
Valentina fue la primera en notar su presencia, la rubia simplemente le señaló la cocina; odiaba que la hubiera conocido demasiado, ya sabia el motivo por el que Carolina se encontraba ahí.

- Hola - habló en cuanto entró y lo miró. Las palabras que iba a decir estaban en su mente repitiéndose una y mil veces, no quería olvidar ninguna.

— Hola — Lio dejó de lado el trapo con el que se encontraba limpiando; se acercó a ella con una sonrisa dispuesto a besarla.

No esperaba que ella colocara su mano en el pecho de él para apartarlo. Desvío la mirada.

— ¿Sucede algo?

— Si. ¿Podemos hablar a solas? — su mirada dio hasta algunos de los empleados curiosos que mantenían su mirada en su trabajo, pero sus oídos en la conversación.

— Claro, vamos — Lionel tomó su mano y ambos salieron de la cocina hasta el pasillo, no era el lugar mas intimo, pero al menos no estarían rodeados de personas que desearan escuchar — ¿Qué es lo que sucede?

— Regresaré a Buenos Aires — había querido ser un poco más sutil, pero al final decidió que el ser directa resultaría un poco mas efectivo. Era mejor que el hiciera las preguntas y ella respondiera.

Lio estaba mal, su mirada no podía expresar lo mal que se sentía por dentro, había sido realmente un golpe bajo para él; sabía perfectamente que su partida tenía nombre y apellido, pero le costaba creerlo.

— Lo sigues amando, ¿cierto? — Carolina asintió. Lio mostró una sonrisa sarcástica y desvío su mirada llevando sus manos a su cabello. Estaba frustrado.

— Lio... Yo... — ella no podía darle alguna explicación razonable, le dolía verlo de esa forma, aunque no lo había llegado a amar, era como su mejor amigo, y verlo de esa forma la lastimaba, aún más por el hecho de que ella lo había provocado. Lionel no quería escuchar las palabras a medias de Carolina y decidió alejarse — ¡Lio ven! ¡Necesitamos hablar! — fue detrás de él, no quería dejarlo ir.

— Te dije que no jugaras con él — Valentina se interpuso en su camino. La rubia estaba enojada con Carolina, le lastimaba ver a su hermano tan mal.

— En serio que yo no quería Valentina, pero necesito hablar con él — la esquivó y continuó su camino detrás de Lio, quien ya había salido del restaurante — ¡Lio! — gritó Carolina para que pudiera escucharla, pero aunque la oía él no se iba a detener.

— Soy un tonto — Lionel se había detenido y ahora Carolina se encontraba a su lado — En serio creí que entre tu y yo podía haber algo — ella llevó su mano a la espalda de él.

— En serio lo siento tanto, de verdad quería intentarlo contigo, pero, no podía estar contigo cuando no te amaba — él asintió, ya lo sabía, era obvio que ella jamás lo había amado.

— Me siento engañado, pero te amo demasiado como para dejarte y ser feliz — una pequeña sonrisa salió de sus labios — ¿Serás feliz con él? — ella asintió con una sonrisa tímida.

— ¿Me puedes prometer algo? — preguntó de repente Carolina.

— Lo que sea por ti hermosa — con sus dedos removió el cabello que cubría su rostro y lo colocó detrás de su oreja.