Buscando a Papá (BAM#2) | Aguslina

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Carolina había bajado las escaleras esperando encontrarse con Agustín, quería que él también presenciara lo que ella había visto momentos antes, él también tenía que ver lo que Sofía hacía por Gastón.

— Debes de venir y ver esto — Agustín se encontraba guardando lo que había quedado de la comida; Carolina había llegado por detrás y había causado un buen susto. Ella comenzó a reír.

— Al menos sé que no estas enojada — Carolina negó. Agustín aprovechó que ella aún seguía sonriendo, le gustaba verla de esa forma, así que acercó sus manos a su rostro y con sus pulgares acarició sus mejillas.

Fue Carolina la que se lanzó a sus labios para darle un beso profundo. Ambos seguían besándose y su intensidad subía de poco a poco, por un momento olvidó la razón por la que de un principio había ido con él, pero sentía ahora una necesidad de no querer separarse; hace tanto que no había estado cerca de él, que deseaba recuperar el tiempo perdido.

— Te quiero enseñar algo — cuando al fin logró separarse de él, su respiración estaba algo agitada.

— ¿Ah sí? ¿Qué? — una sonrisa pervertida salió de sus labios y se acercó aún mas, haciendo que sus narices se juntaran.

— Nada de lo que piensas, ven — Caro tomó su mano y lo hizo dirigirse hacia su habitación, abrió un poco la puerta para que ambos pudieran observar sin interrumpir la lectura de Sofía.

Agustín, estaba feliz. Eso era lo que había soñado. Al fin su pequeña también amaba a si hermano.

— Son increíbles, ¿no lo crees? — le preguntó Agustín a Caro, la castaña asintió. Realmente era increíble estar ahí con ellos. Todos juntos.

(...)

— ¿Entonces ustedes regresan mañana? — Agustín se encontraba esperando a que Carolina y Sofía bajaran, él por su parte ya se encontraba fuera del edificio hablando con Karol y Ruggero.

— Si, Karol aún no termina de presentarme a su familia — Karol, quien se encontraba devorando una barra de chocolate ajena a la conversación, volteó de repente.

— ¿Qué yo qué? — dejó de un lado aquel chocolate y miró a ambos, quienes comenzaron a reír — ¿Qué tengo? — se tocó la cara al notar que sus miradas iban hacia su rostro.

— Tienes chocolate en la nariz — contestó Ruggero limpiando con su pulgar la nariz de Karol.

— Bueno, yo regreso, iré a ver que es lo que sucede — Agustín decidió salir de aquel ambiente romántico, en el que Karol y Ruggero eran los protagonistas. Estaban tan concentrados riéndose entre ambos ante sus malos chiste que no notaron cuando Agustín ya se había marchado.

Carolina cuidaba que Gastón lo cayera de la cama mientras ella guardaba lo último de ropa que quedaba. Sofía estaba en la cocina terminando de comer su desayuno, hace mucho que estaba ahí, pues se rehusaba a comer.

— ¿No has terminado? — preguntó su padre al verla aún ahí sentada. Tanto él como Caro la habían dejado ahí sentada hasta que terminara su sándwich. Sofía negó mi siguió mirando su comida, esperando que desapareciera mágicamente y la dejaran irse.

— No tengo hambre — Agustín decidió acercarse y sentarse junto a ella.

— ¿Te pasa algo enana? — Sofía volvió a negar — ¿Entonces?

— Tengo miedo de que Karina regrese y arruine nuestra familia de nuevo — por instinto de querer hacerla sentir mejor Agus la abrazo.

— Eso no va a suceder — le aseguró mostrándole una de aquellas sonrisas que lograban transmitir confianza — Ahora, te ayudaré, pero tu te terminaras el resto, ¿es un trato? — Sofía miró con complicidad a su padre; él solía hacer ese tipo de tratos, más aun si implicaban comida o alguna golosina de por medio.