Arto de intentarlo una y otra vez, de pasar noches en vela solo con sus pensamientos y lagrimas. El joven decidió irse de mochilero hasta lograr olvidarse del problema que lo mantenía atorado en su tristeza, y así comenzó su viaje.
Comenzó en Buenos Aires con destino a Tierra del fuego.
Al lograr llegar a Bariloche ya era tarde por lo que decidió pasarse la noche en un hotel con parte del dinero que había llevado conjunto con lo poco que ganaba por su talento de contar historias a los niños en ferias y la calle. Al irse a dormir luego de un baño, al igual que las noches anteriores, no logro conciliar el sueño sino que su mente estaba igual sino es que peor que antes de emprender el viaje. Solo podía pensar en ese error que le trajo tanto arrepentimiento, dolor y tristeza, y sobre todo la pérdida de su amistad mas grande.
Al no poder dormir y arto de sentirse de esa manera el joven decide apelar a su lado más ilógico; de rodillas a un lado de su cama ruega mirando hacia arriba que alguien lo ayude. Unos instantes después aparece en el cuarto una figura encapuchada con una túnica blanca que parecía tener luz propia.
-¿Que es lo que te mortifica y te hace rogar ayuda?- pregunta la figura con su rostro encapuchado en dirección al joven.
–Deseo que me ayudes a solucionar un error que me atormenta desde hace varios meses, un error que no me deja dormir y me entristece enormemente- entre vacilaciones y con un rostro absorto el joven responde sin poder creer lo que veía.
-Está bien joven, cumpliré un deseo que me pidas, un deseo sin restricción alguna- dijo la figura en un tono apacible mientras se acercaba unos pocos pasos hacia al joven.
Sin poder creer lo que el mismo estaba viendo y oyendo, en un tono temeroso dice el joven -En ese caso deseo que ella perdone mi error y así nuestra amistad vuelva a ser lo que era-
-De acuerdo joven, pero antes de cumplir tal deseo te aconsejo que pienses un momento si en verdad puedes forzarla a tomar la decisión de perdonarte y si en verdad te lo mereces. Acaso, ¿ya lo has intentado todo? ¿ya te has rendido luego de unos pocos intentos y rechazos?- dijo la figura encapuchada inclinándose al joven de rodillas para terminar poniéndose de pie luego de estas palabras.
El joven pensó un momento las cosas, su rostro cambio de uno con una gran sonrisa y ojos iluminados por esperanza a uno lleno dudas, que reflejaba frustración e indicción –Pero ya lo he intentado todo, no se me ocurre que mas hacer, y no me quedan ya fuerzas para seguir aguantando-
-En ese caso usa el remedio más antiguo de todos, incluso hay quienes dicen que este remedio puede curar cualquier cosa- le recomendó la figura alejándose unos pasos de el.
Intuyendo que la figura se esfumaría, con total desesperación en su rostro y reflejando miedo en sus ojos el joven pregunta –y dime, ¿Cuál es ese remedio? Por favor dime, no te vayas.
La figura se desvaneció de igual manera que llego dejando al joven consternado y lleno de aun más arrepentimiento y dolor que antes.
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Entre Letras Amargas Y Dulces
RandomA menudo mi mente suele crear cortas historias en forma de relatos y micro-relatos que me piden ser plasmadas. Aquí quiero compartirles algunos de ellos. Como el titulo lo sugiere, los relatos les dejaran un gusto amargo o dulce. Aunque en su gran m...