Se encontraba caminado hacia una puerta de color blanco, él conocía esa puerta aunque no lograba recordar de donde, había pasado mucho tiempo desde que la había visto por última vez. Después de varios minutos, o lo que le parecieron varios minutos, llego al frente de la puerta, en el interior solo se escuchaban suaves murmullos a los que él presto mucha atención haciendo el mayor silencio posible para así escuchar un poco mejor, no logro oír nada entendible.
Una vez habiendo decidido alejarse un poco de la puerta, se encontraba sentado al lado de un viejo lavaplatos el cual se encontraba justo en frente a la puerta blanca a unos escasos dos metros o tal vez solo a metro y medio.
No savia que era, algo al otro lado de esa puerta no le daba una agradable sensación, es como si algo muy dentro de él le dijera a gritos que no abriera esa puerta, aunque se levantara para intentar abrir la puerta no lo lograba, ya sea por no tener pomo ni nada más que la cerradura o bien por la sensación de rechazo que le producía tocar con su palma el blanco metal de esa puerta, esta sensación evitaba que pudiera dar un suave empujón para abrirla, de alguna manera savia que lograría abrirla de un solo y pequeño empujón, no, de alguna manera era más que un simple saber, era la sensación de haberlo hecho muchas veces antes.
Tomo aire y lo sostuvo en su pecho sin dejarlo salir mientras colocaba su mano derecha sobre la fría puerta blanca, y al mismo tiempo que exhalaba todo el aire contenido en sus pulmones intento empujar con fuerza la puerta, una vez más esa extraña sensación no lo dejo mover su mano ni un centímetro hasta que retirara el brazo de la metálica puerta, brazo que se encontraba bajo su cabeza, apoyando su cabeza sobre su brazo y este a su vez sobre la puerta, comenzó a llorar, no eran lagrimas de dolor, mucho menos de tristeza, eran lagrimas de impotencia, un llanto lleno de frustración al darse cuenta de que esa no era su primera vez en esa angustiante situación.
Al percatarse de esto, retrocedió muy lentamente mirando al piso mientras secaba con ambas manos su rostro húmedo por las lagrimas, al chocar de su espalda contra el lavaplatos se dejo caer lenta mente al piso para luego moverse hacia el costado del lavaplatos, al mismo lado en el que antes se encontraba, entonces una conversación consigo mismo se formulo en su mente “¿cómo puede ser que esta no sea mi primera vez aquí? Aunque presienta que ya estuve en este lugar y situación, no sé qué es esto, tampoco porque me parece familiar a una manera angustiosa”.
Pocos minutos después se encontraba en su cama recostado y con lagrimas en sus ojos, entonces se dio cuenta de que no era más que un sueño, el mismo sueño que tenía cada noche desde que…
Era una noche en la que debía trabajar desde las 22pm hasta las 06am del siguiente día. Esa noche llego a su trabajo como hacía cada noche desde el inicio de esa semana, semana la cual cambiaron su horario de trabajo al horario nocturno.
Al llegar al trabajo su supervisor le ordeno volver a su casa alegando que ese día no habría trabajo por un corte de luz. El joven no le importo y se marcho directo a su casa, intento llamar a su novia para avisarle que volvería del trabajo y comentarle el problema, en el momento que saco el teléfono celular del bolsillo, tropezó y cayó con tan mala suerte que la pantalla del celular se astillo y quedo toda en blanco haciendo inútil su uso. No le importo demasiado y decidió seguir su camino sin advertir a su esposa.
Luego de una hora de caminata llego a su casa, abrió la reja delantera y camino por el pequeño patio delantero esquivando la moto descompuesta de su novia que allí se encontraba, continuo caminado hasta llegar al lavaplatos que se encontraba delante de la puerta principal, en el se lavo el rostro y tomo un poco de agua con el vaso que siempre dejaba en el lugar, al voltear a la puerta decidió no tocar antes de entrar ya que supuso que su novia se encontraría durmiendo dado que la hora pasaba de las 24pm. Cuando coloco la llave en la cerradura se dio cuenta de que no tenia puesta la traba de la llave por lo que se dispuso a abrirla de un suave empujón, un segundo antes de empujar la puerta se pudo oír un pequeño y suave quejido rítmico seguido de una voz masculina pronunciando palabras inentendibles a causa de lo leve que era la voz. Siguió auscultando desde detrás de la puerta blanca sin pomo, intento descubrir que era eso, por más obvio que sea el significado de todo eso, el no quería aceptar lo que ocurría “debe estar viendo una película xxx, sí, eso debe ser” eran las palabras que seguidamente se repetía como tratando de convencerse. Sin más miramientos decidió entras con un suave empujón dado a la puerta, solo asomo su cabeza para ver hacia la sala, en un principio no vio nada pero si escucho los mismos sonidos que entes, solo que esta vez más claros. Al voltear el rostro hacia su derecha, lugar donde se encontraban los sillones y el televisor, logro ver el origen de los sonidos y palabras, era su novia teniendo relaciones con un hombre que él no conocía. Su cara era de una estupefacción y tristeza mescladas con lagrimas. Aun así no dijo una palabra y se retiro de su casa cerrando la puerta suavemente para no provocar sonido alguno.
Llegando a la habitación de un hotel se recostó en la cama llorando y preguntándose qué fue lo que llevo a su mujer a esos actos. Pasaron varias horas hasta que logro conciliar el sueño, no sin esfuerzo previo.
***
Se encontraba caminado hacia una puerta de color blanco, él conocía esa puerta aunque no lograba recordar de donde, había pasado mucho tiempo desde que la había visto por última vez. Después de varios minutos, o lo que le parecieron varios minutos, llego al frente de la puerta, en el interior solo se escuchaban suaves murmullos a los que él presto mucha atención haciendo el mayor silencio posible para así escuchar un poco mejor, no logro oír nada entendible…
Y así comenzó su sueño recurrente, más que un sueño era una tortura mental para el joven que decidió huir de su problema en lugar de afrontarlo y seguir adelante luego de un necesario duelo por su perdido amor. Al tomar la decisión de huir, vivió sueño tras sueño en un interminable bucle que lo mantenía sin poder avanzar.
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Entre Letras Amargas Y Dulces
DiversosA menudo mi mente suele crear cortas historias en forma de relatos y micro-relatos que me piden ser plasmadas. Aquí quiero compartirles algunos de ellos. Como el titulo lo sugiere, los relatos les dejaran un gusto amargo o dulce. Aunque en su gran m...