Ahí se encontraba, caminando en un mar de azulejos de color blanco en el que algunos pocos de color negro se dejaban ver. Al pisar cada cuadrado blanco podía ver en su mente información de personas que no conocía en lo absoluto.
Al toparse con uno de los azulejos negros, lo piso, él desapareció, esta baldosa se volvió blanca en el momento en el que él puso un pie en ella y por un breve momento en el cuadrado previamente negro se pudo apreciar “José Víctor Almada, 31 años, Campana Buenos Aires Argentina, 12 de febrero de 1986” la misma información que Víctor podía ver de otras personas al pisar los cuadros blancos, solo que esta vaga descripción le pertenecía a él.
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Entre Letras Amargas Y Dulces
RandomA menudo mi mente suele crear cortas historias en forma de relatos y micro-relatos que me piden ser plasmadas. Aquí quiero compartirles algunos de ellos. Como el titulo lo sugiere, los relatos les dejaran un gusto amargo o dulce. Aunque en su gran m...