Te Odio Y Te Amo (Sasuke y tu)

Capítulo 20. Hebi

Narra escritora.

Los días fueron pasando desde que _____ había dejado al equipo 7, justo se estaban cumpliendo dos meses desde su llegada a la guarida de Orochimaru, cada día entrenaba con Sasuke casi sin descanso.

—Me alegra no haber entrenado dentro de esa horrible guarida. —dijo ____ estirándose —Ya estaba cansada de ver siempre las mismas cuatro paredes. —miraba con una sonrisa la cascada, los árboles, el río, etc. Hoy, Sasuke la había llevado a entrenar al exterior

—¿Acaso siempre te quejas de todo?

—¿Acaso no lo he demostrado en todo este tiempo? —lo miró de reojo

—Hmp, volvamos.

Ambos chicos empezaron a caminar en dirección a la guarida, su relación como compañeros... sigue exactamente igual de cuando ____ llegó, rara vez se comunican fuera del entrenamiento. Cada vez que ____ estaba en silencio, por su mente pasaban todos los pensamientos que deben de tener de ella en Konoha, allá deben de considerarla una traidora, se suponía que volvería en unos cuantos días... pero ya son meses, y nada de su regreso.

Ambos se detuvieron en seco al notar que no estaban solos en el lugar, se voltearon para ver otro lado de la roca en la cual estaban. Había un niño de cabello largo recogiendo las flores caídas de un árbol.

—¿Quién es ese niño? —habló ____ en voz baja

—¿Les gustan las flores rojas y las flores blancas? Me gusta que caiga la flor entera, no solo sus pétalos. Puedes extraer el aceite de las flores y de los árboles para hacer tinta. —les dijo el niño con una bonita sonrisa

—No deberías de estar aquí. Vete a casa. —dijo Sasuke sin dar mucha importancia

—¿A casa? Yo ni siquiera sé dónde es mi casa. ¿Dónde está mi casa? ¿A dónde se supone que tengo que ir? —los dos pelinegros se miraron entre si —Pero eso no importa. Es cierto... es imposible que ustedes sepan donde está mi casa. Oigan, ¿saben dónde está su casa?

—No tenemos ninguna.

—¿Disculpa? —la pelinegra lo miró de reojo

—Supuse que estarías aquí, Yuukimaru. —detrás del niño apareció Kabuto —Es hora de irnos.

—¡Si! —sonrió a ambos Uchiha —¡Nos vemos después, Sasuke-san, ____-san!

—¿Cuándo he visto a ese niño? —se preguntó viendo como se alejaba

(. . .)

Ambos chicos volvieron a la guarida luego de aquel encuentro con el niño. Normalmente, después del entrenamiento ___ siempre suele quedarse encerrada en su habitación pensando en todas las cosas que han pasado últimamente.

—Estoy demasiado aburrida. —soltó un suspiro mirando el techo —Hmp. Iré a molestar a Sasuke, es lo único entretenido que puedo hacer aquí además de entrenar.

Se levantó de la cama y salió de su habitación. Caminó hasta la puerta de la habitación de Sasuke y tocó varias veces, al no recibir respuesta siguió insistiendo. Se comenzaba a fastidiar, así que decidió entrar por su cuenta. Frunció el ceño al ver la habitación vacía, y ella como estúpida tocando la puerta.

Salió y esta vez se fue por otro pasillo, intentaba encontrar el chakra de Sasuke dentro de alguna de todas esas habitaciones. Pasó al lado de una y se detuvo al escuchar ruidos, se acercó un poco a la puerta para poder escuchar con más claridad.

—¿Me llamaste? —prestó más atención al percatarse que esa voz era de Sasuke

—Creo que es tiempo de ver lo poderoso que te has vuelto. Incluso _____, he visto que entrenas con ella todos los días. —escuchó que fue Orochimaru quien le respondió