estamos creando un moustro

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Esa noche apenas dormí. La llamada de mi madre había perturbado un poquito mi paz, aunque no debería de ser así. Llevaba muchas semanas sin verlos, pensé que al menos las fiestas las pasaría con ellos...pero seguramente no iba a ser así. Ellos pasarían el fin de año a saber en qué parte del mundo, rodeados de lujo y de gente, riendo y bailando...y mientras tanto yo aquí sola.

Tras una buena sesión de maquillaje debido a mis ojeras y llevando un modelito de los míos, puse rumbo al campus. Sonreí cuando vi los coches de mis amigos. Como era de esperar hoy me atosigarían a preguntas. En momentos como este compadecía a Peeta; Annie y Marvel podían llegar a ser muy insistentes cuando s proponían algo...me daban escalofríos imaginarme el recibimiento que tuvo Peeta en su casa la noche anterior y eso que sólo había sido la primera clase.

Para ellos era fácil todo aquello porque ellos siempre habían sido así. Populares, reconocidos y seguros de si mismo. No comprendían lo que es pasar por un cambio por el que estaba a punto de pasar Peeta y por el que pasé yo...claro que la diferencia estaba en que Peeta decidió su propio cambio...y a mi prácticamente me obligaron.

Para la hora del almuerzo los intentos por hacernos hablar no cesaron, aunque todo en vano, por supuesto. No les iba a dar ese gusto.

- ¿Le tocaste algo, Peet? - le preguntó Marvel a Peeta dándole codazos de los suyos.

- Marvel – susurró – Déjalo ya...- a Peeta se le notaba el sufrimiento a leguas. Con el pudor que le daba hablar de estos temas...

- ¿Una tetilla? - insistió el grandullón.

- Marvel – le llamé – Yo no tengo tetillas – remarqué la palabra – Yo tengo lo que vienen siendo un buen par de tetas – las chicas silbaron como camioneros, Finick se rió y Peeta...Peeta se sonrojó como era habitual.

- Eso es verdad – le dijo Annie – Katniss tiene unas tetas impresionantes...

- Chicos...vale, dejenlo ya. Esto no es cosa de broma – Peeta me dio las gracias con la mirada.

- Chicos... ¿por qué no empezamos a trazar un plan para pillar a Clove? - preguntó Finick cambiando de tema.

- Joder, hermano...parece que tienes tu más ganas que Katniss de dejar mal a la zorrona de clove – dijo Glimmer.

- No me gusta esa tía, así de simple...Ya sabes lo que pasó – se encogió de hombros como para quitarle importancia – Hizo daño a Kat y Katniss es como mi hermana – sonreí cálidamente mi amigo.

- ¿No creen que deberíamos saber qué coño pasó con Clove? - preguntó Marvel inusualmente serio – Tía, tienes todo mi apoyo sin pensarmelo – me miró a los ojos – No queremos saberlo porque seamos morbosos, sino porque te queremos ayudar.

- Lo se Marvel, de verdad...y yo os lo agradezco, pero no creo que sea el momento. Creo que debemos dejar las cosas tal y como están con Clove. Si la seguimos de cerca lo único que vamos a conseguir es que se de cuenta de todo.

- ¿Quieres que se relaje y que la cague? - preguntó Glim. Yo asentí.

- Justo...Clove es lista, pero no es perfecta. En el fondo se que la roda algo oscuro. Toda esa...perfección que la rodea no es normal...De todas formas me conformo con saber por qué cojones me odia tanto.

- Bueno, dejemos los temas serios para otro momento - dijo Marvel aligerando el momento - ¿Qué les parece si esta tarde quedamos para ver unas pelis?

- Me parece bien – contesté - ¿En mi casa o en la tuya? - le pregunté a Glim.

- En la mía. Peeta, vendrás, ¿no?

Mi profesora de seducción KPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora